Capitulo 2: Falsa Esperanza

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Corrí por las calles, entonces a lo lejos vi a un niño llorando. Me detuve y me acerque a el con buenas intenciones. Pero entonces este emitió un gruñido sobrehumano y un montón de esas cosas comenzaron a correr en dirección al lugar, escuchaba sus pasos, no tuve otra opción que correr con la esperanza de huir. Entonces vi un auto con una chica adentro, ella me hizo una seña invitándome a subir, corrí hacia el auto y subí. Una vez dentro le di las gracias, entonces note algo raro, su boca chorreaba saliva y se detuvo en una esquina no me había percatado de sus intenciones, entonces vi sus dientes llenos de sangre lista para devorarme, intente abrir la puerta pero estaba trabada, con una frialdad que creía que no tendría le apunte y dispare. Luego sorprendido por mi acción destrabe la puerta y deseche el cadáver del auto, trabe las puertas nuevamente y tome el volante, vi la cantidad de nafta y pise el acelerador. Conducía a toda  velocidad ignorando a los que me pedían ayuda, no podía confiar en nadie, ellos sabían fingir a la perfección. Podrían hacerme creer que eran humanos necesitados de ayuda y entonces un tipo se cruzo en mi camino. Estaba tan hundido en mis pensamientos que lo atropelle, aun recuerdo su cráneo quebrándose por el peso del auto. Entonces me detuve y lo vi, esa escena tan violenta y sangrienta. Sus sesos esparcidos por el piso, la sangre desparramada y el cadáver desangrándose lentamente manchando el piso de sangre. Esa imagen tan violenta y su familia, su esposa tapándole los ojos a ese niño, la culpa me invadió. Esa sensación asquerosa de arrepentimiento me invadió, así que tome una decisión dura pero sabia supongo. Les dispare al niño y a la mujer para que se reunieran con el hombre. Fue una decisión un tanto violenta pero así no sufrirían y estarían juntos, claro si es que la vida después de la muerte existe. Entre a la pequeña casa que tenían ahí, lo que note fue interesante algunos cargadores y una 9 milímetros sorprendido los tome y me los lleve al auto. Coloque el revolver en la guantera y en el asiento del acompañante la 9 milímetros cargada. Intente arrancar el auto unas 5 veces hasta que arranco, luego a los 30 kilómetros se detuvo, mire y la gasolina se había acabado. Suspire pesadamente y baje del auto con el revolver en mano. Fui a la maletera del auto y la abrí. Una mochila con una botella de agua, quizás no era mucho pero me serviría para tirar algún tiempo. Tome la mochila y guarde la botella ahí, me acerque a la parte delantera del auto y tome la 9 milímetros y el cargador suelto que quedo y los guarde en la mochila. La cerré y camine por horas con la mochila en la espalda, en eso llego a una estación de servicio, una sonrisa se formo en mi rostro, camine hacia el mercado de paso de la estación de servicio. Al entrar vi todo tan vacío, mi esperanza había muerto. Había muchos kilómetros hasta el próximo pueblo y nada me aseguraba que allí fuera seguro. Entonces vi un cuchillo en el mostrador, me acerque y note que tenia sangre seca, no le di importancia alguna y me lo lleve con la esperanza de que me sirviera para algo. 

Supervivencia de un HumanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora