Que tu madre sea la lobo Alfa de una manada ancestral, tu padre el primer vampiro del mundo y tu abuela una de las brujas más poderosas ya parece bastante increíble, pero eso solo me haría Tri-Hibrida, y el universo pensó que me vendría además posee...
Al día siguiente se llevaba a cabo una misión importante, se iba a tomar el ministerio, así que tendría que aprovechar y buscar a algún mortífago lo suficientemente enterado de los planes, pero susceptible de ser traidor. Encontré rápidamente a uno que cumplía ambos requisitos cuando iba a entrar a interrogar a un secuestrado.
-Hey, Price- saludé al mortífago
-Qué quieres?- me preguntó
Yo me acerqué a él y lo miré a los ojos.
-Tú tuviste la idea de la poción multijugos, que mencionaste en una conversación conmigo, tú avisaste de que íbamos a tenderles una emboscada. Te reuniste con Ojoloco, como llevas haciendo desde hace dos meses. Negarás todos los hechos a menos que te torturen. Ahora olvida que me has visto.
Me fui de allí y me dirigí a la cocina a comer algo.
Esperé a que el plan de tomar el ministerio hubiera salido con éxito y cuando vinieron con las buenas noticias, me atreví a entrar en el salón sin ser llamada.
-Qué haces aquí niñata asquerosa? Nadie te ha mandado llamar!- me gritó Bellatrix.
-Tranquila, Bella, seguro que tiene un buen motivo para la intromisión- dijo Voldemort con voz calmada.
-Lo tengo. - dije sonriendo con maldad- tengo al traidor
-Y dónde está?- preguntó escéptico
-Está en la casa, es Price- dije. Voldemort hizo un gesto a Bellatrix para que fuera a buscarlo.
-Suéltame! Yo no he hecho nada! No soy un traidor, señor, no crea a esta niñata!
-Cómo has descubierto que era él?- preguntó con calma
-Señor, admito que casi no me he esforzado, recordé una conversación que tuve con él en la que hablamos sobre la misión de ir a por Potter. Él mencionó que sería una locura que utilizaran poción multijugos para confundirnos. Luego fue exactamente lo que ocurrió, así que sólo podía deberse a dos cosas. Que él sabía qué iban a hacer y no nos lo dijo, lo que lo convierte en un traidor o que realmente fuera casualidad.- dije mirando a Price con desprecio- Y yo no creo en las casualidades
-Eso no es verdad! Ella miente! Yo no sabía nada!
-Cállate! - gritó Bellatrix. Ella no tenía piedad si había un sospechoso de traición- Cruccio!!
El hombre se retorció de dolor y yo sonreí. Mi plan iba a las mil maravillas.
-Lo veremos.. abre tu mente para mí- dijo Voldemort antes de usar legeremancia.
Vi en su expresión que evidentemente estaba encontrando lo que yo le decía y cuando terminó de revisar, él mismo le lanzó un cruccio.
-No me gusta tener traidores, pero debo admitir que es bastante placentero verlos pagar por su traición. Es una pena que Nagini comiera el otro día, habrá que matarlo a la antigua.- dijo levantando su varita
-Si me permite, señor, llevo un tiempo sin probar sangre fresca. Aunque sea medio humana, también disfruto de una buena copa de vez en cuando- dije.
Estaba cabreada con todos los mortífagos por la situación en la que estaba.
Necesitaba sacar la vena Mikaelson y apagar mi humanidad un ratito solo.
-Adelante-dijo complacido- pero no seas demasiado rápida, que sufra.
-No se preocupe, me gusta jugar con la comida- dije justo antes de sacar los colmillos.
El mortífago intentó huir, pero lo perseguí y le arrinconé justo antes de morder su cuello sin piedad.
Bebí toda la sangre que pude y cuando ya no quedaba nada, oí la puerta abrirse y me giré
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-Hope? - preguntó un Draco asustado. Yo me recompuse un poco y me limpié la sangre.
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-Hola, cariño- le saludé.
-Ha sido un gran espectáculo- dijo Voldemort - debería tener más gente igual de dispuesta.
-Gracias- dije- ha sido un placer.
Draco seguía mirándome consternado y no lo soporté más. Me despedí del señor tenebroso y salí del salón para dirigirme a la habitación. Me duché y me cambié de ropa. Cuando salí del baño, Draco me esperaba sentado en la cama.
-Hope.. eso que ha pasado..- empezó diciendo
-Siento haberte asustado. No creas que soy violenta y un día intentaré alimentarme de tu sangre, yo no soy así- dije
-No ha sido eso lo que me ha asustado al entrar ahí. Ha sido que fueras tan amiga del señor oscuro. Creo que te estás pasando Hope.
-Todo ha sido puro teatro. El tipo que he matado no era un traidor, su único error fue convertirse en mortífago y usar su poder para violar muggles - dije mosqueada.
-Hope... Por más que lo pienso, no veo donde nos lleva tu plan. -dijo serio
Yo lo miré y luego miré mis manos. Me puse nerviosa. ¿Cuál era mi plan? ¿Cuánto tiempo llevaba aquí?
-Ya no sé nada, Draco. En mi plan yo no debía estar aquí más de dos semanas, pero llevo un mes entero y no estoy viendo una salida- dije mirándolo.
-Hope, si te tienes que ir, puedes hacerlo - dijo levantándose y acercándose a mí
-No puedo irme sin vosotros. Os hice una promesa. Os sacaré de aquí- dije
-No te preocupes por nosotros, vamos a estar bien.- dijo tratando de sonreír.
-No es cierto, no lo vais a estar, no puedo irme, no todavía- dije con determinación y salí de la habitación, ignorando las ganas que tenía que abrazarlo.
Tenía que reprimir mis sentimientos por Draco, no era justo para los demás, que habían puesto su confianza en mí, y yo me hacía amiga de mortífagos y me enamoraba de uno de ellos.
Mi segundo plan estaba en marcha. Usaría la compulsión para generar odio entre los mortífagos, que se fueran matando entre ellos. Mermaría las fuerzas del enemigo desde dentro y en sus propias narices.
