Capítulo 5 temporada 2: De cabeza al Infierno
El miedo me tenia paralizado en esos momentos, en los que estaba escuchando una canción que desde aquel día en que la oí no me ha dejado ni un solo día, no entiendo porque. Era más perturbador saber que estábamos oyendo a una niña cantar y para hacerlo peor, resulta que esta transmisión proviene del Tártaro. Negué con la cabeza asustado, puse mi casco en mi cara mostrando que no entendía bien –Esperen, esperen... ¿El Tártaro? ¿Qué está haciendo una niña ahí?-.
La princesa Celestia que estaba nerviosa, también siente confusión y dice –No tengo idea-.
-Ninguna de nosotros la tiene-. Hace énfasis Luna.
-Pero...-.
-Sabemos que esto es algo extraño...-.Me interrumpe Cadance-....Por eso te llamamos-. La princesa Cadance mira a Luna, sabía que eran lo que me iban a decir –Esteban, sabemos que esta canción tiene algo que ver contigo y al parecer está relacionado con quien habías peleado ayer-.
Hubo un silencio de varios segundos, mientras el aparato transmisor seguía emitiendo estática y después la niña cantando.
Celestia mas que nadie debe tener esa autoridad que la hace princesa, la iniciativa de actuar contra algo que amenaza cualquier cosa que tenga que ver con su reinado. –Entonces, lo que tenemos pensado es que tu y Shining Armor vayan al Tártaro de donde proviene la señal y vean que la está produciendo-. Shining Armor estaba un poco callado, quizás no tenía nada que decir.
-De acuerdo-. Acepte así de rápido no porque no pensé las cosas, necesito saber qué es lo que me esta sucediendo y hasta ahora siento como si la respuesta estuviera a demasiados metros de profundidad, sea lo que sea, tengo que saber. Odio no saber algo. -¿Bajaremos ahora?-.
-Cuanto antes mejor-. Dice Celestia demasiado seria. –Sera mejor que vayas por tu espada-.
-Está bien, arriba en la bodega debe haber alguna-.
-No...., me refiero...., a la "otra" espada-.
-¿Está hablando de...?-.
-Así es, no podemos confiarnos demasiado a lo que haya ahí abajo, lo mejor será que vayas preparado de la mejor manera posible y eso con La Espada De Las Almas-.
En lo personal, cada que recuerdo la primera vez que use esa arma, siento un dolor pulsante en todo el cuerpo....,sentí miedo, realmente tiene que ser algo demasiado fuerte para tener que usar eso, o simplemente se trata de precaución. –Entiendo princesa....-.Susurre en voz alta-...Debo ir a casa por ella-.
En efecto fui volando de nuevo a Sweet Apple Acres, entre con mucho cuidado para no despertar a Applejack ni a nadie más. Odio de todo corazón tener que hacer esto. Ella estaba dormida boca abajo en nuestra cama, no pude hacer nada más que cubrirla. Abrí el closet donde esa espada estaba emitiendo un color verde claro, después se detuvo, ha estado haciendo eso desde que tuve la pesadilla de la noche anterior, la guarde en su funda y la colgué en mi lomo. Antes de irme, solo la mire a ella –Buenas noches...no tardare-. Cerré la puerta, respire hondo y me di prisa para volver a Canterlot.
La noche es siempre tan tranquila, debo admitirlo estas son unas de las pocas cosas que me gustan de este lugar. Canterlot luce grandioso debajo de la luz de noche que la princesa nos da a todos, es algo de verdad impresionante como Equestria manda al demonio las leyes de la gravedad o de la rotación de la tierra y fijan su fe en princesas que controlan los astros...no tengo idea si es ignorancia o simplemente vivo en un lugar fantástico. Llegue al castillo de Canterlot, Shining Armor y yo no desperdiciamos nada de tiempo, nos pusimos nuestras armaduras de color dorado...solo que no me puse el yelmo...me da calor, pero lo que cubre el pecho y las patas era necesario. Teniendo la espada siempre a mi lado. Estábamos en una habitación que jamás había visto, llevaba a unas escaleras que no parecía tener fondo alguno. Asome la cabeza, pero estoy seguro que deben de haber más de 700 escalones.
Las tres princesas estaban con nosotros. –Supongo que es todo, debo recordarles, en especial a ti Esteban, el Tártaro está repleto de monstruos que jamás podrías imaginar, ahí están criaturas temibles, deben ser valientes, los dos. No enviamos a todo el ejército porque no tenemos idea con que tratamos y no queremos causar un alboroto-.
-Entendido princesa Celestia-. Respondí. A mi lado Shining Armor se despedía de Cadance en voz baja, no logre saber que decían, se notaba que se querían mucho, se dieron un abrazo, un beso y él se coloco a mi lado listo para irse.
-No se preocupe, estaremos bien, volveremos lo más pronto posible-. Dice Shining Armor siendo firme ante su posición tomando muy enserio esto.
-Entonces vayan, cuídense mucho y no lo olviden, tienen un cristal comunicador por si necesitan ayuda-. Dice Cadance.
-Muy bien, vámonos ya-. Di la vuelta y comencé a bajar los escalones. El corazón me latía fuerte pero no rápido, me faltaba el aire, estaba....no lose, curioso, asustado, intrigado, aterrado, por lo que sea que este en el Tártaro cantando una horrible canción. Suspire y bajábamos mas y mas sin mirar atrás.
-Así que... ¿Qué crees que nos esté esperando?-. Pregunta Shining Armor bajando a mi lado.
Sin mirarlo respondí –No lose, pero de seguro debe ser algo...aterrador-.
-¿Cómo qué?-.
-Ni idea-.
-¿Tienes miedo?-.
-No, solo estoy nervioso no se si significaría lo mismo-.
-He escuchado por ahí que eres alguien fuerte ¿Es verdad?-.
Me detuve para verlo y así contestar –Eso tienes que decidirlo tú, recuerdo que hace tiempo alguien me dijo que siempre va a haber alguien más fuerte que yo, pero eso importa, lo que de verdad es importante es superarte a ti mismo-. Seguimos bajando los escalones, el no me volvió a decir nada.
El fin de las escalares era un pasillo largo, demasiado largo, es como si estuvieran ocultando la mayor de las riquezas, pero viene siendo el peor de los peligros. Había antorchas en las paredes para tratar de dar aunque sea un poco de la luz al pasillo infinito, estaba hecho con ladrillos de aspecto como si lo hubieran cortado de una roca. Unas columnas sosteniendo el techo que no teníamos idea de que tan abajo estaríamos para eso. Hasta que, después de más de media hora de caminar en línea recta, se lograba ver una sombra demasiado grande. Entre más nos acercábamos mas podía ver de quien se trataba: Algo bastante similar a un perro de piel negra, debe medir como 5 metros de altura, eso no sería extraño de no ser porque al parecer este tiene tres cabezas. Nunca lo había visto, pero para Shining Armor parecía lo más normal del mundo, así pude saber que no es la primera vez que el viaja hacia las profundidades de lo extraño.
-¿Qué esta cosa?-. Dije acercándome más y más.
-El es Cerbero-. Responde –Es el guardián de las puertas del tártaro-. En efecto, detrás de esa criatura habían dos puertas de madera, arriba tenia la inscripción "Vosotros que entráis, abandonad toda esperanza". Creo haber leído algo así, pero no deben ser más que recuerdos.
-¿El guardián? Discúlpame que lo diga, el no se ve tan...poderoso como para cuidar de estos lugares-.
-Oh todo lo contrario Esteban, Cerbero emite un rugido que neutraliza cualquier tipo de magia, podría dejar a un unicornio inútil si se lo propone-.
-Vaya, me retracto...-.Antes de seguir hablando de repente Cerbero me lame toda la cara, dejándome asqueroso-. Shining Armor no pudo contener la risa -¡¿Pero porque hiciste eso?!-. Le exclame a Cerbero.
-Jajajaja, supongo que debes agradarle-.
-Eso no tiene sentido...-.Digo mientras me limpio con los cascos-...Yo jamás lo había visto-.
-En realidad tienes suerte, es muy difícil que alguien le agrade a Cerbero la primera vez que lo ve jajajaja-.
-Pues vaya suerte que tengo-. Dije sarcástico.
El unicornio después se pone un poco serio con él, se coloca enfrente del perro de tres cabezas y comienza a hablar –Por ordenes de la princesa Celestia nosotros tenemos ordenes de bajar, así que por favor abre las puertas para nosotros-.
Cerbero se rasca la cabeza con su pata, después ladra de una forma tan potente que un poco y me dejaría sordo, me cubrí los oídos. Las puertas hicieron un rechinido, centímetro por centímetro se abrían de par en par. Y había una barrera color rojo. -¿Listo?-. Me pregunta.
-Yo...si, si lo estoy-.
-¡Vamos entonces!-. Nosotros dos corrimos y atravesamos esa barrera de tono rojizo cual sangre, habíamos entrado al Tártaro.
En realidad este lugar tiene muchos nombres, Tártaro, infierno, inframundo, fosas del Hades y mucho mas, un montón de nombres pero el lugar es el mismo, donde se mantienen presos a los demonios y enemigos oscuros que alguna vez amenazaron Equestria y gran parte está aquí mismo, emitiendo gemidos de dolor o de suplica –Andando Esteban, no nos quedemos aquí más tiempo del necesario-. Dice Shining Armor acomodado su armadura.
Por mi parte, me sentía mal, me sentía mareado. Todo me daba vueltas en la cabeza, mi cuerpo me comenzó a doler de forma indescriptible, sentía un dolor muscular. Me estremecí un poco y me arrodille poniendo un casco en el pecho intentado respirar pero esto se me complicaba todavía más, Shining Armor dejo caer su espada un poco cerca. El se puso a mi lado -¿Te sientes bien?-.
Yo muy forzado conteste –N...no...¡Me duele! ¡Me duele!-. Exclame
El trata de levantarme pero yo solo me puse de rodillas y continuaba gritando de dolor -¿Quieres que regresemos?-.
-¡No!-. Conteste de inmediato -¡Debemos hacer esto!-.
-Oye pero ni siquiera puedes levantarte-. El refuto.
Mis dolores se hacían mucho más grandes, mis huesos, mis músculos y la cabeza me dolían, intentando soportar, sentía que algo de repente venia, sentía mi cuerpo crecer y como salían cosas de mis cascos y no pude hacer otra cosa más que gritar del más profundo dolor jamás causado en mi vida -¡¡AAAHH!!-. Así como así, me salieron dedos, mi melena si hizo corta, sentí huesos crecer, mi boca de poni cambio al igual que me dientes, mi color de piel cambio en un tono melanina, mis ojos se hicieron un poco más pequeños.
Cerré los ojos con fuerza, al abrirlos lentamente el me miraba asombrado incluso retrocedió un par de pasos viéndome de arriba abajo -¿Esteban? ¿Qué....que te paso?-.
Mire hacia arriba después...vi...tenia manos, dedos, uñas. Intente levantarme, pero ya no tenia 4 patas, me puse...de pie. Mire aterrado mis brazos, mis dedos, mis piernas, mis pies, mi pecho. Me toque la cara, nariz pequeña, cara redonda, cabello raro. –No.... ¡No!...¡¡DIOS NO!!-. Me había convertido en un humano -¡¿Qué sucedió?!-. Mire a Shining Armor, palpando mi pecho -¡¿Qué me paso?!-.
El se hace más y mas para atrás –Yo...no tengo idea-.
-¡No puedo ser humano!-. Grite -¡Me van a matar! ¡Me van a echar de Equestria!-.
-¿Exactamente que eres tú?-.
Ahora comprendo un poco mejor, nadie le había dicho que yo era un humano -¡No hay tiempo para una explicación de tres horas! Te lo resumiré de la mejor forma: Yo soy un humano, raza de otro mundo o dimensión o lo que sea, vine aquí por culpa de Dark Silence, me hice amigo de algunas ponis, pelee contra Dark Silence, morí, resucite de forma estúpida, lo vencí, Celestia me hizo poni porque había una ley que los humanos no pueden estar en Equestria por ningún motivo y aquí me tienes-.
El solo parece tener cara de tener una pregunta en mente -¿Cómo es que nadie me lo había dicho?-.
-Creo que es alguna especie de secreto-. Dije mientras estiraba mi cabello, ya no tenía larga melena. Apropósito tengo que mencionar....que no tengo nada de ropa puesta más que la armadura que me cubría el pecho...y "ahí" abajo, como los ponis no tienen ropa...y me acabo de hacer un humano...supongo que es lógico.
-¿Y porque cambiaste? ¿Eso de ser un humano es a voluntad?-.
-No...-.Respondí pensando –Celestia uso un hechizo conmigo para hacer poni de manera permanente pero...¿Se habrá roto?-.
Shining Armor parece entender mas rápido que yo, solo divaga unos instantes y responde –Creo que ya sé que sucede, nosotros cruzamos esa barrera roja que resulta ser la puerta del Tártaro...-.La señala con el casco -....Veras, esa puerta tiene alguna especie de polaridad invertida, es algo así como....una protección, toda la magia o hechizos, la puerta los disuelve, los des-hace, si eres un poni por magia de la princesa Celestia...al atravesar la puerta el hechizo se hace un efecto inverso y te devolvió a tu forma original-.
Estaba a punto de contradecirlo con otras teorías tontas que tenía en mi mente pero entonces le haya lógica –Oh, ya veo.....¡¡¿ENTONCES ME QUEDARE ASI PARA SIEMPRE?!!-.
-Quizás no, tal vez si vuelves a cruzar la puerta, me refiero a salir del Tártaro, te conviertas en poni otra vez-.
-¡Pero eso duele mucho!-.
-Si te creo, en fin....pues vámonos, tenemos una misión que hacer, entre mas rápido terminemos, mas pronto volverás a ser poni-.
Me quede quieto y hable interrumpiendo su paso –Emmh...Shining Armor-.
El se detiene -¿Qué pasa ahora?-.
-Estoy desnudo-.
Se queda callado, mira de un lado al otro -¿Y?-.
-No puedo ir así, ahora soy un poco más sensible en el cuerpo no podre pelear en totalidad, solo necesito mi ropa...y unos tenis cómodos porque estos versión poni me están matando los pies-.
Shining Armor se fue dejándome aquí, el regreso a Equestria a mi hogar en Sweet Apple Acres, le dije que me trajera la ropa que estaba en el ropero en el segundo cajón de la izquierda y que procurara que no lo viera nadie, iría yo mismo pero en verdad duele pasar de ser poni a humano y viceversa. Así que me senté en el suelo presenciando un lugar tan oscuro y diabólico jamás admirado. El cielo era negro, habían demasiadas montañas y frente de la puerta del Tártaro había un largo camino de piedra y a los lados mas caminos que conectan con el principal, parecía no tener limite, pero estos caminos estaba elevados como si estuviéramos en la punta de la montaña...ya que también se ve una oscuridad hacia abajo que no te deja ver el fondo. Espere paciente, tratando de seguir pensando que esto no me afecte demasiado, me sorprendió eso de volver a hacerme un ser humano, honestamente no pensé que volvería a caminar en dos patas jamás.
Estuve muy tranquilo hasta que Shining Armor se ve como atravesó la barrera, tenia encima de el mi propia ropa, es exactamente la misma que use en el mismo primer día que llegue aquí, solo constaba de una camisa simple color naranja (Esa me la hizo Rarity hace mucho tiempo), un pantalón de mezclilla y los converse que para mi jamás pasaran de moda. –Toma esto fue lo que encontré ¿Es todo?-.
-Sí, muchas gracias-. Respondí mientras la tome. Me di la vuelta para empezar a vestirme muy rápido. En cuestión de dos minutos ya estaba cambiado, igual me sentía desorientado por este nuevo cambio, insisto en que fue horrible esto, aun me duelen las piernas, apenas podía moverme tuve que apoyarme el cabeza Shining Armor para tratar de dar unos cuantos pasos. Los dos avanzamos por esos caminos en las puntas de las montañas, estábamos en silencio. Trate de acomodarme en este "nuevo cuerpo" pero se me hacia un poco difícil. Continuábamos, no había ningún cambio. Shining Armor saco un aparato de su armadura, por la forma en que la movió diría que se trata de un lector de frecuencias tal vez para saber a dónde nos dirigimos.
No dejaba de verme los brazos ni las manos, era algo asombroso volver a verme así. -¿Estamos cerca?-. Pregunte tratando de echar un vistazo en ese aparato.
-Sí, no deben estar a más de medio kilometro de distancia, ¿Te sientes mejor?-.
-Creo que sí, me demuelen los músculos pero no es nada que no pueda superar-.
-Mas te vale, no creo que sea algo que logremos tratar de manera simple-.
El lugar era tan...tan...tranquilo, que ni siquiera parecía un lugar de tormento para todo aquel inicuo que alguna vez anduvo sobre la tierra.
Entre más nos acercábamos el artefacto cada vez hacia más "Bips" y se oía con mayor intensidad. Caminamos hasta un punto en que nos encontramos con una especia de caverna, este era iluminado por unos cuantos cristales verdes incrustados en las paredes de esta misma. El me miro y me dijo –Sea que lo que sea hasta aquí adentro-. Dice en tono sombrío. Nos adentramos sin ningún temor.
Sin querer la cabeza me empezó a doler de nuevo. Mas y mas adentro, la oscuridad nos rodeaba, pero la poca luz de los cristales me hacía distinguir hacia donde avanzábamos. De una forma que hizo que casi me diera un infarto de la forma más cruel, una vez más la voz de una niña pequeña se oía con profundo eco, un canto leve y tranquilizador, la canción de cuna que me condenaba estaba siendo cantada de forma siniestra –Tick Tock Hace el reloj y el mundo entero se detiene....Tick Tock Nunca volveremos atrás.....-. Empecé a respirar con muchísima fuerza debido a lo nervioso que estaba, Shining Armor continuaba como si no estuviera escuchando nada. Mi cabeza me dolía y después se aliviaba –Tick Tock Hace el reloj Esteban pronto morirá....-Eso fue lo necesario para asustarme.
-¿Ho...hola? ¿Hay alguien aquí?-.
-Tick Tock Hace el reloj incluso para el más valiente, Nada de eso acabara...-. Lo mas tétrico era como Shining Armor seguía caminando tan tranquilo-.....Hasta que ********* mate a Esteban-.
Me canse de esto que no comprendía y grite -¡¿Quién está ahí?!-. Al fondo y también al final de la caverna, los cristales mostraban de manera débil en la oscuridad como si de repente algún demonio saliera para matarnos, pero solo se veía un asiento hecho un material que desconozco color negro, alguien estaba sentado ahí pero no podía verlo, solo seguía cantando.
-¿Esteban?-. Dice la silueta que este en ese raro asiento, entre más me acercaba mas notaba cráneos en el suelo y sangre adornando las paredes de la caverna.
-¿Eres la niñita?-. Pregunte de manera ingenua.
Solo escucho como parece soportar la risa y dice –Si...si soy yo, por favor ayúdame-.
-¿Cómo te ayudo?-. Dice acercándome lentamente.
-Pues....solo busco asesinarte-.Esa voz infantil se convirtió en algo aterrador, se escuchaba perteneciente de alguien madura, distorsionada. Los cristales se iluminaron de forma más intensa como si fueran candelabros de los más grandes. La cueva entera se ilumino de esa luz verde, mostrando así la cueva de forma más completa un trono grandísimo compuesto de tela que no se distinguía al principio, algo parecido a la realeza, todo era más grande de lo que parecía. La silueta tomaba forma a medida que la veía mas detenidamente, esos ojos verdes, esa piel color negra con agujeros al igual que en sus patas, esa corona que solo podría representar la grandeza entre la maldad rigente de algo destructor y ella es la misma reina. No podía creer lo que estaba viendo, solo apreté mis manos, incline la mirada para poder decir el nombre de ella con un zumo rechazo desde el interior de mi alma.
-Chrysalis-. Dije molesto.
-Oh, válgame el honor...-. Dice ella de forma sarcástica y alegre-...El gran Esteban Reynolds conoce de mi-.
-Twilight me ha contado de las atrocidades que has hecho, es algo que no puedo perdonarte-.
Chrysalis niega con la cabeza –Como si fuera tu problema infeliz, eso ni siquiera lo viviste-.
-No me importa, le hiciste un gran daño a Twilight y yo jamás tolero eso-.
Ella nos mira a ambos, más Shining Armor que se mantenía quieto y callado. –Como sea-.
-¿Por qué nos trajiste aquí?-. Pregunte enojado.
-Jajajaja, ¿Qué nos obvio? Sabía que tú con ese asqueroso corazón "lleno de bondad" no te resistirías al dulce pedido de ayuda de una pobre niñita-.
Hice un gesto de enfado -¡Suficiente! ¡Dime que es lo que buscas!-.
Ella se queda callada y sonríe de modo que pude ver esos colmillos más afilados que mi espada –Te quiero a ti-.
En eso Shining Armor se da la vuelta, sus ojos estaba rojos, parecía no tener alma propia, ilumina su cuerno y me lanza magia. Me mantiene contra la pared, su magia era demasiado fuerte no podía escaparme, pero no parecía la clase de fuerza que tendría Shining Armor, más bien era como si su poder aumentara por otras razones. Me sostenía con bastante fuerza y yo no podía moverme hacia ningún lado -¡¿Shining Armor?!-. Grite -¡¿Qué te pasa?!-.
-Aww, que tierno de Esteban, tratando de razonar con su amigo-. Ella baja lentamente de su trono, pone su casco en el lomo de Shining Armor y lo mira con descaro –Buen chico, más vale obedecer todo lo que te pida-.
-Lo que usted me diga-. Dice el unicornio sin ninguna emoción.
-¡Suéltame! ¡¿Qué le hiciste a Shining Armor?!-.
-Vaya, tantas preguntas para ser un simple humano-. Se acerca a mí, me ve todo el cuerpo, trataba con toda mi fuerza escapar pero era inútil. Chrysalis me pone el casco en el estomago y sube por todo mi pecho hasta mi cuello, me recorre de forma seductora....después me da un fuerte golpe en el lado derecho de la cabeza. –Repugnante humano ¡Sabes muy bien porque estás aquí! ¡Lo mataste, mataste al único digno del mensaje de la oscuridad eterna: Nuestro maestro!-.
Se me helo la sangre con suponerlo -..... ¿Dark Silence?-.
-Así es mi querido Esteban-.Me da otro golpe en la cara y otro en el estomago –Lo mataste, ahora vamos a vengarlo de la manera que a Él le hubiera gustado-.
-"¿Vamos?"-.
Chrysalis hace un ademan para que mire a la entrada de la cueva y veo como entra un poni. Este mismo esta vestido como la misma realeza como si combinara con el trono donde estaba la poni que me acaba de golpear, también trae una corona disimulada, no tengo ni idea de porque pero también sus ojos eran verdes pero sus pupilas eran rojas, y de sus mismos ojos salía algo similar a humo color morado, melena peinada hacia atrás color negra y un cuerno rojo como si hubiera estado cerca de fuego completamente cubierto por una armadura –El rey sombra...-. Quise hablar más alto pero el asombro que sentía me dejo mudo.
El se ríe de esa forma tan horrible –Vemos que no se le escapa nada a nuestro amigo ¿Oh no Chrysalis?-.
-Desde luego mi querido compañero, pero que listo es el humano-.
El hace la cabeza a un lado en forma de desprecio –Aun no puedo creer que una criatura tan estúpida como este humano haya podido vencer al gran señor Silence, el maestro de la oscuridad, el señor de la tortura amo de todo lo que le temes-. El rey sombra se enfurece con recordar a quien había asesinado así que al igual que Chrysalis me golpea repetidas veces en la cara, yo no podía moverme ni un centímetro, pero mi ojo izquierdo goteaba sangre levemente. Hasta que por fin retrocedió dejando respirar –Bueno, lo pasado es algo que no vale la pena ver ahora mi querido Esteban, debemos mirar hacia el nuevo amanecer, no éramos sus seguidores por nada-.
Me faltaba aire, me sentía mareado por tantos golpes en mi cabeza -Ustedes...¿Eran sus...?-.
Antes de que pudiera terminar, Chrysalis se adelanta –Nosotros éramos sus mismos discípulos...él fue quien nos dio la fuerza y el poder para lograr tener nuestros dominios-. Creo que se refería a que es la razón por la que Chrysalis es una reina de los simuladores y El rey sombra tiene un poder tan grande como para tener su propio imperio. –Lo eliminaste, ahora nosotros haremos lo mismo por él, oh pero no pienses que te vamos a asesinar ahora, de todas formas....Tick Tock Hace el reloj, el verano pronto terminara-.
-¡¿Fueron ustedes los que pusieron esa canción en mi cabeza?!-.
El rey sombra toma posesión de la conversación –Jaja, claro que fuimos nosotros, debíamos llamar tu atención, incluso enviamos a Tandrius para solo revisarte para cuando estuvieras aquí-.
-¡¿Qué me dices de Shining Armor?!-.
-Él fue el más sencillo, solo nos aprovechamos y tomamos control de él, al parecer se sentía molesto contigo porque le quitaste su trabajo como general-.
-¡No les creo, el era un buen amigo!-.
-Ja, sigue engañándote a ti mismo, pero por dentro los celos lo consumían, tomamos ventaja para hacerlo nuestro esclavo desde hace unas semanas, ahora no pude detenerse ni aunque quisiera. Ahora como dijo mi amable compañera no hay prisa de matarte ahora, no puedes ni moverte así que ¿Qué tal si subimos y le hacemos una visita a Sweet Apple Acres?-.
El corazón se me detuvo, y con más fuerza continúe gritando -¡NO! ¡No los lastimen a ellos, ustedes me quieren a mi, carajo!-.
-Ya lo hemos decidió, nosotros no queremos terminar con tu vida que no vale nada, nosotros queremos matar todo lo que ames, queremos verte sufrir hasta el punto en que desees estar muerto, así vengaremos al señor Silence, destrozándote por dentro. En fin ¿Nos vamos?-. Hace una señal a la entrada de la cueva. Shining Amor me hacia levitar y caminaba junto con ellos.
Esto era algo demasiado enserio, si de verdad si tienen pensado eso no solo mi familia se verá afectada, si ellos salen de aquí toda Equestria estará en peligro, si tan solo pudiera pelear quizás pueda ganar, si pude con su maestro quizás pueda con ellos, pero no logro salir de esto. Una vez afuera, tome demasiado fuerza en una sola mano, literalmente conseguí escapar solo un poco pero mi cuerpo se lastimaba demasiado al hacer todo es esfuerzo extremo que casi podría romperme el brazo, tome a Shining Armor por el cuerno y lo golpeo en frente, el se desconcentra y su magia se interrumpe haciéndome caer en el suelo lastimándome las manos. Al ver esto El Rey Sombra parece que usa una pequeña parte de su poder, su cuerno se ilumina en su propio contorno para lanzar su magia que me dio justo en el pecho...fue tan fuerte que me caí del camino de la cima de la montaña para empezar a descender a los mismos abismos donde no tengo idea si voy a sobrevivir.
Fin del Capitulo 5
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My little pony: Un humano en Ponyville
FanfictionTodos los derechos reseervados para el autor de este fic •[Un humano en Ponyville= Temporada 1]•: Terminada •[Las crónicas de un humano= Temporada 2]• Terminada Por cierto en este fic la pareja o el ship es de: Esteban x Applejack