Capitulo 11

1.1K 140 97
                                    

Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

Sasuke, sintió como si el tiempo se hubiera detenido, en el momento que la miró entrar, sin ser consiente de lo que hacía, se puso de pie atrayendo la atención de los que lo rodeaban.

Mikoto, se llevó la mano a la boca al mirar a su hijo, de esa manera.
Ella en ningún momento lo cuestiono por su proceder en el pasado, respecto a Hinata, porque estaba ofendida, con el. Francamente no supo que pensar y ahora que lo veía con los ojos clavados en ella, podo percibir dolor, con una mezcla de amor.

¿Sería acaso lo que estaba pensando? No, el no sería capaz de hacerle eso a Sasuke, no a el. Rezo, mentalmente, para que no hubiera pasado lo que estaba pensando, porque de ser así, no sabía que hacer, para defender a su hijo.

Pronto Karin, agarró con fuerza la manga del saco, que llevaba puesto su esposo, para que dejara de hacer el ridiculo mirando a esa mujer de esa manera.

Fugaku, se aclaró la garganta, enviando una mirada desaprobadora a su hijo menor, siendo en ese momento, que Sasuke se dio cuenta de lo que estaba haciendo.
Al sentarse de nuevo, lo único que alcanzó a ver fue la espalda de su hijo que se había ido corriendo hasta la pista de baile.

[...]

La mirada de Obito, parecía traspasarla. Se sonrojó al verlo tan guapo, incluso mas que antes. La Hyuga, tuvo la sensación, que nada más ellos, estaban en ese sitio, como si ninguno de los dos pudiera mirar hacia otro lado.

—Vamos a tomar asiento—murmuró, Neji, sacándole del trance, en el que había permaneció.

Caminaron por el salón, atrayendo las miradas curiosas de los presentes y en ese momento, Hinata se dio cuenta, que su primo se dirigía hacia donde estaba Obito.
Ella no estaba conforme, no sabía que decir, frente a el.

Su preocupación, ya no pudo avanzar, gracias a unos brazos fuertes que la envolvieron de la cintura, para llevársela a bailar.

—¡Kiba..! —exclamó aliviada, de no tener que enfrentar al Uchiha.

—Usted, se viene conmigo a bailar, señorita, no dejaremos que nos abandones de nuevo—le dijo el castaño,  guiñadole un ojo.

Hinata, miró hacia Neji, que sonrió negando con la cabeza, pero al mismo tiempo, dándole aprobación para que se fuera con sus amigos.

—Estoy, feliz por verte de nuevo Hina—la ojiperla, sonrió al escuchar a su amigo, mientras bailaban.

—¡Los extrañe mucho, de verdad!—Kiba sonrió y continuó bailando hasta que la pieza terminó. Los dos iban caminando, cuando un pequeño niño cayó frente a ellos y comenzó a llorar.

La morena corrió hasta el y lo levantó en brazos, para cerciorarse, que estaba bien.
El  niño, se veía de la misma edad que Hizashi, pero este tenía el cabello negro al igual que los ojos.

Hinata lo acercó a su pecho para calmarlo, hasta que dejó de llorar y le dio una sonrisa, que dejó ver la incompleta dentadura. A la ojiperla le pareció tan encantador que no se resistió a besarle las mejillas regordetas, haciendo que el pequeño se sonriera aún más.

La Hyuga, buscó la mirada de Kiba y en ese momento, fue consciente que todos la estaban mirando, frunció el ceño sin entender nada, viendo a Kiba, que se giró para encarar a alguien.

Ella también se dio la vuelta aún sosteniendo al niño, para encontrar las orbes oscuras, de la persona que no quería enfrentar, al menos no, todavía.

Desencuentro ObihinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora