Parabellum ~ (2° Temporada) Shadonic

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Para el día siguiente, todos estaban en sus rutinas cotidianas. Los erizos machos estaban recostados en la cama con un poco de música de rock a un volumen considerable. El azulado estaba recostado de tal manera que su cabeza estuviera sobre el estómago del mayor. Shadow tenía su cabeza recostada entre las almohadas mirando hacia el techo.

– ¿Por qué lo hiciste? – Preguntó con suavidad.

– ¿Mm? – Miró al mayor – ¿Hacer qué?

– ¿De verdad quieres que tenga un hijo con Verena?

– ¿Por qué no? Es decir, – se recostó de lado mirando hacia su novio – era lo que ya se había cuestionado una vez, ¿Quién va a seguir con su legado en cuanto tenga otra muerte y esta vez no haya opción de resucitarla?

– Puede elegir a alguien del pueblo.

– Sí, pero alguien del pueblo que no está preparado para tomar un puesto tan grande llega a causar grandes desastres hasta para sí mismo. James y Verena nacieron y se criaron en el castillo, sabían a lo que se iban a enfrentar... Bueno, James fue el más preparado, pero aun así Verena lo supo hacer porque en cierto punto fue preparada desde niña para eso. A mí no me molesta en lo absoluto, yo mismo di la idea de que fueras tú quien tuviera un hijo con ella. Además, considera que tú hijo sería alguien muy guapo o tú hija sería alguien muy hermosa.

– Me siento como una yegua de cría.

– Para nada. – Rió un poco – Creo que entiendes las circunstancias, pero ¿A ti te molestó que diera esa opción?

– Sinceramente, no. – Se acomodó y miró al azulado acariciándole el brazo – Nunca pensé en tener algún hijo y podemos fingir que en cuanto nazca no es mío... Pero... – Suspiró frotándose la cara – Sería como Mephelis contigo y quiero evitar eso. No pretendo convertirme en rey ni nada de eso, pero si me haría cargo también.

– Entonces ¿Estás dispuesto a hacer esta ayuda?

Shadow lo miró asintiendo con suavidad y ambos se besaron.

Mientras en la Capital, Verena había estado en sus propios asuntos además de analizar acerca de la propuesta que se le dio. Consideraba todas las posibilidades, se repetía así misma de que Shadow era quien elegía si siendo mitad demonio o siento totalmente mortal.

Todo marchaba bien, pero nuevamente el susurro rondaba por su cabeza, aunque esta vez las palabras eran diferentes.

– ვერენა. (Verena) – Susurraba aquella voz, sonaba como una mujer, pero un tanto tenebrosa y ronca – ჩემო ძვირფასო ვერენა. (Mi querida Verena)

Alrededor volvió a aparecer humo rojo y a lo lejos vió una figura que estaba totalmente oscura, no podía distinguir quien era, pero era un poco grande y con algunos picos en su cabeza.

De la nada todo se esfumó volviéndola a su realidad.

Suspiró hondo, y caminó hacia su habitación yendo directo al balcón y mirar por un momento a su pueblo. La brisa del aire pegaba en su rostro, su fleco y sus púas se movían al compás del viento.

Tomó su comunicador tras otro suspiró.

– Estoy de acuerdo con la propuesta. – Comentó desde el comunicador.