Me desperté un poco tarde, ya que era sábado. Me había perdido el desayuno y si no me apuraba también perdería el almuerzo.
Sin ganas de nada tome una camiseta de quiddich del equipo de Bulgaria que le había quitado a Viktor. Sonreí levemente al recordar su mal humor siempre que le sacaba camisetas, amaba hacerlo ya que me había propuesto coleccionar todas las de los diferentes equipos que existieran.
Luego de recordar aquello junte mi cabello en un moño y me puse un short negro.
Me paré frente al espejo y observé mi reflejo. Algunos mechones rubios me caían en la cara y mi piel estaba más pálida que de costumbre y la remera era tan larga que apenas se notaba que llevaba algo debajo.
Sin importarme aquello salí de mi habitación y emprendí rumbo al gran comedor.Cuando al fin llegué había muchos alumnos observando algo en la mesa donde se supone que me tenía que sentar.
Al acercarme note que todos estaban parados a un metro de esta menos algunos de mis compañeros de Durmstrang, incluído mi hermano Viktor.
Cuando el último nombrado me observó me dedicó una leve sonrisa.
A medida que estaba más cerca de ellos comenzaba a caer del techo una especie de brillos dorados y plateados. Cuando quise preguntar por esto uno de los amigos de Krum hizo una especie de hechizo con su varita y sobre la mesa apareció una foto lo suficientemente grande para que todos la vean.Cuando Viktor empezó a hablar no había ningún ruido en el gran comedor, al parecer todo el mundo quería saber de lo que se trataba esto.
Al escuchar sus palabras me quedé pensando y me di cuenta que hoy era mi cumpleaños, sin darme cuenta sonreí como una tonta.-En está fotografía yo tenía un año y tú solo apenas unos meses. Desde el momento en que te vi supe que jamás te dejaría sola.
La imagen rápidamente cambio.
-En está recuerdo que tu estabas muy cansada como para ir llegar a las tribunas del estadio pero aún así éramos muy fanáticos de bulgaria y no me quedó otra que cargarte. Aunque no olvido que cuando llegamos no te quedarás quiera porque ya "habías descansado" hasta que simplemente admitiste que era más fácil ser cargada que ir a pié -dijo mientras soltaba una carcajada
Luego otra imagen apareció, mientras yo pensaba cuánto tardaría en largarme a llorar de la emoción.
-Aquí habremos tenido cinco y seis años, amabamos ir a la playa a jugar y allí comenzó tu loca idea de ser una especie de modelo y yo bueno, era un buen fotógrafo -los amigos de Viktor soltaron una carcajada- A pesar de que tiempo después, y un par de corazones rotos de mis amigos, supe que no te haría falta mucho para serlo ya que cautivabas a todos estos tontos con una simple sonrisa -en ese momento sus amigos de pusieron rojos y llegó el turno de reír de Krum.
-Y como olvidar esa fiesta, mamá dejó muy en claro que teníamos que estar perfectos y te dejó como encargada, lo que provocó que estuvieras acomodando mi moño y mi saco cada quince segundos exactamente, era odioso por cierto.
-Y aunque creciera y sigas siendo una odiosa sabes como ablandarme como para que yo haga estás ridiculeces -mencionó señalando aquella foto - simplemente, aunque quisiera, no podría vivir sin ti porque eres la mejor hermanita de todas.
Salté hacia Viktor y lo abracé con algunas lágrimas en mis ojos. El me correspondió el abrazo y dejó un beso en mi frente.
-Feliz cumpleaños Phoenix.
Cuando me separé del abrazo me dió una caja acompañada de todas las fotos envueltas por un lazo con un moño en el medio.
Apenas abrí la caja salté de la emoción. Era la camiseta de Quiddich del equipo de Irlanda y ESTABA FIRMADA POR TROY!Todos mis compañeros me abrazaron y me alzaron mientras me cantaban una especie de canción del feliz cumpleaños en búlgaro.
Sin duda sabía que mi hermano era el mejor de todos y que siempre iba a estar para mí, no sé que haría sin él.