Tras una noche de alcohol en una fiesta de los chicos, Rubius bebe tanto que no recuerda que tuvo sexo con su crush...y con el amigo de su crush.
¿Habría problemas?
••• -Rubius, acepta la epidural -Le dijo Vegetta tomándole la mano-
El rubio estaba de pie apoyado en la cama, el dolor ya era insoportable, seis horas habían pasado desde que ambos chicos habían vuelto de misión y diez desde que se le rompió la fuente al rubio.
La doctora entró al cuarto y le pidió al rubio que se subiera a la cama, Willy y Vegetta lo ayudaron a subirse, él oso sudaba y se le salió una que otra lágrima.
-Muy bien, Rubén, me sorprende que hayas aguantado 10 horas sin epidural -Dijo la doctora- ¿Estas seguro de dar a luz sin nada?
El rubio asintió, el de ojos morados y el de ojos rasgados se miraron preocupados y solo les quedaba aceptar las decisiones del oso. En eso llegaron dos enfermeras con cosas para recibir a la niña, los tres se tensaron... ya era hora.
13 horas duró todo el proceso de nacimiento, 13 horas en que Rubén sufrió y sufrió pero todo valió la pena cuando escuchó el llanto de su hija, la cual lloraba con toda su fuerza, se la entregaron en una manta, ella aún tenía un poco de sangre y grasita por su cara.
Los tres la miraron como si ya nada en el mundo importase. Una enfermera tomó a la niña para limpiarla y pesarla, la otra se acercó a los padres.
-¿Como se llama? -Preguntó amablemente-
-Ingrid -Respondieron los tres-
Tanto Vegetta como Willy le dieron un beso en cada mejilla al oso quien se sonrojó, se puso más colorado de lo que estaba.
-Idiotas
Tras eso los tres se abrazaron.
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