5. Domingos de estafa

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.- Y bueno hermanos, eso es todo por hoy. Los dejo con los chicos que van a tocar unas alabanzas, hasta la próxima; ¡Alabado sea el señor! -. Dice el Pastor, levantando el brazo para animar a la gente, para luego bajar del escenario.

.- ¡Alabado sea! -. Gritan todos al unísono, entre ellos la Sra. Mercedez, que está impaciente por hablar con el Pastor, solo estaba esperando a que terminara la reunión.

La Sra. Mercedez es una de las pocas personas que va casi siempre a todas las reuniones que hacen en la iglesia, y en estas últimas semanas ha notado algo extraño en el Pastor, algo sumamente sospechoso, o al menos eso ve ella.

Hoy va a averiguar de que se trata.

Como ya se había terminado la predica, algunas personas (muchas, de hecho) empezaron a salir de la iglesia como hormigas.

Cuando ya la banda se dispone a tocar, Mercedez se dirige hacia el pastor, que estaba afuera de la iglesia.

"Está tomando aire" supuso y se le acerca.

.- Estuvo muy bien hoy Hermano Marcos -.

.- Ah, hola Mercedez, gracias. Dios me da las fuerzas para enseñar su palabra -. Le dice él con una sonrisa.

.- Así es, así es -. Dice ella e iyendo al grano le confiesa .- Pastor, lo he visto raro desde hace días -.

.- ¿A que se refiere? -. Le pregunta, un poco serio.

.- Es que en los días entre semana usted no se esmera en las reuniones como lo hace los domingos, un ejemplo es hoy -. Le dice, estando nerviosa.

Èl se le queda viendo por un pequeño rato, poniéndose así cada vez más nerviosa.

El pastor se echa a reír .- Si, es cierto. Es porque los domingos viene más gente y simplemente yo me esfuerzo un poco para que salga bien la reunión, es todo; creo que está exagerando con eso hermana, no es para tanto -. Sonríe.

Ella al escuchar eso se enoja un poco.

.- ¿Exagerando? Los domingos usted se viste más formal, desde el jueves les dijo a los chicos de la banda que practicaran solo para que toquen bien hoy, la iglesia está mucho más bonita y ordenada que los otros días, hasta siento que hoy trató de verse más "humilde" solo para... -.

.- ¿Para qué, Mercedez, para qué? -. La interrumpe el dueño de la iglesia, que se está empezando a enojar también.

Ella ya veía venir la reacción del susodicho; así que, a pesar de que le estaba latiendo el corazón con fuerza, siguió:

.- Solo para que le den buenas ofrendas, y toda la ofrenda se la queda usted y no aporta nada a la iglesia, que bastante falta le hace, como dije anteriormente, solo la mantiene bonita para hoy. Ya veo de donde sacó plata para comprarse esa camioneta -.

Él al escuchar esto, la agarró del brazo y se alejó junto con ella de la gente que salía de la iglesia, al parecer ya la banda había terminado de interpretar "seámosle sinceros a Cristo".

.- Mira, ¿Quieres que te diga la verdad, estúpida? Si, todo lo que dijiste es cierto. Pero no me juzgues -. Le dice Marcos fingiendo tristeza .- Esto es como un trabajo y los domingos son los días más importantes de este mismo, verás, la mayoría de las personas que vienen a esta iglesia solo vienen los domingos ¿por qué será, Mercedez? -.

.- No sè -. Dice, casi ignorando completamente la pregunta, está demasiado enojada y triste porque le tenía un gran respeto al Pastor, debido a esto se le empiezan a ver unas lágrimas, aunque no quiera mostrarlas.

.- Porque la gente ve esto como una rutina, "Vamos los domingos a la iglesia, a cumplirle a Dios" creyendo que así lo compensan. Como si esto se tratase de solo ir los domingos a la iglesia, dar la ofrenda y ya; creyéndose buenas personas solo por hacer eso, solo por hacer su "rutina". También hacen eso para quitarse ese sentimiento de culpa que cargan consigos mismos, creyendo que pagándome a mí, van a estar salvados -. Se empieza a reír.

Mercedez se le queda observando y no dice ni una sola palabra, por lo que él prosigue:

.- ¿Y sabes que es lo mejor? Que eso a mi no me importa, por mi que sigan creyendo que pagándome van a estar bien con Dios, total, a mi no me perjudica, al contrario, asi estamos todos felices, todos contentos -. Al decir esto, le sonríe.

.- Usted me da asco. No puedo creer que exista gente así de hipócrita, ladrona, farsante... que Dios lo tenga en su gloria -. Dice, lista para irse, llorando, pero él la detiene diciendo:

.- Oiga, ya no la quiero ver cerca de mi iglesia, espero que esta sea la última vez que usted esté aquí -.

.- No hace falta que me lo diga -. Dicho esto, se va.

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Sigue llorando de camino a su casa, todavía no asimila lo que acaba de pasar. Está tan ciega de su ira que solo piensa en una cosa: en la pistola que está guardada en su gabinete.

Su sobrino se la dió, le dijo que solo la usara en caso de emergencia, por si alguien intenta robar su casa o algo parecido, pero ella no tenía eso en sus planes.

"Nos vemos después, hermano" Piensa.

Es irónica toda esta situación, porque hoy el Pastor habló de los mandamientos "no robarás" y "no matarás".

Cuentos de Miedo que escribo porque síDonde viven las historias. Descúbrelo ahora