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—Es un honor que nos haya invitado, reina Kim. —Agradeció Eunha con una reverencia, estaba tan agradecida que quería abrazarla, pero se detuvo al ver que Hansol la negaba.

— ¡Me encantan las fiestas! —Habló ahora Yerin riendo, ella no se limitó a agradecerle, también la abrazó.

Ye Won se sonrojó al tener a Yerin demasiado cerca, no iba a mentir, ella era una chica muy linda y aquello la ponía algo nerviosa. Yerin se separó de ella con una amplia sonrisa, hasta que divisó a lo lejos a aquel músico del palacio que la tenía soñando despierta. Sonrió desviando la mirada nuevamente a la de la reina Kim.

—Creí que se verían hermosas en vestidos diseñados, —Ye Won sonrió a ambas— y creo que no me equivoqué.

—Gracias, otra vez, su majestad. —Eunha hizo una reverencia sonriente.

—Las dejaré por unos minutos, pueden disfrutar de los aperitivos o bailar con alguien mientras no estoy, por favor, no causen problemas, ¿de acuerdo? —Ye Won arqueó una ceja.

—Oh, claro, su majestad. —Yerin hizo una reverencia junto a Eunha.

Las dejó luego de estar convencida de que así lo harían. Entre los invitados saludaba a aquellos que conocía, hasta toparse con la cumpleañera, Hwang Eun Bi.

Un vestido elaborado y llamativo adornaba su cuerpo, un color esmeralda en su tono más intenso con un labial rojo. Se veía bellísima acompañada de esa corona de piedras preciosas sobre su cabeza.

—Reina Kim, —Eun Bi se acercó saliendo del grupo que la rodeaba— no sabes cuanto me alegra verte aquí opacando mi fiesta con ese vestido y adorno llamativo en tu cabeza.

—Princesa Hwang, ¿tan feliz está de verme? —Bromeó la menor soltando una ligera risilla.

—Soojin aún no viene, —Eun Bi revisó que nadie la escuchara— en realidad creo que no vendrá.

— ¿Qué hiciste ésta vez?

—Accidentalmente hice que secuestraran a su mensajero, el cual se supone que vendría a recoger la invitación. —Eun Bi cubrió su sonrisa.

—Eres un desastre, Hwang. —Ye Won no podía estar más que feliz por ello.

Ambas conversaron por unos minutos hasta que la música sonó. Eun Bi fue en busca del bailarín afortunado de la noche, mientras Ye Won tomó asiento en espera de su caballero. Yoongi tuvo el valor de acercarse una vez que la vió desocupada. Se acercó haciendo una reverencia, uno a uno, los invitados miraban a la reina curiosos.

Ye Won no solía bailar en los eventos desde su divorcio con Sanha. Siempre estaba sentada, comiendo o envidiando a quienes tenían la libertad de bailar con todo que se paseara enfrente.

—Reina Kim, —Yoongi sonrió— ¿le gustaría bailar conmigo?

—Esa es la razón por la cual está aquí, general Min. —La menor sonrió a la vez que se incorporaba de su silla.

Ambos bailaban con lentitud, dependiendo de el ritmo de aquellos violínes y pianos. Sus ojos se conectaban por unos segundos, pero solían evitar aquel contacto por timidez. Las mejillas de Ye Won se sonrosaron al ver que Eun Bi los veía de lejos con una sonrisa.

La mente de Yoongi era muy ruidosa, tenía muchas dudas acerca de la persona que tenía frente a él. Aquella mirada traviesa seguía en sus ojos, quizá esperando que ella también lo mirara, quizá no.

—Estoy algo cansada, —Ye Won habló manteniendo la mirada en algún lado que no eran los ojos de él— ¿quieres ir a caminar un poco?

—Espero que mi presencia en su pacífica caminata no le moleste. —Yoongi sonrió al ver las mejillas de Ye Won sonrosarse.

jeanne d'Arc  ☞ sumjiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora