Emma ↠ Wosani

Uno

Emma con 4 años

Terminé la función y con mis compañeros salimos a saludar a los papás y mamás que nos habían venido a ver. Al principio saludamos como la maestra de teatro nos indicó, como una especie de reverencia, y después podíamos saludar y tirar besos a nuestras familias.

Mi familia estaba en primera fila gritando mi nombre.

Los miré y sonreí mucho, mis tres papás y mi mamá me lanzaban besos y me saludaban, así que les lancé besos y los saludé también.

Papá le dijo algo al oído a papá Dani mientras ambos me miraban muy sonrientes. Papá Dani asintió con una gran sonrisa sin parar de aplaudir.

Después nos marchamos todos a sacarnos los disfraces y ponernos la ropa normal. Los papás y las mamás nos esperaban fuera y la maestra nos acompañó para no dejarnos solos y entregarnos a nuestras familias. Cuando fue mi turno señalé a mis papis y a mami, la maestra asintió y me sonrió.

—Lo hiciste muy bien hoy, Blancanieves —dijo con amor dejando un toquecito en mi nariz y yo sonreí.

Habíamos representado "Blancanieves y los siete enanitos" en el teatro de la escuela y yo había hecho de Blancanieves.

—Gracias —sonreí y después miré a mi familia.

Corrí hacia papá primero y le lancé a sus brazos para que me alce en el aire. Él me tomó en brazos y me dio una buena sobre sí mismo, sonriendo y acariciando mi nariz con la suya.

—¡Papi! —chillé feliz— ¿Te gustó cómo actué?

—Lo amé, princesa —sonrió besando mi rostro repetidas veces.

Yo amaba el teatro y mis papás y mi mamá amaban que yo lo amara tanto, pero papá lo amaba más que el resto. Papá amaba el arte como yo, él era músico y yo actriz, él decía que yo heredé el amor al arte por su parte. Yo no sabía bien qué significaba la palabra "heredar", pero me explicaron que significa que me gustaba el teatro porque a papá le gustaba la música.

—Estuviste increíble, bichito —papá Dani se acercó a dejar un beso sobre mi mejilla y yo sonreí.

—¿Lo decís de verdad?

—¡Obvio! —exclamó con una sonrisa— Serás una gran actriz de grande.

—¡Sí, sí, sí! —me meneé feliz en los brazos de papá— ¡Es lo que más deseo en la vida! —chillé y todos se rieron.

Salimos del teatro y papá Carlos me compró una crepa de chocolate para celebrar. Pasamos la tarde los cinco juntos y después me despedí de mamá y papá Carlos porque era viernes y yo pasaba los fines de semana con papá y papá Dani.

Cuando fuimos al departamento donde mis papis vivían, papá Dani cocinó la cena para mí mientras papá aprovechó el tiempito mientras papá Dani cocinaba para agarrar su guitarra y tratar de terminar la canción nueva que estaba componiendo.

Cené mientras veía una película de dibujos.

Para cuando terminé, papá estaba durmiendo entre sus papeles y papá Dani lo despertó suave.

—Anda a dormir, mi rey —le dijo en voz bajita con amor.