¡Te odio!... ¿no? || Drarry || [Editando]

Capitulo 46.

La señora Grengrass oía a sus hijas detrás de la puerta de la habitación de la mayor, estas estaban empacando para volver a Hogwarts al día siguiente, hasta que en un momento pararon, al parecer tenían una conversación sobre el hijo de los Malfoy.

—Es urgente, Daph.

—Bien, bien, ¿que sucede con Draco?

—Lo he estado siguiendo y estoy segura de que tiene un romance con Potter.

—Espera, espera, espera...¿¡Draco que?! y más importante, ¿¡tú qué?!

Se quedó escuchando toda la historia detrás de la puerta, la señora Grengrass estaba impresionada, el hijo de los Malfoy con el hijo de los difuntos Potter. Y por lo que sabía los padres de Draco no tenían idea de aquello.

—Es una posibilidad, es decir, sus padres te quieren, no él, deberías entenderlo ya, Astoria.

—Eso no es cierto, además tengo algo que voy a darles al señor y la señora Malfoy en caso de... emergencia...

—¿Que es eso?

—Potter le envío unas cartas a Draco durante las vacaciones, y digamos que...las tomé.

—¿Estás hablando en serio?¿¡Que sucede contigo?!

—¡Lo amo, Daphne, eso pasa!

—Dame eso...no vas a hacer lo que creo que harás.

—Lo haré si tengo que hacerlo. Créeme.

Esto lo tienen que saber los Malfoy de inmediato...

Pensó la señora Greengrass. Y si, fue lo que hizo.

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—¿¡Por qué diablos hiciste todo eso?!—exclamo con enojo el azabache.

—Astoria, pensé que ya había quedado claro que tú no me gustas—dijo el rubio mirándola con expresión sería.

—Lo hice porque pensé que podía cambiar eso...—hablo la castaña cabizbaja.

—¿Cambiar que? Éramos amigos, Astoria, y de repente estás haciendo todo esto.

—Tienes el derecho de estar enojado conmigo...ambos pueden estarlo, pero...no quiero que me odies, Draco.

—No te odio...tanto, pero no sé si te perdonaré—Astoria asintió.

—Claramente no te he olvidado, pero no voy a molestarlos más si es lo quieres.

—Eso espero.

—Nadie más sabe de esto, ¿no?—preguntó Harry.

—No, tenlo por seguro, solo le conté a Daphne—ambos asintieron más calmados.

Si Astoria confesara algo. Seria que si no fuera por Daphne, que le había dicho que le contaría todo a Draco si no lo hacía ella misma, no estaría ahí, pidiendo perdón, dejando que la persona que ama sea feliz con alguien más...si aún tuviera pruebas los Malfoy sabrían todo en ese instante. Y no hubiera sentido arrepentimiento de haberlo hecho.

No sabía que alguien ya le había hecho ese favor.

—Bueno...ya tienes las cartas, ¿no? ya me vo-

—Señor Malfoy, el director Dumbledore requiere de su presencia en su oficina de inmediato—oyó la fría voz de Snape detrás de él.

—De acuerdo.

. . .

Draco estaba en la oficina de Dumbledore. Cabizbajo, con Lucius y Narcissa Malfoy delante de él.