1.Corre

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Para cuando llegamos a el centro de Chicago yo ya no estaba tan nerviosa .

El Sol brillaba con tanta intensidad que mis ojos evitaban alzarse más de lo necesario . La carretera estaba literalmente abarrotada por el tráfico , que no paraba de circular de lado a lado .

Deseando quitarme el agobio de encima , abrí la tapa de mi cuaderno de dibujo . Empecé a pasar con delicadeza las suaves páginas de papel mientras los ruidos de la calle comenzaban a alejarse . Desde muy pequeña siempre me ha gustado dibujar , ya que es un buen modo de desaparecer y olvidar todo este desastroso mundo para poder meterte en otro en el que solo te molesta el flujo  de tus propios pensamientos y emociones.

A los nueve años , decidí que esa era mi pasión y me apunté a la escuela de arte oficial de Madrid . Yo amaba Madrid , pero a mi madre le ofrecieron un trabajo en Chicago de doctora y era una oferta que no podíamos rechazar .

Por suerte , yo estaba preparada para mudarme aquí , ya que desde pequeña convivo en casa  con el español y el inglés , ya que mi padre era estadounidense .  Mi madre nunca me ha apoyado en esto porque dice que la vida no es un sueño y que hay que trabajar con oficios de verdad para salir a delante .

Creo que  en realidad no le gusta porque en la mayoría de mis dibujos sale mi padre . Él  murió cuando yo tenía tan solo unos meses , por lo que no me acuerdo de él . En mis dibujos lo intento dibujar , pero siempre me imagino su rostro , ya que mamá dice que sus fotos se quemaron en el incendio en casa de la tía Max .

A veces , siento que no tengo derecho a llevarle flores a la tumba ya que es como si por no acordarme de él , no fuese su hija . Si tuviese algo de él , sería diferente , pero es que físicamente soy idéntica a mi madre : tengo sus mismos ojos verdes , la misma pequeña cara , el mismo cabello moreno ondulado y las dos somos delgadas.

Cristina tiene otro padre pero extrañamente es igual que papá . Parece ser que tiene los mismos ojos azules y el mismo cabello rubio y la misma cara angulosa que él . Según mi madre , mi carácter es lo único que tengo  de él : Soy cabezota , alegre , un poco agresiva y digamos que no tengo muy buen carácter.

- ¿ Al final has pensado en lo de apuntarte a una escuela de arte en Chicago?  - Pregunta mi hermana quitándome el cuaderno de las manos .

– No lo sé , Cris , pero no veo que te tiene que importar eso a ti – la digo cogiendo mi cuaderno de su regazo  .

– A veces pienso que eres demasiado aburrida para tener dieciséis años , ¿sabes ?- dice mirándome con aire arrogante .

– Lo que tú digas .

Cuando por fin llegamos a la entrada de nuestra nueva casa , sentí que se me paraba el corazón . Parecía la mismísima Casablanca . Tenía un gran jardín delantero con una fuente de color mármol grisáceo en el centro . Dos enormes  caminos de piedra surgieron a cada lado de ella y se encaminaron hacia la casa haciendo un efecto majestuoso .

Esta , debía de tener seis plantas por lo menos y estaba pintada de blanco perla  . Había una gran entrada en el centro por la que podría pasar perfectamente un gran elefante. En la entrada a la mansión había una fila de cinco limusinas y junto a la puerta estaba un hombre de treinta años aproximadamente con rostro inexpresivo .

El hombre iba vestido de negro y tardé unos segundos en darme cuenta de que sería nuestro mayordomo.

   - ¡ Mamá ! , ¿ pero tú estás loca ? – la grité nerviosa - ¡ no tenemos dinero para pagar una mansión !

- Tranquila Emma, nos la ha dejado una amiga mía – responde con toda la tranquilidad del mundo – se ha ido ocho años con su hijo y dice que no quiere que su casa acabe cogiendo polvo y se quede sin vida .

REBELDE ( en edición )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora