Soledad y errores (Parte 1)

7 2 0
                                    

Estoy a final de ciclo y cada emoción la siento a flor de piel, tan intensa que quema. 

¿No les pasa? El tener algunas emociones demasiado fuertes y no saber que exactamente es como si el flujo sanguíneo incrementara buscando salir por cualquier lugar, he llegado a tener la necesidad de cortarme pero no soy capaz de eso así que solo me sobo las muñecas tratando de calmar esa sensación, el pecho se me comprime y me agobio sin razón. ¿Alguien sabe qué estoy teniendo? 

No digan "ve al psicologo" ni mucho menos "relajate", son cosas que he intentado realmente. 

¿Habrá alguien que me entienda?¿Alguien quien realmente me pueda ayudar? Sé que no parece que me está yendo mal pero es así, me siento perdida, confundida y no es solo cuestión de "estrés" o "problemas de corazón"

Muchos me dicen "Hey, estoy para ti, confía en mi", ¿realmente puedo confiar en ellos sin tener el temor a que me abandonen luego?  Supongo que no.

Soy mala explicando como me siento, como me siento realmente... Mamá dice "nunca muestres tus debilidades", pero está bien no siempre ser fuerte, está bien quebrarse a veces para volver a levantarse... Solo que ahora parece que no tengo fuerzas para levantarme y eso me asusta.

Si mi madre leyera esto,  su "perfecto remedio" sería mandarme a limpiar o dejarme más cosas para estar ocupada, suele decir que una mente ocupada no tiene tiempo para pensar tonterías y estar triste. ¿Es así realmente? Y si es así porque a pesar de terminar realmente cansada me sigo sintiendo tan mal como siempre?

Ay mamá, ¿tienes idea de lo triste que es tu hija? ¿Tienes idea de cuantas veces para no mostrarse "débil" tuvo que guardarse lo que sentía? Pareciese que soy la caja de Pandora solo que esta se quedó cerrada con no tan buenos sentimientos mientras que la esperanza fue sacada por la fuerza.

Pueda que lo escriba no llegue a más, puede que nadie se entere siendo así mi secreto, todos tienen uno, ¿no?, suena un poco cliché a la vez que causa gracia eso de que las personas usamos máscaras. Esta vez,  ¿Cuál debería ponerme? sería buena una cara alegre y ojos que transmiten paz, o a lo mejor una cara amable que agrade a todos mientras que los labios digan cosas demasiado lindas para todos. 

Entre tantas cosas he perdido mi esencia, ¿Quién realmente soy?¿Cómo realmente soy?¿Qué se supone debo hacer? ¿Por qué me siento tan pequeña? ¿Por qué esa necesidad de necesitar a alguien pero a la vez el temor de que me lastimen?

Estoy tan cansada, los demás no son el problema, yo soy el problema. ¿De qué me sirven las felicitaciones? Si al final del día me sentiré la cosa menos insignificante del mundo?

Si, sé que estoy mal, a lo mejor hasta se pierden tratando de entender que es lo que quiero decir, pero bueno, escribo para mi, para liberarme a mi. Para soltar todo cuando ya no puedo más, para dejar parte de mi en cada palabra, en cada párrafo un poco incomprensible. 

Solo pido, que si me llegan a leer, no traten de interpretarlo tal cual, mis letras son sentimientos, son cada lágrima que a lo mejor no pudo salir en su  momento y que cuando lo hacen, cuando logran salir a través de mis dedos lo hacen de manera rápida y desordenada. 

Si llegan a leer, no me juzguen, no quiero eso. Solo quiero un espacio donde pueda poner como me siento sin temor. 

Narra Emily

Termino de escribir, guardo el lapicero y doblo la hoja. La guardo dentro de un libro que también contiene otras cartas más.

Tengo está costumbre de escribir como si fuera a mandar a alguien, el sentir que le cuento a alguien me hace sentir bien. 

Es las 3:00 am, hora del demonio, o eso dicen. Los únicos demonios que veo son las fotos de mis docentes que han anunciado el inicio de la semana de finales. Me encuentro cansada pero sin sueño, debería dormir pero cierta señorita ha malogrado su reloj biológico y se ha peleado con Morfeo. 

Desde donde estoy sentada diviso una pequeña caja blanca que me mira tímidamente, he estado evitándolas a toda costa por el temor a sus consecuencias pero, ¿Quién soy yo para resistirme a los deslices de la vida? Me levanto a asegurar la puerta, regreso a la silla tras tomar la caja en mis manos. Al abrirla veo su contenido, tres tubitos medio transparentes hechos de papel con un contenido medio verdoso el cual se puede apreciar.

Tras el incidente de Cesar, tras ese día en que despertó y solo reconoció a Sasha como su novia y como la que estuvo apoyándola en "todo", me puse en contacto con alguien que tiempo atrás venia ofreciéndome esta clase de cigarros para el "estrés".

Nunca he fumado en mi vida anteriormente, pero ya saben que para todo hay una primera vez, ¿verdad?

Prendo el fosforo que saqué de un cajón, lo apego al cigarrillo provocando que este se encienda, inmediatamente va soltando un aroma entre hierba quemada con otras cosas, dudosa acerco la parte no encendida a mis labios, cuando estos están por rozar el borde de mi posible verde perdición tocan a mi puerta logrando que me sobresalte y dejando caer el cigarrillo sobre mi pierna. 

-¡¡¡Ayyy!!!- grito del dolor provocado por la quemadura del cigarro, me levanto inmediatamente, lo apago pisando y lo guardo. Todo esto rápidamente.

-Emi, abre la puerta- es mi madre.

-Ya voy- digo y como loca busco un pantalón, al encontrar me lo pongo y abro la puerta

-Dime mami- respondo, ella me mira

-Qué hacías?- pregunta mientras me mira y observa la habitación de reojo desde la entrada

-Nada, ya sabes, estudiando como siempre- trato de sonar convincente

-Bueno, necesito que me ayudes en mis informes del trabajo, puedes?- dice ella

-Claro, pero deja guardo mi laptop- le indico a mi mamá, ella asiente y se va.

Uffffff, de la que me libré-pienso- la verdad si andaba un poco nerviosa de que me descubriera pero tal parece que no hay nada de que preocuparse.






El diario de EmilyWhere stories live. Discover now