El diario de Emily

Como en las novelas

Ya estoy despierta, me toca llevar a mi hermano al jardin antes de ir a la universidad, ambos nos encontramos soñolientos y comiendo con pereza

-Ñaña, ñaña, el hada otra vez me dejó chocolates- dice el pequeño feliz mostrandome el paquete

-enserio? ahhh, con razón olía a chocolates la puerta de tu cuarto- le digo sonriente, me encanta verlo feliz

- apurate, que llegaremos tarde- digo tomando mi café rapidamente

-ya voy, ya voy, no me apresures, soy la tortuglita-dice a la vez que toma su mochila del hombre araña y camina lento como una tortuga

- ay este niño, llegaremos tarde tortuglito- le digo tomándole de la mano, mamá se encuentra descansando, le dejé el desayuno tapado sobre la mesa antes de irme.

Le dejo en el jardín y camino hasta la parada del bus para irme, llega el que me levará a la universidad, subo y me coloco los auriculares 

Que linda canción- digo mirando la pantalla, y la guardo en una playlist

Llego a la universidad y me siento algo nerviosa de entrar, estoy dudosa, el vigilante me ve extraño

-va a pasar o no señorita?-

-si, va a entrar conmigo- dice alguien detrás de mi, esa voz, esa gruesa voz, no será Lu...

-Lukas!!- digo yo sorprendida y algo fuerte

-vaya energía la de hoy- me dice sonriendo -entremos- señala con la mirada

-claro- le sigo

-¿llegaste bien?- pregunta él mientras caminamos

-pues si, ¿acaso no estoy entera?- digo a la vez que me reviso a manera de juego

-pues si, te falta algo- dice serio, a lo cual me detengo preocupada -¿qué habré olvidado?- trato de hacer memoria

-pues no sé, y ni se te ocurra decirme que olvidé las nalgas porque esas ni tengo- digo fingiendo estar molesta

Se acerca, bueno, agacha la mirada para verme, ya que él es alto, su cercanía me pone nerviosa y sin querer me apego contra la pared, y él se acerca más a la vez que coloca su brazo por encima de su cabeza y la otra mano como sujetando la pared, le miro a él, miro su brazo que me impide salir, me pongo nerviosa y trago mi saliva algo angustiada

-sabes qué olvidaste? O aún no te das cuenta de lo que pasa?- dice mirándome y pasando de mirar mis ojos a mis labios, al no aguantar más yo ese momento me agacho y paso por debajo de su brazo

-da igual, luego recordaré- digo alejándome

-oyeee, era bromaaa, te pusiste nerviosa acaso?, hey!!!! Me vas a dejar acá solo?- dice riendose

-No me puse nerviosaa, nos hacemos tarde, no hay que jugar así- le digo a lo lejos -ashhh, así que solo jugaba a molestarme, ya sabía ya, ashhhh, y pensar que sentí que me iba a besar, hubiese sido mi primer beso, no, no, eso fue raro, mejor de lejitos nomas- me voy diciendo mentalmente mientras él sigue riendo.

Desde ese día las cosas estaban así, aveces sentía que yo le gustaba, y sentía que él me gustaba también, ¿cómo se llamará ese efecto? Basta que cierta persona cercana a ti empiece a actuar de una manera un tanto como si le gustaras y a pesar que antes no te gustaba ahora le empiezas a encontrar atractivo, no me debe pasar, debo evitar esto. Aveces me pillé a mi misma mirándole en clases como boba, que vergüenza si alguien se da cuenta, esto de pasar mucho tiempo con él no esta bien.