El viaje.

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4:20 pm.

-¡Elhii! -Grita Sarued- vamos, nos dejará el transmilenio.

Él siempre ha sido muy atento conmigo, se ha empeñado tanto por cumplir esto, y cuánto se lo agradezco.

- ¡Voyy! -contesto, tenía que asegurarme de que nada se nos olvidara...aunque no era un problema, después de todo es la casa de mis padres, ellos podrían enviarlo.

Bajo las escaleras y veo ahí a Sarued, tan sonrriente y emocionado, y a su lado, mis padres un poco angustiados por nuestro viaje.

- Está bien mamá, tranquila, ya tengo 19, además Sarued cuidará de mi. ¿No es cierto hermano?
- Claro, como no hacerlo.
- Pero hija, ¡es New York! Estarás en un estado muy grande, no es Bogotá, ¡es New York!
- Lo sé Mamá, no te angusties, estaremos bien, te llamaremos al llegar.

Mamá y Papá nos despiden con abrazos y besos, ¡como los voy a extrañar!... Pero después de todo es mi sueño, estudiar Artes Plásticas en New York, y lo mejor de todo, junto a mi hermano.

Nada mejor que un casual transmilenio hasta el aeropuerto, o bueno, la estación está cerca, podríamos haber ido en taxi directamente pero cobraban un poco más, además solo llevamos nuestras maletas personales, lo demás nos llegará luego en el camión de mudanzas. ¡Estoy tán feliz!

- Adiós Bogotá -suspiro-
- Podríamos volver en vacaciones si quieres. -me mira Sarued nervioso-
- Talvés, podría ser. ¡Encerio estoy muy feliz, ya quiero llegar y salir, explorar, conocer la uni, los compañeros, todo!
-¡Hey! Jaja ya. Yo se que estás muy ansiosa, y bueno, después de todo lo que nos costó lograrlo tienes derecho, pero llevemoslo con calma.

El sonido de el bus detuviendose y la gente saliendo nos interrumpe, llegamos a la parada.

5:40 pm.

Estamos en la sala viendo pasar los pasajeros, escuchando ansiosos cada anuncio, bromeando, recordando, incluso compramos un par de golosinas para el viaje y una que otra semana.

Empiezo a pensar en como sería mi vida en New York, no puedo evitarlo, ¡estoy tan emocionada! Hasta que la voz de un megáfono me saca de mis pensamientos.

- Pasajeros del vuelo número 2 a New York por favor pasar a la ventanilla numero 6.

- ¡Por fín!
- ¿Estás lista hermanita?

Fuimos hacia la ventanilla número 6, nos pidieron el pasaporte, recibieron nuestras maletas y nos entregaron una pequeña boleta con el número de nuestros asientos: A 5, B 4. Sarued y yo subimos al avión.

Todos estaban susurrando, hablando, riendo. Me pregunto si todos aquellos están tan emocionados como nosotros, o simplemente les da igual.

- Oye Elhi.
- ¿Si Saru? - Así es como le digo a mi hermano de cariño -
- ¿Conoces a ese chico?

Mi hermano señaló discretamente hacia el asiento B 8, voltee de la manera más disimulada posible y ahí estaba, un chico alto, moreno, ojos claros, cabello largo y buen porte, a quién no conocia de nada y el cual con una sencilla y radiante sonrisa me saludó.

- Definitivamente no -Respondí.
- ¿Segura?
- Enserio. Jamás lo he visto, esperame, voy al baño.
- No tardes, vuelve antes de que despeguemos.

Me dirigí hacia el baño, me miré al espejo y ahí estaba yo, Elhi Sabrina Coral, una hermosa chica blanca, con un corto cabello negro, ojos claros, cuerpo firme y unos lindos labios rosas, en el baño de un avión a punto de despegar hacia la ciudad de mis sueños, a estudiar la carrera de mis sueños, y lo mejor de todo, iba con mi hermano.

Salgo del baño y escucho que alguien me llama desde atrás, me volteo pero no hay nadie.

- Que raro, seguro es producto de mi imaginación. - susurro.

Apenas logro voltear cuando sin querer tropiezo con un objeto en el suelo y caigo contra alguien que venia hacia mi, tirandonos al piso.

¡Ay no!, Es él, el chico del B 8.

Un desastre en New YorkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora