Dos

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Emma con 8 años

Papá me vino a recoger a la escuela y yo sonreí.

Corrí hacia él, no hice caso a mi profesora que gritaba mi nombre, y me tiré a sus brazos.


—¡Papi! —grité feliz y él me levantó del suelo— ¡Viniste vos! —hablé alegre, abracé su cuello y besé su mejilla— ¿Por qué viniste vos? —lo miré con la frente arrugada.

—Hace solo una fracción de segundo te alegrabas, princesa —se rió.

—Sigo alegre, ¿pero por qué no vino papá Dani? Siempre me recoge él los viernes.

—Se siente un poco enfermo.


Me dejó en el piso y yo hice un puchero preocupada.


—¿Papá está enfermo? ¿Qué le pasa?

—No, princesa —dijo suave—. No es nada horrible, solo está un poco enfermo.

—Vamos a casa —tomé su mano y tiré de él con apuro.

—Emma —oí la voz de mi maestra y la miré—, sabes que no podes salir corriendo así, cielo. Tenés que esperar a que yo vea quien te viene a recoger y después podes ir.


Asentí.


—Lo lamento, es que vino mi papá a recogerme.


Mi profesora miró a papá por primera vez y sonrió.


—Nos conocimos en la entrevista inicial de curso —explicó la maestra—. Sin embargo, usted no suele venir a recoger a Emma, los viernes viene Daniel.

—Culpa mía, casi nunca puedo venir —se disculpó papá—. Soy Valentín, por si no me recuerda —estiró su mano y mi profesora la apretó suave.

—Lo recuerdo —sonrió—. Soy Belén.

—La recuerdo, también.

—Papá —apreté su mano y él me miró—, vamos.

—Sí —asintió pero volvió a mirar a mi maestra—. ¿Algo para comentar? ¿Cómo estuvo Emma hoy?

—Todo correcto, Emma es una niña muy inteligente —sonrió—. Aunque usted debe saber eso.


Yo amaba a mi profesora, pero había algo en cómo mira a mi papá que no me gustó nada de nada.


—Papá, tenemos que ir a cuidar a papá Dani —lo reté un poco más seria esta vez y él me miró levantando una ceja, la del piercing.


Yo todavía no sabía hacer eso.


—Emma —dijo en voz baja.

—Es que estamos perdiendo tiempo y él nos necesita —tiré del borde de su remera.

—¿Daniel se encuentra indispuesto? —preguntó la maestra.

—Sí, no es más grave que una gripe común, pero lo suficiente para no poder salir de la cama.

—Espero se recupere pronto.

—Seguro lo hace con los cuidados de mi papá y míos —dije y los dos me miraron—. Mi papá cuida mucho de mi papá Dani siempre. Mamá dice que nunca vio a alguien amarse como lo hacen ellos.

Emma ↠ WosaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora