LA POSESIÓN DEL ALFA

CAPITULO 8

CAPÍTULO 8

 Armando se sentía culpable sabía que la atracción de Caleb era fuerte y que en cualquier momento la bomba estallaría y por eso decidió darle un empujoncito pero nunca se imaginó las consecuencias tan Garrafales. Él estimaba mucho a su nuera y le daba vergüenza haberla metido en esa situación, también veía que la decisión que tomó tiempo atrás de forzar ese matrimonio no había sido lo correcto y se arrepentía, ya su esposa se lo había advertido. En momentos como este es cuando más extraña a su compañera, solo quería que estuviera a su lado, si Sofía estuviera con él seguro que habría actuado de otra manera.

Sofía su pequeña y hermosa mujer, nunca estuvo de acuerdo con ese matrimonio, ella confiaba que Caleb encontraría a su verdadera compañera y por primera vez le llevo la contraria y su decisión egoísta por el “supuesto bien de la manada” estaba teniendo sus consecuencias. Esperaba  que para esta época ya hubiera varios cachorritos de Caleb y estar disfrutando de sus nietos, pero después de quince años de matrimonio y no había habido un solo embarazo, sospechaba que algo estaba ocurriendo pero no quiso intervenir en el matrimonio de su hijo ya había hecho bastante con forzarlo y ahora sí que se arrepentía al ver las consecuencias de sus decisiones egoístas, no solo por la situación que se estaba presentando sino por la desconfianza que sentía de la relación de cuñados estaba entre Carolina y Luke, Por lo visto su compañera tenía razón.

En ese momento ve como una doble de Sofía mucho mayor se dirige a él.

—Aby tan hermosa como siempre— saluda Armando a su suegra.

—déjate de payasadas Armando que ya estás muy viejo para eso, más bien dime para que me mando a llamar mi nieto? Abigail lo mira con una mirada inquisidora. Armando baja la cabeza y se pasa la mano por el pelo con expresión fatigada.

—por lo visto la cosa es grave, cuéntame lo que te preocupa.

—Bien, vamos a mi despacho, no quiero oídos curiosos, aunque como están las cosas ya toda la empresa debe estar enterada y después te llevo con Caleb.

—Quieres tomar algo Aby— le ofrece Armando mientras se sientan en la salita.

—no, gracias ¿pero qué paso acá? Armando seré vieja pero mi olfato funciona muy bien y aquí parece que hubiera pasado una orgía—para sorpresa de Abigail, Armando se sonroja.

—Bueno si eso es parte de lo que quiero hablarte—

—te escucho— habla Abigail seria.

—en los últimos meses Caleb estaba muy extraño, se lo veía más fatigado y estresado y la situación con Caro estaba muy tensa, a veces creo que fue un error puyar para que se casara con ella, el caso es que hay una chica que trabaja acá en esta sede y parecía gustarle a Caleb, pues que te digo cada vez que se cruzaban parecía que lanzaran chispas, tanto así que Caleb delego gran parte del trabajo en Lorenzo y dejo de venir a no ser que sea necesario, como hoy.

—y por lo visto moviste tus fichas para que tuvieran un encuentro—

—si Abigail, propicie un encuentro a solas aquí en el despacho, no le vi problema que Caleb se tirara una canita al aire con una chica que le gusta­—

—no voy a entrar en detalles si es bueno o malo, pero ¿entonces cuál es el problema?—

—el problema es que la chica en cuestión parece ser que no es una humana, sino una loba que está en celo, no sé por qué no la detectamos, su olor es humano—