My little pony: Un humano en Ponyville

Temp 2: Cap 1

Temporada 2 Capítulo 1: Tick Tock hace el reloj

Arriba en los balcones del castillo, me encontraba pensando en las cosas nuevas a las que tengo que vivir ahora que vivo en Equestria, muchas cosas han sido del todo buenas, lo único que tengo son constantes terrores a que lo que más temo regrese por mi cuando menos me dé cuenta. Dejando de la lado esas cosas absurdas sucedió algo que no pensé que pasaría....Me encontré con la princesa y ni siquiera me di cuenta. La mire con sumo cuidado, una alicornio color rosa con una melena de colores que lograba combinar de manera perfecta, no tenía mucho cuidado en ver su Cutie Mark ¿Por qué? Bueno ya saben....no considero muy apropiado mirar....ahí atrás solo para ver su marca, prefiero que ellos me la digan oh que me den permiso para poder ver. Era más alta que yo y con razón, no es princesa por nada, me siento pequeño al verme como un simple poni.

-¡¿Princesa Cadance?!-. Dije sorprendido, pero una sonrisa se dibujo en mi rostro.

-Jajajaja, pequeño Esteban ¿Podrías repetirme eso de que te pone nervioso conocerme?-. Dice ella siendo irónica-.

No supe muy bien que contestar, en efecto me sobresalte tanto. Pero antes de que siquiera respondiera, unos soldados aparecen en la entrada del balcón, parecían agitados y cansados como si hubieran acabado de correr –Mi...mi princesa, que bueno que la hayamos, no debería huir asi de nosotros-. Eso explicaba porque Cadance está aquí sola.

A lo que ella responde –*Suspiro* Si, si ya lo sé...-.Ella me susurra -...Soldados, tu sabes que no entienden a la primera que es lo que quieres-.

-Ya lo creo, respondí feliz-. La mire con sumo cuidado, tenía unos bonitos ojos, le extiendo el casco y queda enfrente de ella –Chócalos-. El soldado de Cadance de inmediato saca su espada y la pone muy cerca de mi cuello.

-Más respeto para tu princesa-. Me dice amenazante.

Cadance inmediatamente reacciona y un tanto molesta exclama -¡Por favor, eso no es ninguna molestia además usted debe comportarse ante el general de la guardia real!-.

El soldado me mira detenidamente, no sabe quien soy dado que el vive en el imperio de Cristal. El muy aprisa retira su arma –Es...verdad, general Reynolds....-.

-Solo dime Esteban-. Dije pensando que no era la gran cosa, pero si fue alguna exageración llegar al punto de casi parecer que me iba a matar solo por pedirme que chocara el casco.

Ella solo respira –Por favor, denme un momento a solas con él, no necesito que me sigan a todos lados-.

-Pe...pero princesa esos son los deberes de un soldado de la fuerza real-.

-Sí, pero la princesa soy yo y ordeno que nos dejes tranquilos aunque sea unos segundos-. El soldado no podía negar una orden directa de ella, solo guarda su espada, se inclina arrepentido y se va de allí, pero supongo que se mantendrá al final de las escaleras esperando a que Cadance baje. –Vaya, de verdad lamento mucho eso Esteban-.

Siendo divertido respondí –Bueno no se preocupes, usted es la primera que entiende que solo quiero que me llamen Esteban-.

-.Jajá, veo que no te adaptas tan sencillo a este trabajo-.

Hice un gesto y me encogí de hombros, recordé lo que paso hace unos momentos –Emh...No es por ser grosero o algo, pero ¿Por qué quería hablar conmigo? Shining Armor dijo que usted me buscaba-.