La Última Despedida

Capítulo VII: El Enfrentamiento

Andrea estaba corriendo, corriendo entre el pequeño bosque que cubría la casa lo más rápido que podía, con el inmenso dolor que tenía de los moretones, estaba siendo perseguida por Tomás y Mauricio a disparos. Cogió el teléfono de Henry y  marcó rápidamente a su madre, pero no contestaba, estaba corriendo sin parar con el dolor que tenía en las piernas, hasta que punto conseguir esconderse en una pequeña cueva, con la presión constante de que los hermanos estaban cerca de ella. Llamó desesperadamente a su madre, pero no contestaba, debía que hacer algo AHORA para salvar su vida, y llamó rápidamente a la policía, pero mientras marcaba al número de policia local, simplemente no le contestaban el teléfono luego de haber marcado 2 veces al número. No sabía que hacer, era cuestión de tiempo de que la encontraran, estaba escondiéndose en la cueva, pero tarde o temprano la iban a encontrar, ya sea de una manera u otra...

Mientras que Gloria y el equipo iban a toda velocidad, faltaban menos de 10 minutos para que llegar a la casa, todos estaban muy nerviosos, repetir nuevamente el mismo drama de siempre los hacía sentir cada vez más tensos, solo esperaban que esta vez resultaran los ganadores en definitiva, y acabar de una buena vez por todas con todo este drama. Mientras que Andrea le marcaba desesperadamente a Gloria, ella estaba hablando con las gemelas por su teléfono, razón por la cual Andrea no lograba comunicarse con su madre. Gloria les estaba informando todo a las gemelas, y que cualquier cosa que sucediera, se quedaran en el hotel que habían ingresado y no salieran de ahí al menos que fuera realmente necesario.

El equipo de Gloria cada vez más se acercaba a la casa, pero cada vez más, Andrea se alejaba... Tenía que moverse antes de que los hermanos notaran la cueva y entraran en ella, pero mientras corría se había tropezado con las raíces de un árbol, notificando así a los hermanos sobre dónde estaba. Trató de pararse y huir lo más antes posible, pero estaba atorada entre las raíces, y cada vez más los hermanos se acercaban meintras se camuflaban entre los arbustos y las rocas.

Logró deshacerse de las raíces que evitaban su paso y trató de escapar, pero cuando estaba a punto de irse a la fuga, Mauricio la agarró cuando se le cruzó por delante mientras que Tomás la volteo, y le apuntó a la cabeza con su pistola. Le dijo: “Ya estoy cansado de todo tu maldito juego, prepárate para despedirte, porque te has ganado un pasaje gratis directamente al cielo". Andrea entró en pánico, estaba llorando, estuvo tat cerca de la libertad y tan lejos a la vez. Todo había acabado, todo su esfuerzo no sirvieron para lo más mínimo absoluto. Tomás contó desde el 5 hasta al 1, dando a entender que cuando llegara al 1, todo llegaría su fin. Andrea no podía hacer más nada, por lo cual, nerviosa mientras temblaba, escuchó a Tomás empezar a contar, y durante ese interminable conteo, empezó a recordar todos los momentos felices que tuvo en su vida, vida que ya acabaría.  “5... 4... 3... 2... 1...”, Andrea escuchó 3 disparos, pero curiosamente, fue Mauricio que disparó al cielo, mientras que Tomás estaba muerto de la risa, “¿De verdad creías que te iba morir de una manera tan sencilla, sin haberla aprovechado como se debía?”, dijo.

A Andrea se le salía el corazón por la boca, estaba muy tensa, toda la presión que tenía por encima al saber de que aún estaba viva, y para su desgracia, estaba acompañada de lo peor persona que lo pudiera haber cruzado en su vida. Tomás y Mauricio iban devuelta a la casa, con Andrea débil y herida, pero no sabían que Andrea se había comunicado con su madre, ¿Llegaría Gloria y su equipo a tiempo?

Andrea no estuvo para nada equivocada, su madre Gloria y su equipo habían llegado a la casa, esta vez no podían fallar, era la definitiva, y Gloria tenía todas sus expectativas muy, muy altas. El equipo rodeo la casa, y se fueron acercando de poco a poco... Adentro, pudieron escuchar cómo estaban planeando  su próximo contraataque hacia las gemela. El equipo estaba más que listo para atrapar a esos malhechores y entregarlos a la policía para que jamás en su vida volvieran a hacerle daño a otra persona inofensiva. Hicieron una cuenta regresiva hasta el 3, y cuando llegaron hasta 3, entraron a la casa y vieron en el pequeño comedor como 2 aliados de la banda hacían de las suyas. Los maliantes que se encontraban estaban a punto de coger sus pistolas, pero Aybar logró quitárselas a tiempo, antes de que estos se les ocurriera jugar a los policías y los ladrones.