Giraba la cabeza;
miradas misteriosas,
sonrisas mentirosas,
manos temblorosas.
La música de mi cabeza,
haciendo remolinos mi realidad,
no son de mi mente
son gritos reales.
A través de la pared
puedes escuchar,
sus llantos,
sus gritos,
sus risas.
Monstruos,
el caos reina en tu estómago,
no son mariposas,
estás a punto de morir.