¡Fantasías Sexuales!

A un paso de ser Princesa

Tal como predijo desde ese día el había estado bastante distante de ella.

Era como si entre ellos nunca hubiera ocurrido nada.

Ella una simple sirvienta y el príncipe del lugar donde trabajaba.

Habían pasado cerca de dos semanas desde su última relación íntima.

Escucho rumores entre las empleadas que Natsu y Lissana se habían vuelto muy cercanos, y que ella era la mejor para ser su esposa.

Ella sintió una derrota inminente, sabía que nunca estaria al alcanze de una princesa como la señorita Strauss.

Caminaba de vuelta a su habitación, que tenía en la parte trasera del gran castillo, eran unos aposentos que los reyes les habían otorgado a cada uno de los empleados.

Ese día en particular muchos empleados se habían ido a sus hogares y ella y unas cuantas quedaron solas.

Ella tenía un cuarto pequeño, era demasiado para alguien como ella que no tenía familia ni hogar.

Su mente se llenó de aquellos tristes recuerdos de su infancia, recién cumplía 13, sus padres eran humildes, vivían en el poblado del reino, hacían labores de campo entre otras cosas para sobrevivir.

Un dia había un fuerte viento, que llevo las llamas de la leña hasta el techo de paja.

Ella logro salir gracias a sus padres, pero ellos no, quedaron atrapados en medio del fuego quemándose junto a todo su pequeño patrimonio.

Lucy lloraba desconsolada al ver los cuerpos calcinados de sus padres, un gran grito lastimero invadió todo el pueblo.

Después de darles entierro, la duda era ¿donde viviría?

No tenía más familia cerca, el fuego había acabado con lo poco que tenía.

Dormía con una vecina.

Un día la reina fue a aquel lugar debido a los rumores de que una pequeña había quedado huérfana.

Llegó al poblado y sintió tanta pena y tristeza por Lucy al ver aún con una leve quemada en su brazo, y la mirada llena de dolor.

La abrazo y consoló y le ofreció trabajo en el palacio, a ella y otros más que tenían necesidades de dinero

Lucy sintió que ese era el rayo de esperanza que le faltaba.

Así que aceptó.

La reina le dio aquel cuarto para ella sola, ropa y comida y por supuesto dinero

Lucy se convirtió en una empleada más pero única entre todos.

Su mente regreso a la realidad, sentía enormemente una gratitud hacia los reyes, después sintió culpa y vergüenza, ya que sentía que defraudaba aquella confianza y gentileza de ellos acostándose con su hijo mayor.

Ella una simple plebeya acostándose con el heredero al trono del reino era una locura.

Suspiró cansada.

Ya todo había pasado.

¿Que más daba?

El haría su vida y ella continuaría en el palacio trabajando como si nada hubiera pasado.

Alzó su mirada ya casi estaba por llegar a su cuarto y ahí estaba él de pie esperando.

Miro a todos lados

¿Que hacía ahí?

Camino lo más rápido que pudo mientras su corazón latía rápido.

Llegó frente a él y el habla no pudo salir de su boca.