El sin saber que le pasaba la apartó un poco de sus brazos solo para mirarla de frente.
Acarició su mejilla sonrojada y nuevamente ese sentimiento que creyó morir hacia años estaba a flor de piel.
Busco sus labios rojos y la besó.
Un beso gentil, suave, lento, que poco a poco se volvía apasionado, fogoso.
La cargó en brazos y la recostó en la cama sin dejar de besarla.
La ropa le estorbaba, le quedaba muy bien pero quería verla desnuda.
Quitó cada prenda sobre ella dejándola completamente desnuda ante sus ojos esmeralda.
Ella se sentó sobre la cama y quitó la toalla blanca que tenía.
Ambos desnudos buscaron de nuevo sus labios urgidos por besarse.
Paso de sus labios a su cuello continuó bajando a sus grandes pechos, sin dudar se metió uno a su boca.
Succionaba uno a uno sin parar, embriagandose del sabor de su piel nívea.
Elizabeth sentía tanto placer que solo podía gemir.
Acarició sus piernas de arriba hacia abajo.
Llegó a la entrada de su vagina y metió un dedo, lo sabía, estaba realmente excita y mojada.
Se acomodó sobre ella y sin dudar la penetró.
Ahogó su grito en un gemido de placer.
Llevo a su boca uno de sus pechos y sin dejar de succionarlo continuó moviendo su miembro erecto dentro de ella.
Arqueo su espalda de placer, sus gemidos resonaban en toda la habitación.
Meliodas estaba llegando hasta lo más profundo de su ser
Así dentro de ella la sentó sobre él y ella comenzó con sus movimientos de caderas sobre él.
¡Le encantaba sentir tan adentro su miembro!
Veía su rostro excitado y solo le daban ganas de seguir más y más.
Llegaron a un punto en qué ambos se habían venido dos veces y continuaban haciendo el amor.
El cansancio los dominó y cayeron en un profundo sueño.
Despertó cansada y miro hacia su izquierda sentía algo presionandola dentro de ella, miro hacia abajo.
¡El miembro de Meliodas seguía dentro de ella!Se había dormido así
Busco su rostro con la mirada y el dormía plácidamente abrazándola por la espalda y una de sus manos tenía cubierto uno de sus senos.
La vergüenza la invadió.
A pesar de que conocía a Meliodas, no sabía mucho de el, los años de preparatoria fueron hace 5 años, y habían cambiado muchas cosas.
La culpa era mucha que poco a poco comenzó a zafarse de su agarre pero Meliodas la aferró más a él.
-No te vayas aún por favor.-
Dio un pequeño brinco del susto.
Lo miró un poco confundida
-¿Porque Meliodas?-
-Te amo-
Contestó sin bacilar.
Ella no podía creerlo, ¡tantos años separados sin saber uno del otro! Y en una sola noche de pasión ¿Le decía que la amaba?
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¡Fantasías Sexuales!
FanfictionCapítulos cortos de encuentros sexuales de parejas animes preferidas. Incluyen el Melizabeth. Nalu. InuKag HakYona. y el más reciente que vi y me encantó Yato y Hiyori