Bar de Rosaura

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Albus necesito hablar contigo. 

-Tú dirás Severus.

-Sé que acepté la misión,  Pero no puedo, no puedo dejar a Hermione sola todas las vacaciones. 

-No estará sola se quedará con Harry.

- Tú lo sabías y no me dijiste.

-Bueno Severus pensé que lo sabias, es tu esposa. 

-Casi no hablamos esta semana, está molesta.

-¿Se puede saber porqué? 

-Bueno pues además de por no poder pasar las vacaciones con ella le dije que no era una prioridad para mi y creo que eso colmó su vaso.

-¿Severus, pero le dijiste así como así que no pasarías las vacaciones con ella?

-¿Y que querias, que le cantara una canción o que le lanzara un imperio?

Sabes que soy un hombre de poco tacto.

Como sea no puedo dejarla con Potter.

-¿Porqué no si ellos son amigos? EL la cuidará bien ya lo verás. 

-Eso es exactamente lo que me preocupa,  ese imbécil está enamorado de ella.

-Severus, calmate, Hermione te ama ¿se casó contigo o no?

-Sí,  Pero como esposo soy un fracaso y además sabes bajo la circunstancias que se realizó y está este matrimonio. 

No quiero ir a la misión. 

-Me temo que ya es tarde Severus ,no puedes retirarte.

-Entonces por lo menos permíteme cuidarla cuando no este en funciones. 

-Ésta bien Severus pero nada de locuras.

-¡Gracias Albus!

Snape se fue a las mazmorras a preparar sus cosas mañana iría a la misión.  Así que está noche podría vigilar a su esposa.

La noche llegó y un Severus Snape se disponía a espiar en la casa Black a su esposa y al amigo de ésta. 

-¿No puedo creer que la vayas a espiar de nuevo? Eres pésimo cumpliendo promesas. Pero como dicen el ladrón juzga por su condición. -decia su voz interna. 

-Cállate, no puedo concentrarme.-le reprendió su dueño.

 Se asomó por una ventana pero no vio nada extraño, sólo una habitación vacía. 

Luego siguió asomándose con cautela por cada ventana , rendija o hueco posible. Al llegar a la ventana de la cocina pudo ver a su castaña moviendo una cuchara de madera dentro de una olla. Al parecer cocinaba, pero ¿Dónde estaba Potter? Se preguntaba el pocionista. 

Su pregunta fue contestada de inmediato al ver bajar al joven por la escalera, sin camisa y sólo con pantalones largos de pijama al parecer salía de la ducha pues todavía pequeñas gotas de agua recorrían su dorso.

-¡Maldito Potter!- decía por lo bajo el pocionista. 

-parece que intenta seducirla -dijo su conciencia cuando vio que Harry se ponía detrás de ella y le ayudaba a mover el contenido de la olla.

-¡Lo voy a matar!-dijo Severus.

-Esperemos haber que pasa.

Ella le sonrió a Harry pero se apartó inmediatamente de él. 

-Severus respiró profundo y sonrió al ver la acción de su esposa.

Luego Potter sirvió la cena, comieron y al terminar su castaña limpió los platos, él fue rumbo a la sala. Ella terminó de lavar los platos y luego se puso de espaldas al fregadero, tenía cara pensativa, Severus la contemplaba, ella se miró su mano izquierda y tocó el anillo invisible. Eso le sacó una sonrisa al pocionista,  sabía que era en él en quien pensaba. Luego ella pasó su mano por su cabeza y se fue a la sala con Potter. 

La mujer de mi diarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora