3.No te duermas

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Abrí los ojos . Solo había oscuridad . Los gritos y vítores del público tan solo parecían un leve recuerdo en mi mente . Me sentía mareada , como si me fuese a desmayar .

De repente recordé que debía de llegar a la rosa y toda esa pesadilla habría pasado . Me levanté despacio con los huesos doloridos y me puse en pie . Me rodeaba la oscuridad .

No veía el cielo , ni el final de la estancia . Sin saber que hacer comencé a caminar hacía delante . Todo parecía tranquilo , no había nada . De pronto escuché algo detrás de mi . Al girarme no vi a nadie . Otra vez . Escuché un susurro de palabras junto a mi oído en un idioma que no entendí .

Alguien gritó a mi espalda . Al mirar hacía atrás vi a un gran lobo gris . Sus colmillos se asomaban con agresividad y su mirada reflejaba crueldad . Me miraba fijamente , como si estuviese imaginando como sería despedazarme trozo a trozo . Eché a correr como si se me fuese la vida en ello .

Tropecé contra algo en el suelo y habría caído de no haber sido porque apoyé la palma de la mano izquierda en el suelo . El animal me estaba alcanzando . Ante mí aparecieron una escaleras y empecé a correr por ellas . Parecía que no tenían fin . Me resbalé hacía un lado . No había barandilla y me quedé colgando de una mano . El salvaje animal se quedó quieto y me miró con ojos violentos . Miré hacía el suelo .

Si iba a morir prefería hacerlo así .

Un precipicio apareció bajo mí y sentí un escalofrío recorrerme la espalda . Entonces vislumbré una barra de metal en el vacío , era fina , como un puente estrecho . Entonces se me ocurrió una idea . Podría precipitarme al vacío y agarrarme a la barra , pero si no lo conseguía moriría seguro .

Miré hacía arriba , el lobo se acercaba . Mis manos se resbalaban sudorosas de agarrarse . Solo quedaban tres dedos agarrados a el borde . Era ahora o nunca . Me solté y me precipité al vacío soltando un grito . El lobo se tiró encima de mí y me rasgó con sus dientes el tirante rojo de seda de el vestido .

A duras penas , logré pegarle un puñetazo en la boca , y me consiguió ventaja por unos segundos . La adrenalina corría por mis venas . La barra metálica cada vez estaba más cerca . La respiración se me estaba cortando por la falta de aire en caída . Quedaban diez segundos para llegar a la barra . Miré al lobo , el también pretendía llegar allí .

Pero solo había espacio para uno .

Cuando la barra estaba a unos centímetros de mi me impulsé dándole una patada al lobo y me agarré a ella . Estaba en el borde de la barra anclada a ella por tan solo cuatro dedos .

– Tu puedes con esto – me dije a mi misma .

Agarré la otra mano a la barra , subí una pierna con gran dificultad y torpeza y acto seguido subí la otra soltando un gruñido . Me encontraba a gatas sobre ella . La barra ocupaba unos centímetros más que mis dos rodillas de ancho .

Por lo menos yo era delgada . Miré hacía atrás . No veía el final de la barra . Al mirar hacía delante me quedé helada .

El lobo había logrado subir .

Me miró con sus ojos asesinos , pero yo fijé la mirada detrás de él . Había una chica al final de la barra . Una niña de seis años con un sencillo vestido blanco . Me miraba con ojos inhumanos ,pero era tan guapa que parecía un hada .

Su cabello negro como el carbón le resbalaba por la cintura y sus ojos dorados fijaron la mirada en mí. Me resultaba sorprendentemente familiar . Volví a mirar al lobo . Había comenzado a caminar hacía mí .

REBELDE ( en edición )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora