Capítulo 3 Temporada 2

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Capítulo 3 temporada 2: La esencia de la sangre


Volando hacia Manhattan, pensaba con demasiado cuidado en las mismas cinco palabras que no dejan de molestarme ni por un segundo, sentía algo dentro de mi cabeza, algo que simplemente no podía callar con solo pensarlo, yo sentía como daba vueltas en mi consciente una y otra vez: Tick Tock Hace el Reloj. No comprendo, voy tarde a un evento de mucha importancia, pero supe que estaba cerca las luces de la gigantesca ciudad iluminaban el cielo más fuerte que un faro dirigiendo a los barcos en el mar.

Logre llegar casi sin ningún problema, a excepción del aterrizaje...me estrelle contra un edificio. Lo bueno que no cause daños mayores, solo rompí un par de ladrillos. Me fui de allí antes de causar más problemas. Anduve por las calles de Manhattan como un poni cualquiera, todos pasaban como si fueran la gran cosa y yo muy angustiado tratando de encontrar la dirección en todo se supone que tengo que estar. Trate de recordar –Bien, aquí hay un edificio color azul...y al lado hay otro color rojo....*Suspiro* Debí pedir mejores indicaciones-. Saque un papel de mi saco, un montón de letras que no entendía, además de no conocer las calles, esto va a tardar más de lo que esperaba. Tenía que darme prisa. Por fortuna solo le pregunte a un vendedor de flores en donde podía encontrar el edificio en donde todo se llevaría a cabo, amablemente me dijo en donde. Ya llevaba una hora de retraso eran las 9:00 pm.

Encontré lo que viene siendo una construcción que de seguro mide más de 40 pisos de altura, como la mayoría de los que están aquí en Manhattan. Esteban hecho de un hermoso material como si fuera de cristal pero solo era un efecto que daba la pintura color plateada, se veía un sitio demasiado elegante. Yo entre, al principio el guardia y yo casi discutíamos a gritos porque no me dejaba pasar, pero entre eso, la princesa Cadance se asomo por los bordes de la entrada y esa misma era un living demasiado bonito como el de un hotel lujoso. –Ah, eres tu Esteban-. Después hablo al guardia –Puedes dejarlo pasar el está invitado-.

El guardia de mala gana me dejo entrar, Cadance me recibió de forma agradable. Pero yo un poco desconcertado me disculpe –Yo....yo lamento la tardanza-.

Ella solo se ríe –Jajaja, descuida, al contrario llegas temprano, sabía que te retrasarías, así que te dije que la hora a las 8 para que llegaras tarde ósea justo a tiempo-.

-¿Eso significa que todo esto comenzaba a las 9?

-Asi es-.

-Hmmmm..........es buena-.

-Lo sé cariño, lo sé-. Reímos nosotros dos, es bueno que no haya tantas formalidades solo porque es una princesa, de hecho creo que soy el único que la habla de una forma "Irrespetuosa" pero a ella le agrada que sea así con ella.

Cadance me invito a subir, al parecer este edificio contiene departamentos que son del ancho de un piso por completo, algo que es bastante costoso, al parecer es mas fácil para ellos vivir en esos departamentos que construir una casa propia y yo entiendo. Cuando uno vive en esta clase de lugares no tienes que molestarte por fallos en los servicios, problemas de hipotecas o robos, estos hogares son de lo más seguro, tanto abajo como dentro del mismo. Ella y yo tomamos un elevador hasta el piso 19, fue muy tranquilo. Desde luego llegamos rápido, no pasaban mas de las 9 de la noche con 15 minutos, al parecer solo tuve un elegante retraso. Abrimos las puertas para dejar ver un lugar que es sumamente hermoso, la decoración parecía algo hermoso e incomparable, el papel tapiz, muebles que solo conseguías en tiendas de ese lugar, sumamente abstracto y costosamente innecesario, nada nuevo para los ponis viviendo aquí. Un par de candelabros colgando y con reflejos de cristales iluminaban con una intensidad un tanto mínima, como si el punto solo fuera presumir. En el centro había una gran mesa de madera fina tallada y barnizada de quizás 6,000 BITS de costo, eso supongo que será algo hecho a casco (por no decir "a mano"), tenia arriba un mandil demasiado lindo, los platos consistían varios tenedores y cucharas, y unos asientos que combinaban de manera perfecta con la mesa, algo así debe costar tanto, incluso más caro que tener casa propia.

Obvio, había sirvientes, todos eran unicornios. Ellos nos guiaron a Cadance y a mí para sentarnos, ya estaban casi todos los invitados. Cadance me presento con mucha amabilidad, se veía que me consideraba su amigo –Señoritas, Caballeros....-.Dice interrumpiendo sus charlas de importancia, habían unicornios y pegasos, por sus ropas podía ver que eran gente de alto prestigio, como por ejemplo una poni de piel color blanco pero a la vez un pequeño toque morado, muy linda y una Cutie Mark que no entendía su significado. -...Es un gusto presentarles a Esteban Reynolds, el General a cargo de la guardia real de Canterlot-. Me señala y yo solo saludo con el casco.

No sabía muy bien que decir, no estaba nervioso pero yo se que esta clase de ponis te critican demasiado por la primera impresión –Emh...Hola, mucho gusto-. Salude de manera modesta.

Tome asiento junto con Cadance, todos ellos se me quedaron viendo por unos segundos, me pusieron un tanto nervioso. Después pasaron a sonreír y un par de ellos murmuraban. A mi lado derecho se sentó ella y a mi lado izquierdo estaba esa poni de blanco con melena rosa que era un poco más grande que yo. Al lado de la señorita no pude hacer más que volver presentarme –Disculpe, mi nombre es Esteban-.

A lo que la poni respondí –Jeje, descuida ya escuche quien eres, yo soy Fleur Dis Lee-.

-Oh, gusto conocerla señorita-.

Ella se mostro un poco encantada –Vaya, pero que poni tan bien educado para ser tan joven-.

Uno que estaba enfrente, que parecía un poco más viejo que todos, vestido con unas ropas que de seguro valía todo Sweet Apple Acres –Válgame, habíamos escuchado que había un nuevo general en Canterlot hace apenas unos meses, no habías tenido el gusto de poder conocerte, sin embargo es una sorpresa para todos aquí que resultaste ser tan....tan....menor comparado con el otro general-. Ellos se referían a Shining Armor, para aclarar el no tuvo problemas con que yo fu general y el solo fuera sub-general, insisto en que acepte de mala gana este trabajo.

-Bueno, vera, yo solo fui escogido por tener mucha habilidad en este aspecto-.

-Bien un pocas palabras podría decirse que eres un niño-. Dice un poni que también tenía unos atuendos para dama muy refinado. Se da un poco de aire con su abanico –Pero supongamos que está bien, siempre y cuando demuestres mejorías en Canterlot ¿Podemos suponer que eres alguien fuerte?-.

-Hmm...Señorita no creo poder tener una respuesta que sea la correcta, no me considero alguien fuerte, cualquiera puede llegar a mi nivel-.

Otro poni un poco en la esquina responde –Jaja, pero que muchacho tan modesto, eso me agrada-. Ese poni parecía tener 40 y tantos, al lado estaba su esposa que dice:

-Opino lo mismo, este joven es alguien que no se sobre sale el mismo-.

No comprendía muy bien cómo reaccionar. Una media hora paso, estuvo lleno de un par de preguntas y risas, resulta que algunos de esos presentes eran príncipes, princesas, ministros, cancilleres y más. Todos ellos reunidos únicamente por tradición, no había un forma en especial, pero es una formalidad. Desde luego yo también me reserve un poco, no les dije que era un humano, solo invente una historia falsa de mi en Equestria, les conté que yo era un simple niño que vivía en Cloudsdale....incluso tuve que admitir que no tenia padres ni hermanos, ni familia genética. Hubo un punto en que el elevador se abrió nuevamente, de el salió otro poni, sin embargo...al verlo sentí algo en mi cabeza que me produjo un dolor fuerte, pensé que solo era una pequeña coincidencia, me relaje un poco y lo vi entrar, alguien de color rojo, cabello negro y un poco corto al igual que cola, unos ojos naranja junto con unos adornos en sus patas y una ropa que cubría su Cutie Mark, me impresiono ver que era terrestre, sería el único. –Disculpen la tardanza-. Dice el tomando asiento.

A lo que la señorita de la esquina derecha dice –Oh, sabía que faltabas tu Tandrius, que gusto volverte a ver-. Al parecer tienen una conexión con los ponis de la realeza, se veía tan común. Tomo asiente un poco al lado de enfrente de mí, me miro con mucha curiosidad y dijo –Bien, bien, bien, ¿Qué tenemos aquí?-.

No entendí bien, pero me presente de igual forma –Hola, soy Esteban Reynolds-.

El poni de color rojo arqueo la cabeza y muy de forma que me ponía nervioso dijo –Ah....Esteban Reynolds...que curioso nombre.....para un curioso poni-. Me veía con mucho detenimiento como si tuviera algo en la cara.

Tosí de forma que trataba de desviar la mirada –Ejem.... ¿Gracias? Es un gusto para mi conocerlo señor ¿Tandrius?-.

-Soy Tandrius Sanguimen-. No parecía nada fuera de lo normal.

Después los unicornios trajeron la comida, por fin, había pasado un buen rato. Pusieron los platos, cada uno parecía de porcelana extranjera, se notaba por la pictografía de probablemente grifos. Todos muy educadamente empezaron a comer. Era una pequeña ración de...de....ni idea, no sabía que era pero tenía un buen sabor, aunque no tan bien como el pastel de manzana de la abuela Smith o un hot cake de Applejack, prefería mil veces eso a estas pequeñeces que no llenarían ni a una hormiga. Comía al mismo tiempo que conversaba con todos, Fleur me hacía varias preguntas, me miraba un poco sonriente –Dime mas de ti Esteban ¿Cómo fue que te hiciste general de la guardia real en Canterlot?-.

No podía decirle que era por haber vencido a Dark Silence, así que me invente algo rápido –Creo que....trabaje muy duro por eso y conseguí lo que quería-.

Ella muy admirada conmigo dice –Wow, además de lindo eres muy dedicado-.

-Je gracias, Applejack me dice eso todo el tiempo-.

Cadance me miro rápido como queriendo decir algo, pero no podía dado que hay muchos ponis presentes. La atención de nuevo se puso sobre mí, Fleur solo pregunta de forma frustrada –Y.... ¿Quién es esa Applejack?-.

A lo que sin miedo respondí –Oh, ella es mi esposa-. Cadance me dio una ligera patada por debajo de la mesa, no entendí muy bien porque.

La señorita enfrente de mí pregunta -¿Esposa? ¿Y porque no hemos tenido el gusto de verla? ¿Es acaso que ella está ocupada con asuntos de la realeza más importantes?-.

-¿Qué? Jajaja, ya es un poco tarde, seguro ella esta acostada y descansando-.

-Oh, que caballeroso de su parte pero ¿Acaso las labores reales le son difíciles?-.

-En realidad creo que es demasiado duro para ella, mas en estos tiempos de cosecha en Sweet Apple Acres-.

Tandrius solo miro por la esquina de su ojo pero sin mover la cabeza repentina y la señorita de enfrente solo arqueo la cabeza un poco y extrañada dice -¿Sweet Apple Acres? ¿Qué no es acaso una granja?-.

-Desde luego ahí es donde Applejack y yo vivimos-. Conteste muy feliz y orgulloso, pero Cadance con la mirada trababa decirme algo que no lograba comprender.

La señorita más que sorprendida parecía....como si hubiera dicho alguna grosería o los hubiera insultado, no tengo ni la mas mínima idea porque fue que se lo han tomado tan a mal, solo les dije la verdad. Ella haciendo más aire con su abanico ríe de forma forzada –Jeje Tienen que ser una broma ¿Verdad? En la vida se permitiría algo así-.

-No, no es ninguna broma, he vivido en Sweet Apple Acres desde hace un buen tiempo, lo considero mi hogar. La familia Apple me ha recibido bastante bien, en especial Applejack y...ya saben, nos conocimos y ahora tenemos dos meses de casados-. Sigo sin entender su indignación.

Ahora un caballero que más bien parecía anciano guardia de algún lugar toma la palabra para continuar con su extraña sorpresa de lo que acababa de decir -¿Es enserio? Quiero decir....¿El General de la guardia real de Canterlot....viviendo en una....granja? Se supone que es el miembro más importante del gobierno en Equestria y....no me lo imagino viviendo en una granja entre animales-.

Algo dentro de mi comenzaba a molestarse, ahora sé que lo me decía Cadance, estos en definitiva son unos exigentes que tratan de manera inferior a los demás, me contuve y fui educado con ellos –Bueno, al casarme con Applejack llegamos al acuerdo de quedarnos en Ponyville cuidando la cosecha de manzanas, todo lo que tengo esta en esos lugares, mi familia, amigos. De hecho la princesa Celestia me ofreció una vivienda en Canterlot pero tuve que rechazarla, nosotros preferimos estar en donde más nos guste y eso es Sweet Apple Acres-.

-¿Preferimos?-.

-Así es, Applejack y yo tomamos las decisiones juntos-.

Hubo un silencio incomodo, tal parecía que yo no era lo que ellos esperaban. ¿Por qué? ¿Acaso el no vivir en lugares lujosos en ciudades de gran prestigio me hace un mal ser? No los entendía, ellos creen que solo los suyos pueden tener el derecho a hablarles. Una señorita a unos asientos míos de distancia solo trata de acomoda las cosas y dice –Hmm....vaya muchacho tan....tan....diferente, pero estoy seguro que....hace un gran trabajo-. No sé si lo decía enserio. De todas formas estos ponis de alta sociedad no me intimidan cuando se trata de mostrarles quien soy en realidad.

A partir de ahí, se retiraron las mesas y se dejo un amplio espacio, solo se puso música de orquesta para dar un ambiente mejorado a la situación. La princesa Celestia había llegado, pero Luna no estaba con ella al preguntarle porque, ella me respondió que Luna se sentía mal, me preocupe mucho por ella, la considero una buena amiga....dejando atrás que también intento matarme y esas cosas. La princesa Celestia fue la invitada mas especial por así decirlo, todos se esforzaban por da una buena impresión, solo eran esa clase de ponis que aparentan para querer sobre salir. En fin, las últimas horas se fueron volando, todo solo eran platicas "Mi reinado" esto, "Mi dinero" aquello. Prefiero las fiestas de Pinkie Pie, en ellas nadie se aburre y aquí he bostezado tantas veces que hasta perdí la cuenta. Fleur no se apartaba de mi, era demasiado elegante y lo hacía de manera sutil, pero yo no podía dejar esa sensación de que alguien me miraba, pero cada vez que trataba de saber quién era, no me daba cuenta. Conocí un par de soldados veteranos que cuentan la historia de Equestria y las largas guerras, un par de princesas de otros reinos, ponis de negocios importantísimos y más. Llego un momento en el que Fleur y yo conversábamos, yo no la veía mas que como una interesante amiga.

-Es verdad mi querido Esteban, a mi también me gustan las donas-. Decía riendo y de vez en cuando dándole un leve sorbo a una copa de vino que costaba más que el mismo oro.

-¿Verdad que si? Son deliciosas y glaseadas, me encantan las de chocolate-.

Ella de una forma en la que quizás tenía confianza en sí misma, me sonríe –Oye, donde yo vivo puedo conseguir muchas de esa donas, si tu quieres, podrías decidir un día y comerlas juntos-.

-¿Enserio? Ja, no tengo problema con eso ¿Puede acompañarme Applejack y Applebloom? Estoy demasiado seguro que les gustaría la idea-.

Fleur hace un gesto un poco de desprecio, aclara su garganta –Ejem, en realidad....digamos que solo te estoy invitando a ti-.

No me comenzaba a gustar para donde iba esto –Jeje....yo....no tengo ningún problema....pero, creo que....lo mejor será discutirlo luego ¿No crees?-.

-Oh para nada, me encantaría pasar un tiempo a solas contigo, tú sabes donde nadie nos moleste-.

Me ponía nervioso en el sentido de no saber cómo negarme –Fleur, eres una poni muy interesante pero pienso que....estas insinuando cosas que no son debidas-.

Ella solo ríe –Vaya, que poni tan acertado, nada se te escapa ¿No es así? -Me acaricia un poco el cabello.

Me pongo un tanto serio con ella –Fleur, te recuerdo que yo estoy con Applejack y ambos somos muy felices-.

Al parecer no entiende y continua pero tratando de disimular su enojo –Agh....siempre hablando de esa Applejack. Sabes...yo podría darte mucho mas-. Era claro su doble sentido - ¿Qué tiene ella de especial?

-Bueno jajaja, en realidad muchas cosas, me encanta su mirada, su forma de ser, la manera en la que me trata, su honradez....-.

Fleur me interrumpe –Vamos Esteban, alguien de tu categoría no puede resultar estar casado con...una granjera-.

Cada vez me desesperaba mas la arrogancia que todos ellos tenían respecto a Applejack, pero esta vez, solo ella resulto ser la primera que habla así de grosera con ella, aunque sea, los demás tuvieron cierta sutileza pero ella resulto ser más directa. Seguí conteniéndome para tratar de responder de forma tranquila –Oye, te pido que tengas más respeto, Applejack es mi esposa y temo exigirte no hables así de ella-.

Fleur no siguió mas con eso, me tomo bastante enserio. Sin embargo, hubo un momento en el que ella también de forma disimulada se acercaba más y más a mí, yo daba un par de pasos hacia atrás para alejarme aunque sea un poco pero ella aun se trataba de acercarse más. Llegue al punto de que no veía hacia donde iba, me tropecé con la pata de un mueble y caí de espaldas contra un mesita pequeña donde estaba un florero, este se rompió y yo me lastime, solo fueron unas pequeñas cortadas en mi pata izquierda. Todos me ayudaron inmediatamente, los sirvientes limpiaron el desorden. Estaba sentado en la sala, esperaba a que me trajeran unas vendas, pero la sangre me escurría un poco y manche ligeramente la alfombra.

Ahí mismo, de forma en la que me asuste, Tandrius llega de forma lateral. Me mira como hace unas horas, me ponía bastante incomodo, no dejaba de mirar mi herida y paso su lengua por sus labios un par de veces como si tuviera sed –Vaya....que cortada te has hecho...-.

No siendo grosero conteste –Si..., no hay de qué preocuparse no me duele tanto-.

Se escuchaba como respiraba un tanto fuerte –Ya veo...tu...-.Se notaba raramente exaltado. -...Tu herida....-.Pero repentinamente cambio, como si volviera en sí mismo, estaba un poco más serio y relajado como si de forma inesperada se calmara. Toma asiento en el sillón enfrente de mí, saca un cigarro y empieza a fumar. Exhala un poco de humo –Así que, Esteban Reynolds de 19 años, pegaso, General de la guardia real de Canterlot. Vives en Ponyville en Sweet Apple Acres, casado con Applejack, sin padres, sin hermanos ni ninguna relación sanguínea con nadie, muy fuerte...y ahora resulta que también venciste a Dark Silence-.

Lo mire de manera fija y molesta, se nota que este poni sabia de mas, no recuerdo haberle contado mi vida, de hecho si mencione que no tenia familia pero él no estaba presente, así que no hay razón para que supiera tanto de mi. Sin moverme y el al mismo tiempo no paraba de fumar -¿Cómo sabes eso?....-.Mi voz tenia enojo, más bien le exigía que me respondiera.

Pero el continua hablando de forma confiada y burlona –Eres un poco listo, cuidador de la espada de las almas, con un miedo profundo....-.

-Basta....-.Dije entre dientes conteniendo mi enojo-

-¿Qué te pasa Esteban? ¿Tienes miedo de que te recuerde a lo que más le temes?-.

-Te digo que cayes....-.

-Ah ¿Pero porque detenerme ahí?..........Si se muy bien que te molesta........Tick Tock Hace el Reloj-.

Mi corazón latía con demasiada fuerza, me lance sobre el ignorando por completo que nos estaban viendo, el se defiende dándome un golpe en rostro pero yo lo derribe y los dos caímos, lo sujete con mucha fuerza y sumamente molesto le dije -¡¿Quién te lo dijo?! ¡¡¡RESPONDEME!!!!-.

Tandrius solo se ríe, podría considerarme como alguien débil o no tengo idea de porque esta tan confiado –Jajajaja, ¿Qué te pasa? ¿Tuviste un mal sueño anoche?-. Responde riéndose, con las patas traseras me da un fuerte golpe en estomago, haciendo que me impacte contra la pared, no pensé que llegara a tener tanta fuerza, me dolió demasiado. A Tandrius le cayó un poco de mi sangre en su casco delantero, el la mira con mucho cuidado, después la lame, literalmente el prueba mi propia sangre, después se ve como una sensación le recorre por todo el cuerpo, se estremece un poco y dice muy feliz -¡Mis felicitaciones a mi mismo por este gran descubrimiento! Esta sangre...oh esta deliciosa sangre es inigualable, este poni deber ser...alguien demasiado raro para tener esta clase de sabor corriendo por sus venas y arterias, definitivamente será el mejor de mis victimas-.

Estaba claro que estoy tratando con un verdadero enfermo, me levanto quitándome escombro, echamos a perder una hermosa pared. Corrí hacia él y le di un golpe de nuevo en su cara, el trata de esquivarlo pero incluso parece que se deja lastimar apropósito. Los presentes solo miraban asombrados y asustados la pelea. Con el último golpe lo mande a la siguiente habitación atravesando un par de puertas, me dirigí a los invitados -¡Salgan de aquí, esto no es seguro para nadie!-. Cadance de inmediato se me acerca.

-Descuida yo me encargare de el-. Dice ella iluminando su cuerno.

-No....-.Le dije de manera fría -...Tu junto con Celestia y los demás váyanse de aquí, yo seré quien pelee contra el-.

Cadance obvio no está de acuerdo con eso -¿De qué hablas? Para nosotras sería muy fácil detenerlo-.

No la miraba, solo veía con mucho cuidado el hoyo en las puertas esperando a que saliera –Créeme, lose, pero tengo que vencerlo yo mismo, si lo logro quiere decir que aun puedo defenderme a mí y a mi familia, además soy el general de la guardia real, es mi deber detener a cualquier amenaza contra el reino.....Ahora vete de aquí-.

En definitiva ella se quedo perpleja por el modo en que le hablaba, no hizo nada más que desearme bien e irse con todos. Estábamos el y yo solos en ese lugar. Tandrius sale por la puerta destruyéndola de un solo golpe, se que tiene fuerza que no es como la de cualquiera, ni siquiera entrenando por años, tendría. -¿Tanto así quieres proteger a los tuyos?-. Dice solo permaneciendo en ese tono de burla hacia mí.

-Ellos no tienen porque sufrir por esto...si tanto te agrada mí sangre, entonces prepárate para tener un poco de ella, porque vamos a pelear-.

El finge asombro –Oh claro que valentía, ya me habían cosas de ti, que eres un poni extraño.... ¡Oh espera, ya recordé! Tú ni siquiera eres un poni, eres un sucio humano-.

-Eso lo era antes ¡¡Ahora respóndeme!! ¡¿Quién te dijo todo eso?!-.

-Jajaja ¿Quién me dijo que? Ah.....Tick Tock Hace el reloj, otro día inútil, Tick Tock Esteban pronto morirá-.

La cabeza me comenzó a doler, me arrodille por el dolor agudo que sentía, veía luces y escuchaba voces de niños cantando esa odiosa canción lenta -¡Basta!-.

Tandrius aprovecha y me da un fuerte patada en la cara, mas sangre sale por mi boca y el solo se limpia el casco con la lengua, me daba varios golpes, esquive unos pocos pero seguía de esa manera tan sádica que casi no podía respirar. Me propuse a ser más fuerte, le devolvía los golpes pero por más fuerte que lo hiciera parecía que no le dolían, use más fuerza y el solo poni sus patas para detener mis ataques, podía decirse que me iba ganando. Seguíamos luchando, destrozábamos de manera violenta todo a nuestro paso. Peleábamos de manera tan intensa que él me envolvió con sus patas delanteras para lanzarse conmigo desde la ventana del piso numero 19, primero hubo una lluvia de cristales para los que solo cruzaban la calle, sin embargo abrí mis alas y con toda mi fuerza logre zafarme de él, lo sujete de la cabeza y lo impacte contra el suelo.

Cientos de ponis observaban la escena tan sangrienta. Por un segundo creí que me había excedió....pero mis dudas se van cuando Tandrius solo se levanta de los rastros de asfalto y se limpia –Hm, veo que no es mentira, si eres alguien fuerte....-De un segundo al otro lo tengo enfrente -¡Pero no lo suficiente!- Y de nuevo me golpe en el rostro y me manda a volar al menos hasta que choque contra un poste de luz.

Muy adolorido hable conmigo –Vaya....es bastante rápido, creo que debo dejar de jugar y empezar a pelear enserio-. Me acomode y volé directo hacia él. Tandrius solo se mueve en el último segundo para tratar de tomarme por el ala, pero solo me detengo y dando un giro le doy una patada con una pata trasera justo en su costado, lo hice con tal fuerza que también se estrello en un modesto restaurantes con paredes de ladrillos, salió de ahí enfurecido, corre hacia a mí.

Nosotros dos nos dábamos golpes, los esquivábamos y chocamos nuestros cascos al mismo tiempo. Era demasiado bueno, en este momento el y yo teníamos el mismo nivel en cuanto a fuerza y movimientos, sin embargo...malamente, recurrí a algo que no debo hacer....Algo que me enseño una criatura que ya no está más con vida. Algo que es muy peligroso si no se maneja con cuidado, esto se llama "Transformación vital" en lo personal no me gusta ese nombre, pero fue el que le dio Discord. Me concentre un poco y llevando a cabo la energía vital de mi cuerpo logre canalizarla para que así esta tuviera efecto y funciono. Hay 3 transformaciones vitales, una más peligrosa que la otra, solo estoy usando la primera, esta podría decirse que incrementa mi fuerza al triple. Mi aspecto cambio ligeramente, mis músculos crecieron solo un centímetro mas...y mi piel se hizo un poco roja, esto se debe a que la sangre que bombea el corazón vaya mas rápido y al mismo tiempo siento mucho calor recorriéndome el cuerpo. Tandrius detiene su ataque para verme –No lo creo....al parecer no era mentira, tú conoces esa patética técnica que solo la usan los débiles-.

-Usare lo que sea con tal de proteger a quien amenace mi hogar-. Me moví tan rápido que ni siquiera me vio, termine detrás de él, lo sujete de la cabeza lo arroje hacia arriba, volé demasiado y una vez estando arriba lo golpee para que este regresara y chocara en el suelo. Tandrius se levanto aprisa, trato de ver en donde estaba, me puse enfrente de el y lo golpeo....pero sorpresivamente el logra detener el golpe con su casco así.....no podía creerlo....¿Quien será este poni? Me quite de ahí, el se levanta y continua –Je, es cierto, tu fuerza y velocidad han aumentado demasiado, pero estoy seguro de que no te servirá de nada-. Volé hacia él y lo golpeaba, el trataba de esquivarlos pero yo lograba darle una ligera golpiza.

Cuando habíamos quedado a mitad de una calle muy transitada, yo iba ganándole a el, lo deje tirado ahí mismo, di unos pasos atrás -¡Vamos! ¡Dímelo! ¡¿Quién te envía?!-.

El a pesar de estar sangrando y probablemente sintiendo dolor....se ríe –Jaja....-.Le dolía tanto que apretaba un ojo con fuerza -.... ¿De verdad quieres saberlo?-. Se levanta un poco cansado, no tengo idea si resulte más fuerte que él, pero en definitiva esconde algo....sentí que esta pelea no fue algo que él se haya tomado enserio -......Tu morirás....todo lo que tu amas morirá....Tick...Tock....Hace el reloj....Los de allá abajo....*Tose* Ellos son los que me envían....y todos lloraran sangre.....es una promesa mi querido Esteban, espero poder volver a tener un encuentro contigo....-.Un pentagrama, símbolo de la oscuridad del tártaro, hecho de fuego aparece de la nada, este emanaba humo, y cuando se esparció...Tandrius ya no estaba. Me asusto pensar que lo que creía era verdad...Una vez más la oscuridad se acercaba ay yo era el primero en enfrentarla.

Mi cuerpo volvió a la normalidad, pero eso que hice es algo muy cansado, me acosté sobre el asfalto tratando de pensar con cuidado a que se refería, tenía muchos golpes pero la herida que me había causado con el florero por lo menos fue la única que paro de sangrar y solo escuche a un poni decir -¡Rápido que alguien llame a una ambulancia!-.


Fin del capítulo 3 

My little pony: Un humano en PonyvilleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora