síɴᴅʀᴏᴍᴇ ᴅᴇ ᴇsᴛᴏᴄᴏʟᴍᴏ - ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ

Capítulo 9

Reproducir: WHO (Lauv ft BTS)

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El frío ya estaba calando sus huesos y no ayudaba mucho que sangre descendiera de su nariz y sus labios debido a los golpes que estaba recibiendo Jimin.

- ¿¡As entendido!?

Pregunto Agust D sosteniendo el cabello de Jimin con fuerza para que lo mirase.

Jimin miró a Jeongguk que yacía parado ahí mirando como su líder golpeaba a su víctima.

- ¡He dicho si as entendido!

Jimin con lágrimas de frustración - S-si...

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- Para la próxima vez se mas cuidado, ¿Quieres?

- Y para la próxima vez no vengas a volver a interferir en mis problemas, yo estoy a cargo de el, yo lo mataré, yo are todo, asi que no vuelvas a entrometerte, Agust D.

Ambos estaban en la pequeña sala teniendo aquella discusión.

Talvez si fue mala idea haberle contado todo a Agust D, pensaba Jeongguk.

- Entonces se mas responsable con él, por poco y lo dejas escapar y ahy si nos metian a todos derechito a prisión.

- Se lo que pasará, no me lo repitas. Ahora si puedes irte.

Agust D solo lo miro unos segundos más, no dijo nada y salio de la pequeña casa de Jeongguk.

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Soltaba pequeños hipidos debido a el llanto que no había cesado desde hace varios minutos, se removió como pudo para quedar sentado y apoyado en la pared, cerro los ojos tratando de dormir hasta que sintió los crujidos de aquellas escaleras.

Vio a su secuestrador con un plato, su estómago comenzó a rujir ya que sintió el olor de aquel plato.

<< ¿Sopa instantánea? ¡Si! >> Pensó alegré.

Jeongguk se sentó en el suelo quedando frente a el y puso el plato en medio, Jimin miro el plato lamiendo sus labios ligeramente y después miro a Jeongguk.

– ¿Qué, no vasa a comer?

Jimin alzó sus manos que se encontraban atadas.

– ah... eso

Jeongguk desató el amarre y su víctima soltó un gemido debido a el dolor, aquellas sogas estaban atadas demasiado fuerte que hasta habían dejado una marca en ambas muñecas.

Jimin se quedo mirando por unos segundos a su secuestrador hasta que este hizo lo mismo, desvío la mirada hacia el plato y lo tomó en manos para comenzar a comer.

Tuvo que controlar las ansías de querer comer todo rápido pues la mirada de Jeongguk lo intimidaba y lo incomodaba en sobremanera.

Una vez terminó de comer todo dejo el plato en el suelo, limpio sus labios con su mano.

– Gracias...

Jeongguk solo lo siguió viendo.

– ¿Podría... dejar de hacer eso?

– ¿Dejar de hacer qué?

– Mirarme... eso me incómoda demasiado

– Y eso ami no me importa.