Capitulo 5: Futuro Incierto

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Al llegar las 12 de la noche revise un poco la casa, encontré una linterna y 4 pilas. Busque en la alacena y encontré un chocolate, lo mas inteligente que se me ocurrió fue guárdalo en la mochila. Si en algún momento de la noche teníamos frío podíamos comer un poco del chocolate para eliminar mínimamente el frío. En ese entonces llame a la pequeña que vino con una sonrisa a verme, le dije que era hora de irnos y ella asintió sin dejar de sonreír. Le dije que tomara una mochila y guardara cosas de vital importancia, al rato vino con su mochila no muy llena revise su mochila esperando ver juguetes o cosas así, pero vi una botella de agua de medio litro y una linterna junto con un par de baterías. Cerré su mochila y le dedique una sonrisa calida, tome su mano y salimos de la casa caminando, pasaron horas y estábamos caminando por la ruta en eso ella me dice que esta cansada. La tome en brazos y la cargue mientras caminaba agarrando con mi mano derecha el rifle. Pasaron muchas horas hasta que llegamos al otro pueblo, al llegar al pueblo mire a todos lados esperando ver algún supermercado pequeño o una casa vacía. La pequeña me pidió que la baje y obedecí al instante. En ese de un callejón salen 2 hombres y estos corren hacia nosotros, no me había dado tiempo a apuntar si quiera cuando ya los teníamos encima, entonces veo a la niña forcejeando como puede con el otro hombre, mientras yo forcejaba con el rifle entonces de una patada aleje al hombre que tenia encima mío y apunte al tipo que intentaba morder a la pequeña, luego jale el gatillo y vi como cayo al lado de la niña. Entonces el otro hombre se arrojo encima mío y el forcejeo continuo sin pensarlo repetí la patada y cuando estaba tirado en el piso le patee la cara, y le di pisadas fuertes con el zapato derecho hasta escuchar el crujir de sus huesos, ya se me estaba haciendo costumbre y me gustaba ese ruido.  Entonces mire a la pequeña y esta corrió a mi abrazándome, no se por que, pero cuando la sentía cerca me sentía su padre. Cargue mi rifle y camine junto a ella hasta un supermercado, entonces al llegar ahí había un hombre quieto que dirigió su mirada a mi con una sonrisa exagerada. La pequeña se escondió tras de mi abrazando fuerte mi pierna derecha. Yo ni dejar de mirar al hombre entre al supermercado y tome un par de barras energéticas, le entregue una a la pequeña y yo comí la otra barra. Ella sonreía mientras comía cuanto  tiempo pasaba con ella, mas su padre me sentía. Al terminar de comer salimos del pequeño supermercado y nos fuimos ahora seguros de que la próxima parada seria la otra ciudad. 

Supervivencia de un HumanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora