Delirios de un poeta

Cuarentena: no todo es lo que parece.

He notado que no todo es lo que parece.
He notado que el tiempo es eterno.
La rapidez de la vida no me permitía ver los hermosos detalles de la misma.
Todos al igual que yo, corrían día a día apresurados por banalidades.
Pero de un día a otro todo cambio.
Las fiestas cesaron, las empresas cerraron sus puertas y ya a la calle nadie salió.
La muerte recorría las calles y solo el hogar era seguro.
Comenzamos a descubrir que en casa también había felicidad.
Comenzamos a ver: que no todo era el afán de la ciudad.

Notamos que el tiempo nos robaba el tiempo.
Que el reloj no solo marcaba la hora, sino también nuestra vidas.
Estar en casa solo lo fines de semana y para descansar es lo que siempre decimos.
Pero muchas veces ni en el día de descanso parábamos allá.
En vez de disfrutar con los seres queridos, nos en volvíamos en la televisión.
Que si las películas o los deportes.
Pero ya hoy cambio.
Los primeros días en casa repetías diariamente tu rutina habitual de cada fin de semana.
Pero ya a pasado un tiempo.
No hay deporte y las películas se han vuelto repetitivas.

Comenzaste a compartir con tu pareja, tus hijos, tus padres.
Conseguiste el tiempo perdido.
Descubriste lo valiosos que son.
Y en tu ser solo deseaste el perdón.
"¡Perdón!
No sabia lo valioso que perdía.
No sabia que mientras me encargaba de los afanes de la vida desatendía a los que de verdad producen mi alegría."

Hoy tienes nuevos recuerdos.
Recuerdos en casa.
Recuerdos en familia.
Recuerdos llenos de amor y alegría.
No todo es lo que parece.
No todo esta mal.
El tiempo ahora es eterno para el perdido recuperar.
Ya no existe reloj que controle tu día.
Ya el tiempo no te robara mas.

Jonathan Cordero
15 de mayo 2020