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┌══。*.☆𝐂 𝐀 𝐏 𝐈 𝐓 𝐔 𝐋 𝐎  0☆.*。══┐

VENIR DE VACACIONES A UN LUGAR casi en medio de la nada tenía sus privilegios, exceptuando el gran inconveniente de no tener amistades cercanas a ti de forma física

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VENIR DE VACACIONES A UN LUGAR casi en medio de la nada tenía sus privilegios, exceptuando el gran inconveniente de no tener amistades cercanas a ti de forma física. A pesar de ese contra, no me quejaba de nada sobre el que había empezado a ser nuestro destino vacacional desde la muerte de mi bisabuela, cuando yo apenas podía formular vocales y mi proceso para defecar decentemente estaba progresando a grandes rasgos. Uno de aquellos grandes pros era la paz, ese estado casi utópico que disfrutaba aún más en el que llamaba mi "santuario del caos" de lo que podría en cualquier otra parte del mundo, y en el que podía sumergirme siempre que quisiera estando en ese lugar o sus alrededores.

― ¡Elle!¡Ven a cenar!

Claro que eso duraba hasta que a mi familia se le antojaba ser extrañamente hiperactiva y gritona. Pero no podía quejarme, nuestros momentos llegaban inesperadamente y tal parecía que era algo de familia, aunque por supuesto que era una de las razones por las que papá amaba a mamá, su alegría casi espontánea ― que lastimosamente solo le había heredado a mi hermana menor ― hacía que cualquier lugar tomara un tono cálido y hogareño a su estilo.

Al llegar al comedor sentí como mis entrañas se removían felices por el olor que la comida nos proporcionaba, me senté dando saltitos en mi lugar predeterminado en la mesa esperando por el visto bueno de mamá para empezar a comer.

No muchos segundos más tarde el resto de mi familia se reunió en el lugar, todos con la misma expresión de gusto al olfatear el platillo. Mamá nos recorrió a todos satisfecha mientras observaba como nos alimentábamos con rapidez.

― Deberías masticar, te vas a atragantar. ― advirtió mi hermana mayor, Charlotte, mientras observaba con asco como metía un gran bocado que apenas cabía en mi boca.

― Debedías dejad de metedte donde no te llaman. ― respondí retándola sin tragar completamente la comida.

Abrió la boca disgustada con mi respuesta mirando a mamá en busca de ayuda; sonreí con suficiencia al notar como nuestra progenitora hacía un gesto con el cubierto para dejar el tema.

― ¿No te gustaría ir por la vaca de los vecinos? ― preguntó papá, con un deje de burla desde el otro extremo de la mesa, viendo como volvía a servirme un poco más en mi plato.

― ¿Los vecinos tienen una vaca? ― todos miramos divertidos a mi hermana menor, Clarette, que nos observaba emocionada por la buena nueva.

― No Clarie, tu padre solo está jugando ― aclaró mamá por encima de las risas que mi padre soltaba.

― Por supuesto que no juego  ―observó con falsa seriedad a mamá mientras se erguía sobre la mesa - la vi esta tarde cuando regresaba del trabajo, era grande y gorda ―mordí el interior de mi mejilla aguantando la risa.

𝐇𝐀𝐙𝐀𝐑𝐃𝐒 ━ james s. potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora