HUGO
Me tiro sobre la cama harto de escuchar las discusiones entre mis padres y las quejas de mis hermanos.
"Sólo, estás sólo".
"No tienes a nadie".
Los mismos pensamientos de siempre me inundan.-¡Hugo! -El grito de mi madre me saca de mi miseria personal.
Ruedo los ojos y me pongo música a todo volumen, no me apetece ver a nadie y menos aún escuchar a nadie.
La manilla de la puerta se mueve, pero no es capaz de abrirla.
Sonrío con suficiencia.A pesar de que me quitasen el cerrojo, encontré un modo de poder seguir aislado sin que nadie me molestase con una técnica de cuerdas que yo mismo inventé.
-¡Hugo! ¡Abre ahora mismo esta puerta! -Escucho a mi madre por encima de la música pero la ignoro. -¡Carlos!
Los pasos de mi madre alejándose me hacen suspirar de alivio.
Hoy vuelve a estar de mal humor. Lo bueno es que esta vez me ha dado tiempo a encerrarme antes de que pueda pagarlo conmigo.
El sonido de un motor estridente me hace volver a salir de mi mundo y frustrado tiro los auriculares a un lado y me asomo por la ventana.
Una camioneta bastante vieja y de un tono metal sucio aparca justo en la casa de enfrente.
Me quedo observando con bastante curiosidad a la espera de averiguar quiénes serán los nuevos inquilinos.La voz de pito de mi madre vuelve a resonar por toda la casa y tengo que contenerme de no salir a darle un grito.
Estoy tan harto de ella y su voz... Y de que mi padre, a pesar de quererme mucho y demostrarlo día a día, no sea capaz de detener cada desprecio de mi madre o de mis hermanos dirigida a mí...
La única persona que me comprende y es un completo cobarde...Suspiro y estoy a punto de alejarme de la ventana cuando, finalmente, una chica de pelo castaño larguísimo y ondulado sale del vehículo.
Tiene un gesto bastante serio y melancólico, como si estuviese verdaderamente molesta y al mismo tiempo triste por algo.
Y aún así, aún estando de ese modo, a mí me parece preciosa.Me quedo demasiado tiempo observándola, cada movimiento suyo, ajeno a todo.
Pero es entonces cuando mis pulsaciones se aceleran. Sus ojos azules se han topado con los míos.
Su mirada es penetrante y me siento intimidado así que aparto la mía rápidamente y me alejo de la ventana.
Pero al rato vuelvo con gran curiosidad y me siento decepcionado al no poder encontrarla.
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Evugo - Sirena
Fanfiction-¿Qué te pasa? Suspira pesadamente y siento como trata de relajarse. -Os escuché hablando... Mis ojos se abren ampliamente. No quería que se enterase o por lo menos no de esa forma.