Sr.Wilson

IV

Ella había logrado cautivarlo; ella le encantaba. Nunca imagino volver a sentir algo de nuevo. Pero lo sintió y él lo sabía.

   Llegó a su trabajo y pensó en aquel nombre durante todo el día. Su nombre le llenaba el corazón. Fue un gran impacto sentir algo tan fuerte y tan rápido por alguien más que no sea su esposa.

  Sábado y los niños amaban ir a casa de su tío Paul junto a sus primos.

Paul invitó a Patrick a ir a un bar por algo de beber. Patrick aceptó, queria despejar a Vera de su mente un segundo.

-Aqui? -Preguntó Patrick

-Seguro. Adelante -Contestó Paul señalando la entrada de un bar de mala muerte de unos cuantos kilometros de lejanía.

  Ambos se sentaron en unas banquetas altas sobre una barra metálica ya gastada, cuantos años habra estado aquí esta barra, se preguntó internamente Patrick.

-Que puedo servirles? -Preguntó el tipo de allí. Paul miró a Patrick. Patrick miró a Paul.

-Yo nada por ahora -Respondio Patrick mirando al hombre del otro lado.

Su hermano miró al tipo y le ordenó dos bebidas igual, para él y Patrick.

-Que sucede? -Preguntó Paul

-Porqué Paul?

-Vienes a un bar a no beber?

-Dije que no por ahora -Sonrió

-Como has estado?

-Bien. He estado mejor. Pero bien...

-Tu trabajo de nuevo?  -Preguntó Paul dando un sorbo a su bebida

-No nada de eso. Todo bien allí...-suspiró- Sabes? Cuando conocí a Marla... cuando la vi en mi oficina...sus ojos, no se, sus ojos quedaron en mi mente durante dias, muchos dias hasta que le dije lo que sentía por ella, por suerte sintió lo mismo y me enamoré completamente de ella hasta que...-Guardó silencio,  miro la bebida - hasta el dia de su muerte... tuve sus ojos en mi mente todo este tiempo...hasta hace unas semanas -murmuró bebiendo el trago finalmente

-No me digas! -Exclamó Paul sonriendo y pidiendo otro trago

-Si. Hace tres dias supe que se llama Vera. Sus ojos me traen aquellos sentimientos perdidos hace años, su sonrisa...me enamoré de ella, no se quien es,  si esta casada, no se cuantos años tiene... -Terminó su trago -Solo sé que movió algo en mi.

-Dile!

-Decir que? -Preguntó Patrick ordenando un trago más

-Lo que sientes

-Estas loco! Quedaré como estúpido si me dice que no.

-Arriesgate que vas a per...

-Hola... -Una voz femenina habló y tocó el hombro derecho de Paul. Él giro en si mismo y saludo a la mujer. Patrick agacho la cabeza viendo como el hielo se derretia en su bebida.

-El es mi hermano Patrick -Lo presentó Paul. Él inmediatamente volteó a saludar.

-Patrick ella es ...

-Dagmara -Añadio Patrick

-Cómo estás, Patrick?

-Se conocen? -Preguntó Paul riendo

-Dagmara es maestra de Kassian.

-Oh! Que pequeño el mundo no? -Comentó Paul.

-Seguro -Susurro él -Siéntese Dagmara

-Gracias. No me trate de usted, me sentiré vieja sino.

-No fue mi intención, perdón -Exclamó bebiendo un sorbo más

-Debo recoger al perro de la peluquería en antes que me mate mi esposa -Interrumpió Paul

-Vamos! -añadió rápidamente Patrick

-No, no, tu te quedas. Yo voy.

-Y como vas a ir? Vinimos en mi auto.

-Yo me las arreglo.Quédate.Te va a hacer bien.

Patrick volvió a mirar su bebida. Paul se fue. Dagmara se acercó a su banca.

-Y como estas? -Preguntó ella intentando romper el silencio.

-Bien. Y tu. No soy alcohólico, por si lo piensas -Sonrió -Dilan quiso..

-Tambien vengo a despejar problemas.

-No pareces ser alguien que tenga que despejar problemas.

-No pero si los tengo. Mi padre murio. Mi mamá esta demasiado triste por su muerte.

-Lo siento, de verdad.

-Igual bien. Fue hace 10 años. Pero fue su primer amor. Ellos realmente se amaban. Y que hay de tus niños? Solo tienes dos? -Preguntó bebiendo un trago que habia ordenado Paul antes de irse

-Si. Solo dos. Ellos... ellos son adorables.

-Se ven dulces

-Lo son. Créeme

-Y tu esposa?

-Ella... -Terminó el trago de un sorbo -Ella falleció hace unos años

-Lo siento no quise re...

-Esta bien. No hay porque. Gracias Dag.

-Dag. Me gusta que me llames asi.

-Entonces asi te llamare, Dag -Rió

-Esta bien entonces -Tambien rió mirando a Patrick -Eres lindo, me refiero que pareces dulce. 

-Si? Gracias tu también eres linda y te ves dulce. Eres dulce.

-Gracias -Sonrió ella

-Creo que debo irme ya.

-Ya te vas?

-Si debo recoger a los niños en casa de Paul.

-Esta bien -Dijo ella, se levantó y
lo besó.

-Adios-murmuró. Él se quedo mirandola, no sentia nada igual desde que besó a su esposa.
La mirada de su esposa y los ojos de Vera inundaron su mente.
Se levantó, sonrió a Dagmara y se despidió.