Capitulo 13

1.2K 128 103
                                    

Los personajes de Naruto no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

La negativa de Hinata, tenía a Obito cabreado. El no estaba cómodo, sabiendo que su amada corría peligro. El solo pensar en que pudieran hacerle algo, lo sobresaltaba.

—Por favor entienda...no quiero, depender de nadie, yo mandare instalar alarmas, pero no quiero ser una carga de nuevo—Hinata miraba a Obito, con los ojos suplicantes, para que respetara su decisión.

Obito tenía los brazos cruzados, y estaba visiblemente enfadado por la negación. Ya no sabía que pensar.

—¿Porque no quieres vivir conmigo?—cuestionó con desconfianza.
La Hyuga cerró los ojos, sabiendo bien a donde conducía esa pregunta.

—Ya se lo dije, no quiero ser una carga, no piense otra cosa, yo ya le demostré que usted es mi único hombre—sus dulces palabras derritieron al azabache y se acercó para abrazarla.

—Perdóname, no quise importunarte, mucho menos ahora, que te acabas de enterar de lo que en verdad paso, pero entiéndeme yo no quiero perderte, me moriría si resultas dañada—ella se aferró a el conmovida.

Mas tarde, una caricia llevó a otra, hasta que ambos se estaban desnudando de nuevo.
Hinata, recordó los consejos de Shion y tratando de hacer a un lado la vergüenza, se hincó, para que el azabache, se sentara en la cama.

Obito, imagino todo, menos lo que estaba sucediendo en ese momento. Su delicada e inocente novia, lo estaba llevando hasta el límite. El placer era increíble.

—Haaa-Hina-Hinata—gruñó con la cabeza echada hacia atrás y la mano derecha sosteniendo el cabello de su amada.

La ojiluna, chupaba el grueso miembro del moreno, sin poder abarcarlo todo y como le mostraron sus amigas, lo que no entraba en la boca, lo cubría con las manos. La sensación era diferente, no desagradable, pero si, diferente a lo que ella pensaba y lo mejor de todo eran sin duda alguna, los seductores sonidos que salían de Obito. Solo con escucharlo, comenzó a mojarse.

—¡Hinata!—trató de levantarla, para no terminar dentro de la boca, pero ella no se alejó y continuó con mas rapidez haciéndole terminar en su cavidad bucal.

—Eres increíble—declaró jadeando. Luego la ayudó a ponerse de pie, para abrazarla, aún asombrado de lo que fue capaz de hacerle.

—¿L-lo hice bien?—preguntó con las mejillas sonrojadas y la voz temerosa.

—Estuviste grandiosa muñeca—invirtió las posiciones y la dejó a ella acostada de espalda al colchón.

Subiendo a la cama, gateando para llegar hasta ella, Obito se semejaba a un depredador, que se acerca a devorar a su presa.

La Hyuga totalmente desnuda, se levantó sobre los codos, para apreciar las acciones de ese hombre tan increíblemente sexy. Aún no podía crear, que Obito estuviera con ella. Se sentía la mujer mas afortunada del planeta.

Al sentirse observado Obito la miró a los ojos y le regalo la sonrisa mas seductora, que ella hubiera imaginado ver. Ese simple acto la hizo gemir por la expectativa de lo que le haría sentir.

El Uchiha se acercó hasta besar los labios entre abiertos de la chica, para después bajar hasta el cuello, dejando un rastro húmedo por donde iba pasando. Se detuvo unos momentos en los senos y siguió bajando hasta la intimidad femenina.

Hinata se dejó caer hacia atrás, cuando sintió la lengua de Obito en su vagina. Los movimientos del azabache aumentaron a medida que la escuchaba gemir.
Sonrió satisfecho al saberla tan desquiciada por lo que solo el, le estaba haciendo sentir.

Desencuentro ObihinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora