Capítulo 19

1.2K 43 1
                                    

HUGO
Suspiro y Eva me coge de la mano para tranquilizarme.
-Una hora y nos vamos. -Sentencio entrando juntos.
-¿Vamos a la cocina? -Me pregunta Eva al ver toda la aglomeración y asiento.
Tengo cuidado de que nadie la toque ni un pelo a Eva hasta llegar y nos sentamos en las banquetas.
-¿Hay más gente qué el otro día?
-Sip.
Suspiro cansado y voy a la nevera para echarnos un par de whiskies.
Brindamos y nos lo bebemos de un trago.
-No soy muy buena aguantando el alcohol. -Me comenta cuando le extiendo otro vaso.
Lo retiro al instante.
No quiero que se emborrache estando aquí. Son todos muy aprovechados.
-¿Vamos a bailar?
Eva deja mi vaso sobre la encimera y tira de mi hasta llegar al salón.
Hay menos gente que antes pero aún así la suficiente para agobiarme.
Trato de centrarme solamente en Eva, que se mueve al ritmo de la música.
Sus movimientos son increíbles y mis ojos no pueden apartarse de su cuerpo. Miro a mi alrededor y puedo comprobar que no soy al único que le pasa. Pero unos ojos concretos captan mi atención y me hacen tensar la mandíbula.
Enzo. Está al lado de las escaleras con un vaso en la mano.
Cuando sus ojos chocan con los míos me dedica una sonrisa burlona.
-Voy al baño. -Eva llama  mi atención y yo solo asiento.
En el momento que Eva desaparece de mi vista, la mía busca a Enzo donde estaba minutos antes, pero no le veo.
El nerviosismo que siento me hace ir a buscar a Eva, dado que ya hace varios minutos que no aparece.
Me acerco al baño y escucho voces, aunque no logro oír que es exactamente lo que dicen.
Finalmente abro la puerta para que mis ojos ven una escena que no creía posible en estos momentos.
Sin esperar a que reaccionen, doy un portazo y salgo corriendo de la fiesta.
-¡Hugo espera! -Su voz suena muy cerca pero no me paro a comprobarlo.
-¡Hugo!
Y entonces siento sus manos sujetar mi brazo.
-Deja que me explique. -Eva sigue insistiendo a pesar de que le aparte las manos y ni la mire. -Hugo, escúchame.
Sigo caminando sin atender a sus palabras.
-Hugo... ¿Ni siquiera vas a escuchar lo que tengo que decir?
-Nop.
Y entonces Eva deja de seguirme y me deja en paz.
No sé si es alivio o decepción lo que siento.

Evugo - SirenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora