¡Fantasías Sexuales!

Segunda Oportunidad

Marinette lucía un bello vestido rosado con varias capas de tela tull.

Mostraba sus primero diseños en pasarela y ella por supuesto lucía una de sus creaciones.

Su desfile fue un éxito rotundo, obteniendo así, los honores máximos.

Lucia feliz plena y radiante como nunca.

Días después recibía su diploma y titulo de diseñadora de modas.

La habían invitado a varios canales locales para hablar de su reciente triunfo. Ella con esa amabilidad y humildad que la caracterizaba respondía feliz a cada pregunta

Hasta que le preguntaron su vida personal.

-Estoy soltera pero feliz es todo.-

La entrevista terminaba, ella se retiró del estudio de televisión y salió de aquel edificio, esos días habían sido una locura con tantas cosas que tenía que hacer.

Decidió caminar tranquila por las calles de París, llegó hasta los campos Elíseos. Se sentó en una banca y solo miraba caer algunas de las hojas de los árboles de ahí era Otoño y era común ver las hojas caer, el invierno se acercaba.

Llegó a su mente algunos de sus momento vividos con sus amigos en la preparatoria, recordó a aquel rubio del cual estába enamorada perdidamente y que poco a poco logro sacar de su corazón .

Sabía que tenía una relación formal con Kagami Tsurugi, la misma Kagami la cito con André el heladero para mencionarle que el rubio por fin había decidido avanzar más en su relación.

Ella consideraba a Marinette una amiga única y especial, y no quería perder su amistad por aquel chico

Marinette lo sabía, se había dado cuenta desde hace mucho tiempo atrás antes de terminar la preparatoria que ellos dos eran el uno para el otro

Kagami la miraba esperando que ella aprobará o al menos llorará o hiciera algo respecto a esa noticia.

Pero marinette la felicitó por ser tan preseverante, Kagami era linda, inteligente y muy valiente, le daba ese apoyo y confianza que Adrien necesitaba.

Sacó su móvil, en redes sociales se hablaba de su entrevista y ella estaba orgullosa, entro al perfil de Kagami, ella había trepado una foto de su dedo cerca de su rostro mostrando un gran anillo de rubí rojo, era un anillo de compromiso.

Se iban a casar y ella estaba feliz por ellos. Y si Kagami pedía a ella diseñar su vestido de novia sin duda lo haría.

A pesar de que ella se quedó con el chico de sus sueños, siempre considero su amistad antes que todos y de todo.

Volvió a guardar su móvil en su bolso y sintió una presencia acercarse a ella, miro a su derecha y ahí estaba el.

Caminaba lentamente con las manos dentro de los bolsillos del pantalón.

Con un rostro más varonil, tenía las puntas azules como acostumbraba, pero era un azul marino, mas oscuro que el de su juventud.

Se puso de pie al estar tan cerca de ella, no podía equivocarse era el

-¿Luka Couffaine?-

-Marinette, tan linda y radiante como siempre, esa suave y bella melodía que suena en mi cabeza desde hace 5 años.-

Ella se sonrojo y le sonrió

-¿Que haces aquí? ¿Vienes con alguien?-

-En realidad, vi tu entrevista, decidí ir al canal de televisión, pero al llegar vi que salías ya, comencé a seguirte hasta que te alcanze justo aquí.-

-Bueno, entonces, ¿Venías a verme? ¡Que agradable sorpresa! Pero ven siéntate, cuéntame de ti.-

El chico sonrio, asintió la petición de ella y se sentó en la banca a su lado

Platicaban de lo más tranquilos, ambos eran amigos desde la preparatoria, el fue muchas veces su paño de lágrimas, cuando ella decidió darse por vencida con Adrien, el incluso la invito salir muchas veces, siempre estuvo pendiente de ella, cuando iba a dar conciertos ella siempre estuvo presente, el tenía muchas admiradoras lindas y dispuestas a todo por el, pero firme a ella a pesar de que no tenían nada formal.

Estaban tan amenamente platicando que no se habían dado cuenta de que era ya muy tarde.

Acompaño a Marinette a casa, y al llegar supo que tenía que hacerlo

La abrazo fuerte y sin dudar la beso.

Un beso tan suave y tierno en los labios que dejaba sentir todo aquello que el siempre sintió por ella y que nunca murió.

Marinette correspondió aquel beso, ahora tenía todo claro.

Luka definitivamente era el que le traía paz y tranquilidad a su tan estresante vida rutinaria.

El beso se alargó tanto que tuvieron que separarse a falta de aire.

-Te amo y te extrañe tanto Marinette, que cuando vi tu cara en la televisión supe que tenía que verte hoy. No puedo estar sin ti, por favor se mi novia.-

Una tan repentina segunda declaración de amor la hizo ruborizarse tanto como hacia tiempo no lo hacía, y por supuesto que acepto.

Nuevamente sus labios se juntaron, sus lenguas ansiosas comenzaron a jugar entre ellas convirtiendo aquel beso en algo más que solo ternura, había amor, y sobretodo pasión