Hideyoshi Toyotomi venía de una familia humilde, con un padre caído en desgracia, que después de servir tanto a Oda Nobuhide fue relegado a ser un simple campesino por sus lesiones, dejando a sus hijos sin apellido e importancia, siendo siempre pisoteados, humillados por aquellos a los que juraron proteger.
Por eso, Toyotomi siempre odio a Nobugana, representaba todo aquello que su familia había padecido y si bien cuando era un niño no había podido hacer nada, ahora, después de tanto planearlo, con ayuda del estupido de Hideaki Fujita pudo hacerlo realidad.
Pero, no solo fue eso, recordaba que Mitsuhide había sido parte fundamental del plan, él solo se había aprovechado las circunstancias; de esa manera se vería como un salvador para con Fujita, Hidenobu y Kichou, en especial para los últimos, quienes eran lo último que quedaba de Nobunaga y que pronto desaparecerían, Fujita era un mero peón, ya se desharía de él.
Sin embargo, iba a ser los días de ellos un infierno mientras estuvieran con vida, así como Nobunaga lo hizo con su familia.
—¡Señor! —Hideyoshi dejó de beber sake para ver a su subordinado de mala gana.
—¿Qué quieres? Espero que sea importante o sino... —Fue interrumpido.
—¡La señora Kichou no está!
—¡¿Qué?! —Lo tomó del uniforme—. Eso es imposible, esa perra estaba moribunda ¡No pudo haber escapado! —pensó por un momento—, a menos que...—Su expresión fue de pura furia— ¿Dónde esta Hidenobu? —la expresión del soldado fue temerosa— ¡Contesta!
—Tampoco está señor, ya buscamos por todos lados y...
—¡Son una bola de idiotas! —Hideyoshi empujó a su subordinado, haciendo que éste tropezara y cayera al suelo—, iré yo mismo, haz algo útil y no dejes que esta información salga de aquí.
Después de decir eso, Hideyoshi fue en persona a buscar a Kichou y a su hijo, la mujer estaba muy débil, era imposible que hubieran salido tan fácil, menos de manera tan sigilosa y rápida, estaba claro que habían recibido ayuda, pero ¿quién? O ¿quienes?
Iba tan absorto que casi se cae al suelo cuando una fecha pasó a milímetros de su rostro para quedar incrustada en un árbol cercano, si Hideyoshi ya estaba enojado, ahora estaba furioso ¡Alguien se había atrevido a atacarlo! Volteo para todos lados, pero no había nadie, volvió su mirada hacia la fecha y notó algo pegado a ella, era un trozo de papel.
"Hideyoshi,
No dejare que acabes con todo lo que tu señor Nobunaga empezó. Se el tipo de persona que eres...una rata inmunda y como tal voy a exterminarte.
Raiju"
La cara de Hideyoshi pasó por una gama de colores, primero pálido, luego verdoso, morado y al final un color rojo furia.
—¡Soldados! —algunos llegaron—, reúnan a todos ¡no me importa que estén con otras obligaciones, esto es prioridad! Alguien a entrado al castillo y vamos a demostrarle que eso no se quedará así.
"No se quien seas Raiju, pero vas a ver que con Hideyoshi Toyotomi no se juega"
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Lo que habita en mi.
FantasyUna vez pensó que lo peor que tendría que soportar sería casarse a quien no ama. Pero por suerte o por desgracia una maldición cambia todo lo que es y sobre todo todas sus creencias. Ahora tiene que decidir de que lado está y si está dispuesta a vi...