El diario de Emily

Tonos grises con destellos de color verde

¡Niinooo, niinooo, niinooooo! Se escucha a la ambulancia cada vez más cerca, la lluvia que en un momento parecía no cesar parece ya terminar llevando consigo la sangre de aquel joven moribundo.

Asombro y tristeza es lo que comparten los curiosos del alrededor. -¡¿Quien es?!¡¿Qué le pasó?!¡¡Pobre joven!!!¿Dónde esta la ambulancia?!¡¿Por qué se demora?! ¡¡¿No saben acaso que se puede morir?!!- comentarios de este tipo se escuchan más y más.

¡Llegó!!¡Llegó!!... ¡Abran paso, abran pasó!- dice una señora e inmediatamente la gente se hace a un lado permitiendo el acceso a los paramédicos con la camilla y sin hacer gesto alguno proceden a comenzar con su labor, le toman los signos vitales –¡aún vive!- le avisa a su compañero e inmediatamente le colocan el collarin para posteriormente colocarlo en la camilla, se lo llevan y la gente solo se queda mirando como la ambulancia parte a gran velocidad.

-Oíga, ¿qué pasó con el chofer del tráiler?- pregunta un joven –fue él quien dio aviso a la ambulancia y a la policía, estos últimos se lo llevaron- responde una señora –¡bien merecido se lo tiene ese desgraciado!- se escucha decir- ¡ojalá se pudra en la cárcel!- Si!! ¡¡Ojalá se pudra!!!- vociferan los demás presentes –No sean malos, él se entregó, ojalá no le den muchos años- alguien dice tímidamente entre la multitud –¡¡¡¿Qué?!!! ¡¿Cómo puedes decir eso?! No vistes al joven todo muerto? O es que estabas ciego muchacho condenado- le topan a la señora para decirle – Seño, seño, no está muerto el joven- se desconcierta un poco la señora- ¿No está muerto? Bueno, no está muerto aún pero quien sabe- algunos miran de mala manera a la señora –No sea venenosa doña, eche su veneno a otro lado... Esperemos que el joven viva y que las autoridades actúen justamente.- Si, si, eso está mejor.- responden algunos. Poco a poco se van retirando mientras otros siguen hablando del suceso. 

-¡Emergencia! Paciente de 22 años con fractura de brazo y pierna derecha, presenta asimismo traumatismo craneoencefálico lo cual podría inducirle a un posible estado de coma y al parecer tiene órganos internos afectados deducimos eso a raíz de que ha perdido demasiada sangre. Alisten quirófano, busquen al anestesiólogo y al urgenciólogo llegamos en cinco minutos.- Da aviso a traves del comunicador al hospital donde lo ingresaran.

-Debes resistir muchacho, debes resisitir- le dicen a Cesar, pero este está inconsciente. 

Llegan al hospital e inmediatamente lo cambian de camilla, lo llevan a la sala quirúrgica, el medico que lo operará antes de ingresar da un mensaje a la enfermera. 

-Esto será largo, por favor trate de contactar a sus familiares, necesitaremos sangre- dice el Doctor e ingresa.

La cirugía comienza.

Afuera está la enfermera con los documentos del joven, llama a la madre de este pero ella no le contesta, lo intenta otra vez hasta que por fin -¿Aló?-  es su madre. -Si, Buenas noches, verá... le hablamos del hospital para informarle que su hijo ha sido ingresado después de sufrir un accidente automovilístico, en estos momentos se encuentra en la sala de operaciones... su estado es critico.- termina de hablar la enfermera y al otro lado se escucha un grito desgarrador.

- Debe venir, su hijo perdió mucha sangre y la necesitamos a usted.-  a puras penas la madre responder por el celular y toma nota del lugar. En menos de media hora ya se encuentra ella ahí, se ha enterado de lo que ha pasado, se encuentra muy preocupada, ruega a Dios una oportunidad para él, ruega por su hijo, para que salga bien la operación.

Ahí esta ella, en la sala de espera ya dio voz a sus amigas, al padre del joven, asimismo comunicó a la exnovia de él, bueno ella no sabía que habían terminado.

Sasha hace su ingresó, el resonar de los tacones punta hacen un ruido notorio y fastidioso para los que están ahí. Se ubica junto a Magda, la madre de Cesar y la abraza -sé que duro pero él saldrá de esta- trata de animarla pero estando ahí abrazadas ambas lloran. -Ay hija, me es doloroso ver a mi hijo en esa situación... ya han pasado cuatro horas y sigo sin tener noticias de él- dice Magda sollozando - Ya nos dirán, ya nos dirán- Sasha pasa su brazo por su hombro para reconfortarla. Ella no intenta preguntar hacerca del accidente, algo le acusa aunque no fue su culpa directamente, pero se siente culpable, calla, solo calla.