capítulo 3

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Bajo las escaleras buscando a mi amiga pero no la encuentro en ningún lado.

- ¿Quieres comer algo? - Pregunta Nana desde la cocina.

- Solo quiero un vaso de agua, por favor- Me sonríe y yo me acerco para sentarme en uno de los asientos altos del mesón.

- ¿Cómo te ha parecido este lugar? - Se acerca dejando el vaso con agua.

-Este lugar es increíble- Digo. Hace tres días llegamos a la hacienda y he conocido gran parte de su territorio - Despertar con el sonido de los animales, el aire que se respira. Todo es maravilloso, perfecto - Nana me sonríe - En especial, la magnífica vista-

- Si, este lugar es hermoso - Dice - Sus paisajes son increíbles-

- Oh también, pero yo digo de los hombres - Abre sus ojos - Son tan calientes y sensuales - Nana ríe tapando su rostro.

-¡Hay niña! Tú y tus ocurrencias-

Escuchamos la puerta siendo azotada, nos quedamos en silencio y vemos a Clara entrar alterada, nos ve y sube las escaleras llorando.

- ¿Qué pasó? - Me levanto y subo las escaleras para buscarla.

Llegó hasta su habitación y la encuentro boca abajo con su rostro escondido entre la almuhada llorando.

- ¿Qué pasó cariño? - La escucho sollozar con más fuerza - ¿Fue el imbécil de Jerónimo? - No responde  - Iré a patear su dulce culo - Me levanto molesta y dispuesta a golpear a ese imbécil por hacer llorar a mi amiga.

- ¡Espera! - Clara se levanta y limpia sus lágrimas - No fue él - Me acerco a su lado y ella me hace que me sienta en el cabecero para poner su cabeza sobre mis piernas - ¿Te acuerdas que hablamos de que mi hermano estaba actuando extraño? -asiento.

-¿No me digas que de verdad no puede dormir de noche porque tiene miedo que abuse de él? - Mi amiga suelta una risita.

El primer día que llegamos, en la cena le dije a su hermano que en cualquier noche me metería a su habitación y abusaría de él, la verdad es que no pensé que se lo fuera a tomar en serio.

- No tonta, la verdad es que mi hermano ha estado actuando raro - Me quedo pensativa un momento, Clara y yo hemos visto que su hermano actúa nervioso y algo distraído. No solo eso, después de tres días acá lo notamos más ojeroso y decaído.

- Está preocupado, la hacienda no está pasando por un buen momento y el capital que teníamos ha disminuido - Se sienta a mi lado y recuesta su cabeza en mi hombro.

- ¿Qué sucedió? -

- Ya no hay dinero - Baja su rostro.

- ¿Cómo que no hay dinero? - Digo - Me dijiste que sus padres les dejo buen dinero y que tu hermano lo ha manejado bien - Se queda en silencio - ¿No me digas que tu hermano mal gastó el dinero en drogas y prostitutas? - Mi amiga ríe-

- ¡No! - Niega - Solo que han pasado algunas cosas -

- ¿Me vas a decir que está pasando o quieres que te lo saque a golpes? - Le enseño mi puño.

- Esta mañana me levanté temprano para hablar con mi hermano, me preocupo mucho al ver que anoche en la cena no reaccionó a tus bromas - Me quedo pensando, ayer le dije cosas y me respondió con un "Ok" Clara, y tú nos miramos y supimos que su mente no estaba en este lugar - Bueno, al fin me dijo lo que pasaba -

- ¿Y? - Pregunto irritada.

- ¿Te acuerdas de los Binner? - Me quedo pensando y niego- ¿Sobre la niña con cáncer? - Recuerdo que me comento sobre la hija de uno de sus vecinos que tienen 15 años con cáncer.

Un maravilloso desastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora