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El maestro de guerra caminaba por todo el castillo haciendo su recorrido para vigilar que todo se mantuviera en orden. Al bajar al piso principal, se encontró a dos de los guardias en las puertas con sus espadas en manos, como si fueran a atacar a alguien.

Se aproximó a ellos para asegurarse de que todo estuviera bien.


– ¿Qué sucede? – Cuestionó imponiéndose.

– Sir Jet. – Habló uno de los soldados – Este loco dice conocer a la reina, dice ser amigo de ella. – El maestro de guerra miró hacia enfrente y vio a un conocido equidna.

– Knuckles. – Sonrió arqueando una ceja – Está todo bien. Déjenlo pasar. – Ordenó y los soldados guardaron sus espadas dando paso al equidna.

– Gracias. – Dijo el equidna caminando junto al maestro de guerra ingresando al castillo sin problema alguno – Son algo mal humorados y con problema de memoria. Me vieron salir por esas mismas puertas. – Miró hacia los soldados.

– Solo hacen su trabajo. De no ser así, cualquiera entraría al castillo. Teniendo en cuenta de que no te han visto lo suficiente para acordarse de ti. – Miró al rojizo.

– Debo hacer más acto de presencia. ¿Dónde están todos?

– La princesa salió con Sonic y Rouge a la orilla del mar junto con Drago. – Comentó – La reina y Shadow están aquí.

– ¿Sabes dónde están? Compré algo de pan para todos. – Mostró la bolsa y el maestro de guerra asintió – ¿Gustas?

– No, muchas gracias. – Respondió.


Subieron por las escaleras hasta llegar a una habitación, las puertas estaban cerradas y se podía escuchar voces en su interior que parecía estar discutiendo. Jet tocó la puerta primero y en seguida abrió la puerta dando acceso a ambos.


– ¡Ésta vez no estamos seguros! – Exclamó la reina mirando de manera molesta al moreno, él estaba más serio de lo normal y también miraba directo a la reina. En cuanto escucharon la puerta abrirse, ambos se quedaron callados.

– Mi reina, lamento la interrupción. – Se disculpaba el maestro de guerra dando una ligera reverencia – Pero Knuckles los buscaba.

– Knuckles. – Aclaró un poco la garganta alejándose como pudo del moreno y mostrándose relajada con una sonrisa – ¿Qué sucede?

– Traje pan para todos, consideré que gustarían. – Comentó el rojizo sacando un pan de la bolsa y dándosela a la reina – Hey, Shadow. – Le mostró la bolsa, pero este negó con la cabeza volteándose y dándole la espalda a todos – Vaya... Creo que si interrumpimos algo... – Se rascó la nuca un tanto incómodo.

– No, claro que no. – Contestó la reina – Solo estábamos en una pequeña plática.

– ¡Hey, Knux! – Dijo con alegría el azulado tras entrar a la habitación junto con las chicas e ir con él con entusiasmo – ¿Qué trajiste?

– He ido a esa misma panadería, es deliciosa. – Comentó la princesa viendo la bolsa tomando uno de los panes.

– Así es. – Afirmó – Por eso mismo quise traerles.

– Muchas gracias. – Agradeció antes de darle una mordida al pan que escogió.

– Que tierno de tu parte. – Comentó la murciélago tomando al equidna de una de sus mejillas y pellizcándolo.

Parabellum ~ (2° Temporada) ShadonicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora