Había una chica que me atraía mucho, estaba obsesionado con la belleza que había en su cuerpo. La seducí y
ella vino a mi casa, agarré sus nalgas y pechos tan fuerte como pude, sentí tanto placer en cada movimiento que
ella hacía enzima de mi, la ate a mi cama por una semana penetrándola todas las noches, despues le pegue en
sus piernas dejándole aberturas, se podían observar sus huesos, le hice cortes con una navaja, me gustaba mas de
esta forma, cuando lo hacíamos salpicaba toda la sangre en toda la cama, ella gritaba tan alto y yo la fornicaba lo
más fuerte que podía, luego de ese orgasmo le pegue en el rostro, hasta matarla.
Todos los dias tenia sexo con chicas hermosas pero era la primera vez que hacía algo fuera de lo normal. Yo
siempre salía al parque que estaba a una cuadra de mi casa, observaba todo lo que mis ojos eran capaz de
detectar, habia un señor que siempre que me veía pasaba al lado mio y me decía–Por favor, ya estas grande para
hacer esas cosas–lo pronunciaba con mucha soberbia, esto era debido a que yo cabeceaba porque escuchaba
música, siempre se reían de mí con sus amigos. Lo puse en trozos del tamaño de un grano de arroz y se lo deje
en el pestillo a su esposa.
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El círculo del ermitaño
Misterio / SuspensoEsta es la historia de un chico solitario...