Tras una noche de alcohol en una fiesta de los chicos, Rubius bebe tanto que no recuerda que tuvo sexo con su crush...y con el amigo de su crush.
¿Habría problemas?
Vegetta afirmaba al oso, Willy le tomaba el tiempo y le acariciaba la espalda, el oso solo apretaba fuerte los ojos y arañó la pared con fuerza. Solo respiro cuando la contracción paró.
-30 segundos -Dijo Willy-
-¿¡30 segundos?!¡Sentí que fueron dos minutos! -Dijo el híbrido secándose el sudor y respirando agitadamente-
Vegetta lo ayudó a sentarse y el oso de a poco recuperaba el aliento, ya quedaba cada vez menos para la llegada de su niña y los nervios se hacían presentes por parte de los tres.
A la mañana siguiente Vegetta y Willy despertaron temprano como siempre, miraron la habitación del híbrido quien ya dormía con la puerta abierta, el oso dormía plácidamente entre mantas y almohadas.
-Al menos mientras duerme no le da nada -Dijo Willy-
Vegetta fue a revisar el correo y vio algo que le preocupó, subió a la casa y fue con su amigo quien estaba bostezando.
-Tenemos una misión -Dijo Vegetta-
-¿Que nosotros que? -Le dijo su amigo-
Ambos vieron su misión que duraba...¿¡UNA SEMANA?!
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A la tarde ambos chicos se despidieron del oso, y ambos pusieron sus manos en la panza del oso antes de irse. Rubius se quedó ese día con Mangel y Alex quienes lo socorrieron cuando aquellas contracciones falsas lo atacaron.
