arte - bizarrap

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Gonzalo

—Si bueno, cálmate wosito y vamos al hotel— le dijo Babette a Valentín que estaba en pedo y re duro mal

—Me quiero quedar— dijo Valentín riéndose— quiero un porrito, y...un culo zarpado

—Después— dijo Babette dándole palmaditas en la espalda, me miró pidiéndome ayuda y levantamos a Valentín del suelo—¿tenés la tarjeta?

—Sip— dije sacándola de la bolsa de mi campera mientras sonreía, el hotel estaba justo enfrente del evento, así que fuimos caminando, eran las cuatro de la mañana y todo estaba casi vacío, igual nadie nos reconoció

Entramos al hotel, subimos al elevador y pulsamos el piso en el que estábamos, Valentín venía quejándose como un nene de cinco años, saqué la tarjeta y abrí la habitación de Valentín, lo acostamos, le dimos un vaso de agua del cual sólo tomó un trago, pasados cinco minutos se quedó dormido, lo tapábamos bien y dejamos la tarjeta en un lugar visible, salimos y con Babette fuimos a nuestra habitación.

—Ese pibe es un desastre— dijo Babette y me alcé de hombros

—Literalmente, viva la ds3– dije elevando una mano y Babette río, se puso enfrente del espejo para sacarse el collar y los anillos que traía, me acerqué a ella por la espalda y la abracé pasando mis manos por su vientre—estuviste muy linda hoy, o bueno, estás muy linda

—Vos también— dijo sonriéndome desde el espejo, buscó algo en su cartera y de ahí sacó un porro—¿fumamos?

—No soy fan— dije haciendo una mueca— pero no viene mal de vez en cuando

—Aparte acá en México la maria es legal— dijo en un susurro como si fuera un secreto y sonreí

Salimos a la terraza del hotel que daba vista a toda la ciudad, Babette prendió el porro y después de darle una calada me lo dio.

—¿Que te gustó más, los premios o el EDC?— preguntó alzando una ceja y lo pensé un poco

—Y no se, supongo que el EDC, por que ahí toque yo y bueno, igual los premios no estuvieron mal, me divertí mucho y, estuve con vos— dije devolviéndole el porro y sonrió con la boca abierta

—Me alegro que la hayas pasado bien— dijo mientras miraba al frente y soltaba el humo, por alguna razón no pude despegar mi vista de ella, se veía de verdad hermosa, el brillo de la luna le daba justo en la cara, y brillaba por el maquillaje, pero me encantaba— ¿que tanto miras?

—Nada, a vos— dije sin vacilar y alzó una ceja sonriendo—¿vos que miras?

—Lo bueno que estás— dijo riéndose y me contagió

—Vos también— dije sacándome la gorra y negó con la cabeza

—Deja de mentir

—Las miradas no mienten Babette— susurré y me miró a los ojos, esos ojitos que tanto me gustaban, apagó el porro y me tomó de la mano, entramos a la habitación y me llevó a la cama

Sin previo aviso me besó, se lo correspondí mientras dejaba su cuerpo abajo del mío, le sonreí y volví a besarla, me quitó la campera para después sacarme la remera, le saqué su top y su pollera dejándola semidesnuda, me ayudó con los jeans y al mismo tiempo hizo que me sentara en la cama, se arrodilló metiéndose entre mis piernas para comenzar a hacerme sexo oral, extrañaba mucho esto, a ella, a su cuerpo, a su manera de hacer las cosas en el sexo, era increíble. Después de que terminó la volví a dejar abajo de mi, le saqué el corpiño al igual que su tanga y la revolee por alguna parte de la habitación, besé cada parte de su cuerpo, su piel era suave y era un tacto que se había convertido en mi favorito, cuando subí y la tuve cara a cara, me regaló una sonrisa hermosa, sonreí también y le di un pico en los labios.