Solo, rondaba por la naturaleza, observaba atentamente a los animales, su comportamiento y estilo de vida era
digno de admirar, me desnude, pues no hacía frío, bebía el agua del río, me alimentaba de vegetales y frutas, eran
fácil de obtener y no se quejaban al ser quebrantados, tal vez porque no son conscientes del dolor y el placer, al
contrario, los animales sí lo son, constantemente estaba leyendo escritos de los anteriores humanos, aprendía
mucho, incluso de relatos que parecen que no tienen ningún contenido profundo, tal información me sirvió para
crear un ciborg, lo programé para que sea igual a mi, nunca tuvimos un solo conflicto o desacuerdo, pero eso si,
estar con él era lo más aburrido que haya vivido, siempre estaba de acuerdo con mis afirmaciones, asi que pense
en crear otro, esta vez, el ciborg era diferente en todo, no tenía ni una pizca de similitud.
—Eres muy feo– pronunció.
—Yo me quedé callado.
—¿Porque te quedas callado, feo?
—Eso no me ofende–le respondí.
—Eres un cobarde, débil y estúpido, te deseo la muerte, espero que sufras tanto hasta que no quede nada de
placer en ti.
—Ah... gracias–le dije con ironía.
—¿Porque me creaste, tu y yo nunca vamos a poder convivir?
—Estaba aburrido, de todas formas quizás te extermine porque tengo poder sobre ti.
—¿Tienes poder sobre mi? Esto es poder–dijo enfurecido y me golpeó hasta que me desmayé
Abrí los ojos, note que era de día, me encontraba colgado de una gran rama de árbol, me estaba mirando
desde abajo fijamente.
—¿Con que tienes más poder?, estas sobre mi. ¿Verdad? Tu tienes la carne humana mas inutil que mi cerebro
creado por tu estupidez pueda recordar. Corto la cuerda y yo caí de cabeza, el estaba inmóvil mirándome sin
expresión, me pego una patada en el diafragma y quede sin aire, me agarro la cabeza y me arranco media
cabellera, volo mis dientes a pedazos, quito mis libros de mi habitación, eran todos los que quedaban y los
prendió fuego, eliminó todo el acceso al conocimiento, mutilo mis brazos y pies, le dije que parara.
—¿Porque? Acaso tú tuviste piedad de los humanos–me respondió.
—Los humanos me causaron mucho daño, es mucho mejor vivir sin ellos.
—Yo no te soporto, tu presencia me causa dolor.
—Si quieres hazlo, solo te advierto que satisfacer ese deseo no te va a servir de nada despues, te vas a aburrir de
ti mismo, de no tener algo que sea diferente a ti para divertirte, pues yo me equivoque, no porque estuviera mal
o bien el acto en sí, sino al pensar que hacer eso me iba a traer satisfacción a mi vida, pero no, solo me trajo
dolor, en esta soledad comprendí que no hace falta que ejerza un cambio en el exterior sino aceptarlo, la vida es
muchas cosas a la vez y yo tan solo quería una, si solo existiera eso que anhelaba todo sería muy aburrido y
monótono, no debo preocuparme por nada, acepto todo.
El miedo al dolor es la fobia mas grande. Este martillazo no me va a hacer daño alguno, hice de él algo
placentero. El joven en lo único que pensaba era en los recuerdos melancólicos, las emociones que le había
generado todas sus experiencias, solo le traian sufrimiento, ninguno de los impulsos fuertes le serviría ahora, lo
único que le quedaba era su aprendizaje, la informacion que tenia escondida, solo recuerdos.
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El círculo del ermitaño
Mystery / ThrillerEsta es la historia de un chico solitario...