Capítulo 4

490 39 2
                                    

Fui a toda velocidad a clase y llegué en el último minuto, cuando entraba el profesor.

-Casi no llega señorita

-Soy nueva, no conozco el castillo- dije para excusarme.

-Ah, cierto, no se preocupe entonces y vaya a sentarse con el señor Malfoy que está solo.

Sonreí de lado ante la perspectiva de sentarme junto a ese idiota que me odiaba.

En ese momento entraron Harry y Ron tarde, se disculparon y se sentaron juntos.

No había estado tan cerca de Harry en ningún momento, y por eso no me había dado cuenta, pero ahora podía notar claramente la misma oscuridad que albergaban el anillo y la diadema. Pero ese chico no era oscuro. Ni siquiera parecía ser consciente de esa oscuridad. O sí. Lo vi frotarse la cicatriz. Seguramente por ahí había entrado la magia negra. Debía contárselo al director, pero de momento debía entretenerme, así que atendí en clase.

El profesor nos explicó las pociones más poderosas y nos hizo preparar individualmente una poción de amortentia, y el que mejor lo hiciera se llevaría un frasquito de felix felicies.

Harry parecía muy confiado siguiendo las instrucciones de un libro viejo, así que decidí hacer una copia de su libro en el mío con un conjuro y seguir las mismas instrucciones. Resultó ser buena idea, porque al final de la clase él y yo habíamos hecho la poción perfecta.

-Veo que tenemos dos eruditos en pociones. Vi sus notas de Ilvermorny, señorita, y sabía que sería una excelente alumna, en cuanto a ti Potter, me he llevado una sorpresa. Estamos de suerte porque había preparado dos frasquitos de felix felicies por si se daba esta situación, así que ahí tenéis uno cada uno.

-Gracias profesor- dijo Harry.

Salimos de clase y yo fui directa al despacho del director. De nuevo me lo encontré fuera de éste y de nuevo se sorprendió por mi visita

-Necesita algo más?- preguntó confuso- quiere que lo hablemos dentro?- dijo señalando la puerta de su despacho

-No es necesario, solo quería decirle que he encontrado otro, y que ese otro es Potter

Se le abrieron los ojos desmesuradamente y luego de apoyó en la pared para no caerse. Le había afectado.

-Lo siento- dije

-Muchas gracias, señorita Mikaelson. Realmente me doy cuenta de que la voy a necesitar. Debería juntarse con Harry y sus amigos para que empiecen a confiar en usted, porque ellos serán los que la acompañarán.

Puse mala cara. Hacerme amiga de ellos para luego ir a destruir los objetos oscuros, sabiendo que podría salir mal y morir alguien? A propósito? Menuda locura

-Profesor yo...

-Por favor- dijo preocupado- ellos van a necesitarla, y deben confiar en usted. Yo haré todo lo posible para que Harry confíe, pero debe poner de su parte. Y lo más importante, no debe decirle nada de lo que me ha contado a mí. Y deberá soportar ka oscuridad a su lado. Entiende señorita Mikaelson?- preguntó nervioso.

-Llámeme Hope- le dije y le sonreí.

Yo sola me había condenado a sufrir más. Genial.

Me dirigí al comedor para la comida y me armé de valor para acercarme a los tres amigos.

-Hola, os importa que me siente con vosotros?- pregunté

-No. Claro, siéntate- dijo Hermione sonriendo

-Perdonad mi conducta de ayer, cambiar de país es algo chocante- dije al ver la cara recelosa de Ron. Funcionó mi disculpa porque sonrió

-No te preocupes, es normal- dijo Ron- y bueno, cuéntanos, por qué te has mudado tan lejos? Es por el trabajo de tus padres?- preguntó

-Ah, no, es porque quería alejarme un poco, empezar de nuevo..- dije

-Y a tus padres les ha parecido bien?- preguntó Hermione sorprendida- te has ido del continente sola.

-Mis padres murieron hace 6 meses- dije seria, pero luego intenté sonreír- estar en casa me recordaba a ellos, y mis tíos estaban ocupados.. me quedé con unos amigos de mi madre un tiempo, pero no soportaba seguir allí

-Lo siento mucho, no lo sabíamos- dijo Hermione

-Gracias - dije y luego levanté la cabeza animadamente- ahora hablemos de temas más alegres que el drama me deprime

-Cuentanos entonces, cómo es Ilvermorny?- preguntó Hermione.

Les hice una descripción de la escuela y les conté algunas de mis aventuras allí, y la casa a la que pertenecía

-Guau, entonces estabas en Wampus? Es la Gryffindor de allí- dijo Ron entusiasmado

-Bueno, es algo diferente, pero sí- dije sonriendo.

Seguimos hablando de muchas cosas, ellos me preguntaron cosas y yo a ellos, pero noté que se lanzaban miradas discretas, seguramente tenían algo privado de qué hablar, así que me despedí de ellos fingiendo tener cosas que hacer y me marché.

Fui hasta el séptimo piso, me apetecía seguir revisando la sala de los menesteres, y aún tenía dos horas hasta la próxima clase.

Me adentré entre las montañas de objetos y me puse a revisar aquellos que desprendían más magia.

De pronto se abrió la puerta y me hice invisible. No quería que me vieran allí. Me acerqué a la persona que había entrado.

Malfoy.

Parecía nervioso y asustado.

-Por qué tenían que mandarme a mí esta misión suicida? Soy un puto crío, joder- murmuraba mientras iba mirando alrededor en busca de algo.- Encuentra la manera de hacernos entrar, Draquin- dijo poniendo voz chillona, seguramente imitando a alguien- o sino tu mamá tendré que sufrir las consecuencias.. puta loca. Es su jodida hermana- dijo

Sonreí. Estaba siendo coaccionado. Lo tenían amenazado con matar a su madre, y al parecer era su propia tía.

-El señor tenebroso quiere que mates a Dumbledore, si no lo haces tu familia entera desaparecerá, eso es lo que quieres?- seguía imitando es vos mientras daba patadas a las cosas con ira.-Joder, papá, no podrías haberte juntado con otra gente?- dijo frustrado y de pronto se paró, había encontrado lo que buscaba - más vale que esto funcione o estoy muerto.

Estaba delante de un armario. Hizo un hechizo y metió algo dentro, pero se frustró cuando volvió a abrir.

Estuvo así durante un rato y yo estaba aburrida de verlo. Ya había descubierto bastante para saber a ciencia cierta que era un mortífago, que lo tenían amenazado con la muerte de su familia y que era pésimo intentando arreglar ese armario, pero no podía irme, porque si abría la puerta se daría cuenta.

Al pensar eso noté que aparecía una trampilla en el suelo, la abrí con cuidado, pero no hacía ningún ruido, entré por el hueco y aparecí en un pasadizo. Lo recorrí entero hasta llegar a una puerta, que al abrirse me dejó enfrente de la salida del castillo, en la puerta más cercana al invernadero, donde se impartía Herbologia. Sin duda, Hogwarts era un castillo increíble.

La clase pasó sin pena ni gloria, y luego encaminamos a DCAO, que impartía Snape, al parecer un profesor temible.

Tetra-HybridDonde viven las historias. Descúbrelo ahora