pensar este día me costo mucho.
fuimos a pasar a la playa a Gerona, y terminamos cruzando a Argelès-sur-Mer, un pueblito de Francia. ahí también nos metimos al mar, fue un día precioso.
el agua parecía mágica, y a pesar de que fueran ya los últimos días de verano el sol estaba tan hermoso y cálido.cuando nos fuimos a meter por ultima vez al mar antes de merendar, me quede un rato sentada en la orilla admirando el paisaje, me sentía tan tranquila, tan libre.
lejos de todo, de los problemas con mama y sobretodo lejos de vos.la tarde también fue hermosa, merendamos en una terraza que daba al mar.
tía me dijo que antes de subir al auto me cambie la ropa húmeda porque me iba a enfermar, y como típica adolescente le dije que no me iba a pasar nada que aparte ya estaba casi seca.
que mala idea.durante el camino de vuelta dormí porque estaba demasiado cansada y aburrida.
me desperté cuando llegamos a Barcelona, donde al parecer íbamos a bajarnos para ir al mercadona a comprar unas cosas.
cuando ya estábamos por llegar tía me dijo que me cambie para poder bajarme con ellos.como estaba tardando tanto tía me dijo que me quede en el auto que no iban a tardar mucho igual.
ella te dijo que vayas a dar una vuelta para hacer tiempo, porque no había estacionamiento.la idea de quedarme en el auto con vos, me causo una sensación horrible. podía sentir tu mirada observándome desde el espejo retrovisor.
yo estaba hecha un bollo en el asiento de atrás, lo único que me faltaba cambiarme era la remera, y realmente no quería hacerlo.
cuando paraste en el semáforo me miraste fijamente y me dijiste que me cambie la remera que me querías ver.me sentí tan sucia, teniéndome que sacar la remera adelante tuyo.
pero eso no termino ahí.
entraste como a un callejón para dar la vuelta, y le pediste indicaciones a un señor que estaba caminando por ahí, te explico que para salir a esa calle, tenias que hacer un par de cuadras y doblar a la derecha y después en la primera a la izquierda.
pero vos doblaste hacia la izquierda y fuiste hasta el final de la calle, paraste el auto y te pasaste a la parte de atrás.
te abalanzaste sobre mi como si fueras un animal.
estaba tan asustada que quedé inmóvil.mientras me besabas, deslizaste tu mano por todo mi cuerpo hasta llegar a mi entrepierna y comenzaste a tocarme.
mira como me pones me dijiste.
esa frase me persiguió hasta en mis peores pesadillas.para mi suerte apareció un señora en la calle, que parecía estar caminando hacia donde estaba el auto, y te acordaste que teníamos que volver.
te pasaste de nuevo adelante como sino hubiera pasado absolutamente nada.yo estaba rota, me estabas tomando como un objeto para desquitarte.
cuando ella pregunto porque habías demorado tanto, me miraste, para asegurarte de que no diga nada.
me sentía tan sucia, cuando llegamos lo primero que hice fue ir a bañarme.mientras me bañaba, lloré, porque sabia que aunque me bañara mil veces, iba a seguir sintiéndome así.