capítulo 17.

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Pov narrador.

-- ¿y-ya pasé la prueba?-- pregunto cansado el pelo borgoña quien mantenía su respiración agitada, el mayor abrió la puerta de corredera de la casa.-- la prueba empezará subiendo la montaña-- hablo calmado cosa que descolocó al chico mostrando un rostro aterrado. Dejaron a la hermana menor en la casa y comenzaron a subir la montaña.

-- de esta montaña bajarás a pie.... pero esta vez antes del amanecer.-- volvió hablar en mayor y desapareció entre la neblina. " ¿he? ... ¿solo eso?" Pensó el chico y miro detrás de el. "Claro cree que me perderé con esta niebla..... que bueno que tengo buen olfato recuerdo el olor de Urokodaki-san".

El chico comenzó a caminar y en un momento tropezó con una cuerda, al asustarse se gira mirando en busca de que algo se allá activado, y de pronto un pequeño grupo de piedras le golpea la cara. Mira un poco sorprendido y en unos pasos más cae en otra trampa.

Y es ahí donde comprendió que su descenso de la montaña sería aún más difícil, al tratar de salir con su mano toca otra cuerda más activando otra trampa. -- y-ya entiendo todo tiene trampa...... además a esta montaña le falta aire-- pensó mientras trataba de respirar angustiado -- así que por eso me mareo tanto..... falta aire--. Comienza a correr desesperado pensando si realmente podría volver o se desmayaria en el camino, en un momento frena decidido y trata de regular su respiración, para volver a intentarlo de nuevo.

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-- ¿cree que el logre bajar? -- pregunto Ina al lado del mayor, este estaba arrodillado mirando hacia la puerta en espera del chico. -- no lo creo..... estoy seguro que puede lograrlo -- la chica solo le miro para luego volver a la habitación donde se encontraba la demonio.

Por mandato de Urokodaki la joven preparó ropa limpia y los futones en donde el chico de pelo borgoña y su hermana se quedarían, paso casi toda la noche arreglando la habitación, cuando faltaba solo unos minutos para el amanecer dejó una pequeña tetera en la fogata que el mayor hacía a la entrada de la cabaña, de un segundo la puerta de corredera se abrió mostrando al chico de haori de cuadros con unos cuantos moretones y rasguños, además de lo sucio que se encontraba.

-- h-he vu......vuelto-- dijo para finalmente caer a la entrada de la cabaña a vista de los dos presentes quienes observaron al chico para después mirar como logró llegar solo segundos antes que el sol se alzará en el cielo nuevamente.

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Finca del pilar del amor.

Kei se encontraba ayudando nuevamente a los adentros de la gran finca que la pelirosa poseía , esta había salido nuevamente de misión dejando solo a los chicos con unos cuantos kakushis junto con ellos, pero a pesar del tiempo que el chico castaño estaba allí ellos no se acostumbraron a su presencia.

Siempre que kei aparecía a ayudarles ellos se alejaban al otro extremo de la habitación, siendo completamente obvios que no quería  al chico cerca. Muchas veces yumire ayudó más dejando al chico cuidando a los infantes que ya comenzaban a tratar de caminar, algunas veces balbuceando cosas sin sentido para los mayores.

En unos de esos días para la mayoría tranquilos, kanjori y kei pudieron notar como el Pilar del viento aparecía por los arbustos y entraba a la habitación donde los pequeños se encontraban, al observarlo a escondidas pudieron ver que sanemi pasaba algunos días a jugar con ellos. Sin que el se diera cuenta salieron de allí prometiendo que mantendrían en secreto a lo que vieron de sanemi.

Días después.

-- kei-san -- llamo la pelimorada -- ¿ podría quedarse con los niños nuevamente ? Los kakushis volvieron con unas cuantas cosas para ayudarles.-- el chico asintió y se fue a la habitación de los niños donde se escuchaban sus risas. Al entrar todo quedo en silencio, y se rodeó de un ambiente muy incómodo.

Sanemi ya se encontraba en la habitación con los niños en sus brazos mientras los alzaba un poco en el aire, quedó completamente blanco al ver a kei entrar a la habitación, dejó lentamente a los niños nuevamente en su futon y pasó rápidamente por al lado del castaño empujándolo en el proceso y desapareció de la vista de el.

Dejando al chico confundido por su rápido cambio de personalidad, paso de estar sonriendo con los niños, a su común carácter, frunciendo el ceño dando su mirada tosca. "Raro" fue lo único que kei penso en ese momento.

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Listo otro capítulo.

Espero les allá gustado, el que sanemi se lleve bien con los niños fue una sugerencia de una amiga y no vi que fuera mala idea, por eso decidí dejarlo en la historia.

Si quieren dar alguna sugerencia pueden hacerlo ^^. Si quieren que algo cambie o me concentre más en la historia original no lo ustedes pueden opinar al respecto.

Nos vemos.

kimetsu no yaiba: corduraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora