Capítulo 1

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Ya tenía las maletas hechas, y el señor Saltzman estaba esperando a que bajara para llevarme al aeropuerto.

Cogí mi varita y mi grimorio y bajé rápidamente las escaleras.

-Te vamos a echar de menos- me dijo Lizzie- pero no le digas a nadie que te he dicho eso.

-No prometo nada - me reí y le di un abrazo

-Vamos Hope, tenemos que irnos o perderás el avión- dijo Rick

-Voy, voy

Me subí al coche y luego al avión, y puse rumbo a mi nueva aventura.

Siempre había estado muy protegida por mi familia. Por y para siempre, ese es el lema de los Mikaelson, pero debido a la extrema sobreproteccion mis padres habían perdido la vida. Mi padre absorbió toda la magia oscura que estuve reteniendo en mí y eso lo destruyó. Mi madre murió por mi culpa, por egoísmo. Mi tío también había muerto por mi culpa, ya que a causa de la magia oscura que tenía acabó borrando su memoria, mató a mi madre y cuando recuperó la memoria se suicidó porque la amaba. Todo eso ocurrió el año pasado y este año, después de pasar el resto del curso con los Saltzman, decidí irme a Inglaterra a intentar alejarme de todas las consecuencias de ser una Mikaelson y tratar de reconciliarme con mi dolor.

Llegué por fin a Inglaterra y fui directa al hotel que me había reservado mi padre para los dos días que me quedaban para que empezara el curso.

Aproveché para moverme por el Londres mágico y así conocer un poco la zona. Me metí en el callejón diagon y paseé por las calles, abarrotadas de gente de compras.

Vi a un grupo de tres personas que reconocí enseguida. Eran Harry Potter y sus amigos. En América había leído periódicos sobre ellos, pero las fotos no les hacían justicia.

Agudicé mi oído vampírico para escucharles, ya que parecían discutir de algo y tenían una actitud un tanto sospechosa.

-Ha entrado en el callejón Knocturn, ahí solo entran los mortífagos- oí decir a Harry

-Si eso fuera así, estaría siempre lleno de Aurores, Harry. Malfoy no tiene por qué estar haciendo nada malo- decía Hermione

-Vamos a seguirlo- concluyó el primero

Dejé de escuchar. La verdad es que me parecía interesante, si el tal Malfoy era un mortífago lo averiguaría.

Me encaminé al famoso callejón y presté atención para saber a dónde dirigirme. El grupo de amigos prácticamente me dijo a dónde ir, porque eran bastante más escandalosos de lo que creían y solo les salvaba estar escondidos en un tejado.

-Este armario evanescente funciona?- escuché decir a alguien dentro de la tienda a la que el trío espiaba.

-No funciona, ni siquiera sabemos dónde está su pareja- dijo otra voz

-Yo lo sé- dijo el primero.

Yo había escuchado todo desde la esquina siguiente, sin poder ver nada, así que no sabía el aspecto del chico, pero por su voz se le notaba un chico infeliz y arrogante.

Salí del callejón bastante decepcionada con la aventurilla de persecución y me dirigí a la tienda más animada del lugar, sortilegios Weasley.

El sitio era, con diferencia, el más mágico que había visto en mi vida. Saqué mi móvil y empecé a grabar.

Crac. Crac.

Aparecieron a mi lado dos gemelos idénticos que sonreían.

-Estás usando un aparato muggle?- preguntaron al unísono.

-Muggle? Qué es eso? - pregunté confusa.

-Gente sin magia- dijeron los dos

-Ah, Nomags- dije

-No sé de dónde vienes- dijo uno

-Pero aquí se dice Muggle- terminó el otro

-Bueno, gracias por la bienvenida, voy a seguir mirando- dije alejándome de esos dos chicos.

Terminé de ver la tienda y me compré algunas cosas que me parecieron interesantes, y luego volví al hotel a descansar.

Al día siguiente dormí casi todo el día y luego ya era el momento de partir hacia el colegio.

Fui hasta la estación de tren y traspasé la barrera entre el mundo nomag y mágico.

Un enorme tren de vapor estaba parado en la estación. La gente iba y venía, los niños se despedían de sus padres y subían al tren, y algunos observaban todo con aires de vigilancia. Todo parecía normal.

Subí al tren y después de recorrerlo entero encontré un vagón vacío.

Dejé mi baúl en la zona del equipaje y saqué mi móvil para contestar mensajes, ya que el horario era distinto que en América y no había podido contestar.

Cuando terminé me puse a jugar un rato al Candy Crush hasta que alguien entró.

-Puedo sentarme aquí? Todo el tren va lleno- dijo una chica rubia con ojos dispersos y aire soñador

-Claro, no estaba colonizado el vagón ni nada- contesté sonriendo

-Soy Luna Lovegood. No nos hemos visto antes, eres nueva?

-Sí, soy Hope Mikaelson, estoy de intercambio, podría decirse. Encantada.

-Qué guay, de qué escuela vienes?

-Ilvermorny

-Qué divertido, me habría gustado ver esa escuela

-Es bastante normal. No te pierdes nada.

Ella no dijo nada más, simplemente sacó una revista y empezó a leerla al revés.

Al cabo de un rato entró un chico alto y de pelo negro, con cara de bueno, que miró a Luna sonriendo

-Luna, te estábamos buscando- dijo

-Hola Neville- dijo ella sonriendo.

-Ah, pensaba que estabas sola- dijo él mientras se acercaba y me tendía la mano- Soy Neville, encantado

-Hope- dije

-Bonito nombre. Muy acorde con la época que vivimos.

-Gracias, me lo pusieron por su significado- dije sonriendo con melancolía.

-Te vienes con nosotros? Estamos en el vagón de al lado- dijo Neville amablemente.

-No es necesario, gracias- dije

Era mejor que no hiciera amigos. No estaba preparada para perder a más gente, y el hecho de que Inglaterra estuviera al borde de la guerra con Voldemort solo empeoraba las cosas, porque en las guerras siempre muere gente.

-Bueno, si quieres algo, estamos ahí al lado.

Hice un gesto con la cabeza de asentimiento y seguí con mi juego del móvil.

Tetra-HybridDonde viven las historias. Descúbrelo ahora