Capítulo 4

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El deseo era algo común para los seres humanos. No podía evitar sentir atracción por su pareja ni tampoco controlar los estragos que causaba en el cuerpo de uno.

Los besos que Jungkook se encargaba de repartir en la suave piel del cuello de su amado, hacia que la respiración de Taehyung se agitara y su temperatura corporal aumentase. Cada beso que recibía causaba nuevas sensaciones en su ser jamás antes experimentadas. Todo era muy confuso. Quería avanzar, llegar a más que esos simples besos que lo volvían un desastre, pero también tenía miedo de hacerlo, como todos él también temía a lo desconocido.

Las curiosas manos del dios se escabulleron por debajo de aquellas telas que cubrían el hermoso cuerpo de su amado. La piel de Taehyung contra sus dedos se sentía tan bien que pudo evitar desear tocar mucho más allá de los límites. El deseo se apoderaba de ambos, ansiando ser saseado por el placer carnal que el otro podía darle.

Pero si había algo que pudiese frenar tan deseado acto, era el miedo de Taehyung, que aún no estaba listo para entregarse completamente a su amado.

-K-Kookie... para... p-para, por favor -rogó entre pequeños suspiros placenteros, haciendo un poco de presión en los hombros del azabache para poder alejarlo.

Jungkook hizo caso, se separó unos centimetros de él y así poder ver su bello rostro, quedándose cautivado una vez más por la imagen que tenía la dicha de tener en frente. El cabello castaño de Taehyung se encontraba desparramado por la almohada y unos cuantos mechones cubrían su frente. Sus mejillas estaban teñidas de un rojo intenso y sus finos labios se encontraban entreabiertos, dejando notar que su respiración se encontraba ligeramente agitada.

-¿Qué sucede? -preguntó el dios en un susurro cerca de sus labios.

-N-No estoy listo... para pasar a otro nivel... -confesó con vergüenza. Tener a Jungkook entre sus piernas y con sus manos aún entre su ropa, acariciando divinamente su piel no ayudaba mucho a su poco autocontrol.

-¿Por qué no? -volvió a preguntar-. No voy a hacerte daño, querido.

-L-Lo sé... pero aún así no estoy listo... lo lamento.

El pequeño suspiro que salió de los labios del azabache, hizo sentir mal al joven príncipe. Él realmente deseaba entregarse en cuerpo y alma a su marido, pero no podía evitar sentir miedo. En especial porque su sentido de la visión estaba siendo obstruido. Si bien había aceptado pasar el resto de su vida sin conocer el rostro de su esposo, no estaba dispuesto a llegar tan lejos. En su familia le habían inculcado que debían conocer bien a su cónyuge, que debía estar seguro antes de entregarse completamente. ¿Pero cómo hacerlo con tantas restricciones?

Era una lucha interna y constante.

Él estaba seguro de que amaba a ese desconocido ser, pero aún con todo el amor que sentía tenía sus inseguridades. Sí se había acostumbrado a no verlo, a ser obligado a vivir en aquella oscuridad, a amar a alguien a ciegas, a ni siquiera saber su nombre, realmente era así, pero no estaba satisfecho. Su miedo e inseguridad hacían un buen equipo contra su convicción. Era agotador tener que luchar contra sí mismo.

Jungkook salió de encima del castaño, recostándose a su lado. Se sentía frustrado, no lo iba a negar, era la primera vez que alguien lo rechazaba. Todo era tan diferente con Taehyung a su lado.

Él estaba acostumbrado a otras cosas, ninguna doncella lo había rechazado con anterioridad, todas morían por ser usadas para saciar su sed de lujuria. Pero con Taehyung no era así, apesar de sentir el deseo de su amado, no entendía porqué se rehusaba a entregarse a la pasión. Tal vez haberse enamorado de un humano no había sido su mejor idea, pero él mejor que nadie sabía que nadie mandaba sobre el corazón.

Un pequeño sollozo lo hizo salir de sus pensamientos. Llevó su mirada al joven a su lado, que lloraba en silencio dándole la espalda.

-¿Taehyung? -Alarmado, se sentó en su lugar e hizo que el castaño también lo hiciera.- ¿Por qué lloras? -preguntó preocupado.

-L-Lo siento... -susurró con la cabeza gacha-. Y-Yo realmente lo siento... y-yo sí quiero... sí deseo entregarme c-completamente a ti, pero... p-pero... -No pudo terminar de hablar, no encontraba las palabras exactas para saber cómo acabar aquella frase.

Se sentía frustrado, no sabía cómo sobrellevar aquella extraña relación. Cuando aceptó ser esposo de alguien en esas condiciones sabía que iba a ser difícil, pero no sabía qué tanto iba a serlo. Todo ese revoltijo de emociones hacían que todo saliera afuera en forma de lágrimas que ahora empapaban sus mejillas y humedecían la tela que cubría sus ojos.

Jungkook suspiró ligeramente al entender el porqué de las lágrimas de su amado. No quería verlo llorar, eso causaba que su corazón de estrujara dentro de su pecho.

-Taehyung, cariño, escuchame. -Tomó entre sus manos el rostro del príncipe, haciendo que este lo mirase sin hacerlo en verdad.- No llores, por favor, no derrames lágrimas por algo tan tonto como esto.

-P-Pero...

-Escucha, no estoy molesto y entiendo que no quieras hacerlo... -Meditó por unos segundos sus palabras, ni él mismo creía en ellas.- Bueno... en realidad no. No entiendo tus razones -dijo sincero-, pero tampoco necesito saberlos. No voy a presionarte a nada ni tampoco te obligaré a hacer algo que no desees.

Sus pulgares se encargaron de limpiar los restos de lágrimas que manchaban con su transparencia la suave piel de las mejillas de su amado y juntó su frente con la del contrario. Cerró sus ojos por un momento, sintiendo lo mismo que estaba sintiendo su amado al no poder verlo.

-Te esperaré. Esperaré que estes listo, solo te pido que no llores -pidió con una voz tan suave para los oídos de Kim, casi sonando como un ruego-. No lo hagas por favor, duele cuando lo haces. No quiero ser el causante de tus lágrimas a menos que sean de felicidad.

El azabache abrió sus ojos, encontrándose con aquella tela que cubría los de su esposo. Por un momento quiso apartar aquel obstáculo para así poder apreciar esos bellos orbes que lo enamoraron a primera vista aún a través del agua. Pero a pesar de sus deseos, no lo hizo. Aquello estaba prohibido.

-¿Lo harás? -Lo oyó preguntar.

-Por supuesto. Yo esperaría toda la eternidad si solo se tratase de ti -aseguró él con una ligera sonrisa, una que Taehyung no pudo ver.

Un ligero sentimiento de alivio se instaló en el pecho de Taehyung, trayéndole un poco de calma a su atormentado corazón. El suave roce en sus labios lo hizo sonreír. Amaba sentir la dulzura de los labios contrarios.

La pareja se recostó en la gran cama, fundidos en un cálido abrazo. Solo así Taehyung podía sentirse tranquilo. Solo estando entre los brazos de su amado se sentía protegido.


 Solo estando entre los brazos de su amado se sentía protegido

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Hola 7w7

Se me hace difícil relatar la historia desde la perspectiva de Tae/Psique ;w;

Ósea, ¿qué tan posible es amar a alguien sin poder verlo? Siendo obligado a ser privado de su visión. ¿Ustedes lo harían?

Preguntas que no me dejan dormir a la noche unu

En fin, espero les haya gustado :3 nos vemos ><

El Amor y el Alma •ᴷᵒᵒᵏᵛ•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora