Ya hace una semana desde que fui al cementerio, desde entonces no salgo de mi casa. Hay días que es mejor quedarse en casa, ¿no? Pues para mi son semanas, incluso. Kate me ha llamado varias veces preguntado como estaba y que si necesitaba algo. Algunas veces es muy pesada, pero todo lo que hace es para que este bien, actualmente es la única que se preocupa por mi, ya que no sé nada de mis padres desde que tenía 15 años.
Miro el reloj y me fijo que son las doce de la tarde. Genial. No se que día es hoy y agradezco que en el estudio me dieran la baja por " depresión". James, mi jefe, me tiene muchísimo cariño, la verdad que demasiado en dos años. Decido a ponerme a escuchar Green Day mientras miro a la nada.
Wake me up when september ends inunda mi habitación, sin saber por qué recuerdos de Ana vienen a mi mente y las lágrimas recorren mis mejillas.
Cuando mis ojos están totalmente cristalizados, la música separa y empieza a vibrar mi móvil. Una llamada de Kate, como no.
Decido no cogerla, ya que no estoy para hablar con nadie. Pocos segundos después, la vibración para y vuelve a sonar la canción que me hace llorar ahora mismo.
Poco rato después, cuando suena With me de sum 41 en el altavoz de mi móvil este vuelve a vibrar. Maldigo en voz alta y vuelvo a colgar. Poco después vuelve a sonar. Grito por la frustración antes de coger el teléfono y ponérmelo en el oído.- Joder Kate, déjame en paz, no estoy bien, no quiero hablar con nadie. Mi vida es una puta mierda y quiero desaparecer. ¿Es que no lo entiendes?- digo mientras las lágrimas están apunto de salir.
- Lo siento Claire, no sabía estabas así..- Dice una voz que suena demasiado grave para ser la voz de Kate. Oh no.
-¿Sa-Samuel...?- pregunto casi en un susurro.
-El mismo. H-He vuelto a España para arreglar unos asuntos hace poco y porque tengo que solucionar un problema.- dice con un inseguro.
-Oh vaya, no lo sabía...- mi voz apenas se puede escuchar.- ¿Qué problema tienes que solucionar? Si se puede saber.- digo y pienso en por qué coño he dicho eso.
-Claire...- suspira.- es un tema complicado, sería mejor hablarlo en persona.- silencio.- ¿esta tarde tienes algo que hacer?
Medito durante unos segundos antes de darle una respuesta. Samuel y yo ya no somos nada desde hace un año. Nuestra relación acabo cuando el decidió irse a vivir a Noruega. Samuel estaba empeñado en que fuese con el, pero tenía que cuidar de tía Marian y no podía dejarla sola, así que elegí a mi tía y el desapareció, dejándome en Madrid.
- Mmm, claro, no tengo nada que hacer hoy.- digo, haciéndome la interesante.
- Pues, ¿a las 5 me paso por tu casa?- pregunto un poco nervioso.
-Claro, te espero a las 5. Hasta luego.- intenté estar feliz, pero aún no era capaz.
- Hasta luego Claire.- colgó.
Misteriosamente ya son las 2 de la tarde, y como no tengo ganas de comer, decido seguir tumbada en la cama.****
Me levanto por un mensaje al móvil. Un mensaje de Kate preguntándome como estaba. Luego la llamare.
Miro el reloj y son las cuatro y media. Oh no. Samuel viene en media hora. Grito de frustración porque mi casa está echa un desastre. No he echo nada en una semana, no está muy sucia, porque al vivir sola no ensucio tanto como si viviese con alguien más.Me doy una ducha demasiado rápida y me visto con algo sencillo, unos pantalones cortos, una camiseta lo bastante larga para taparlos y unas zapatillas planas.
Fui al salón a paso rápido y me fijé en la foto con Samuel <<Luego la quito>> pensé, y recogí un poco el salón para que pareciese algo decente.
El sonido del timbre me sacó de mis pensamientos <<¿Ya son las cinco de la tare?>> Qué rapido pasa el tiempo cuando te pones a hacer cosas vaya. Me miré al espejo y me fijé en que tenía los ojos inchados y rojos de tanto llorar. Mierda, se me ha olvidado maquillarme. El timbre sonó otra vez y fui directamente a abrirlo, me daba igual mis pintas.
Al abrir el timbre me encontré a un Samuel mucho más diferente, como pasa el tiempo joder. Me miró un me hizo una sonrisa muy tierna.
-Hombre Claire, cuanto tiempo.- Me dió dos besos y después un inesperado abrazo.- Has cambiado mucho en este año.
- Ho-hola Samuel, tu también has cambiado.- Dije mientras mis mejillas cogían un color rojizo.- ¿Quieres pasar?- Pregunté rompiendo el silencio que había.
-Claro, me encantaría.- sonrió y me senti la chica más feliz del mundo, porque aún, después de todo este tiempo, sigo enamorada de él.
Nos sentamos en el sofá, uno al lado de otro y se volvió a presenciar ese silencio incómodo.
-Bueno.... ¿Y qué tal todo? Parece que la casa esta igual desde que me....- no llego a terminar la frase porque parece ser que vio mi cara de tristeza.
- Bueno, he estado mejor. Hace dos semanas fui al entierro de tía Marian y hace una semana fui al de Ana, pero vamos, que estoy "superando"- dije quitándole importancia. Decidí no contarle que también estuve pensando en el, porque creo que el ya no siente lo mismo.
En cuanto acabe la frase, me veía envuelta en los brazos de Samuel.
- Yo... Y-Yo lo siento Claire. Siento no haber estado aquí contigo.- dijo y agacho su cabeza. Se le veía triste, o quizás culpable por algo.
-No pasa nada Samuel. Tu no sabias nada de esto así que no te preocupes. Es más, ya estoy mejor.- Odiaba mentirle, pero en este momento no me quedaba otra.
- Claire, mírame a los ojos y dime que estas mejor.- Dijo seriamente mientras con su mano levantaba mi rostro para mirarme a los ojos.
Estaba apunto de hablar pero una pequeña lágrima salió de mi ojo derecho y Samuel se puso tenso.
Esa pequeña lágrima se convirtió en varias, y esas varias, en muchas. Empece a llorar en silencio mientras Samuel me miraba con preocupación. Mis ojos estaban totalmente cristalizados hasta el punto de que ya no veía su dulce rostro. De repente siento como Samuel me levanta del sofá y me lleva hasta mi cuarto. Me tumba en la cama y el inesperadamente se tumba a mi lado, cogiendome de la cintura para acercarme a el de manera que quedo acurrucada en su pecho. Mis lágrimas no pueden dejar de caer, necesitaba a alguien con quien desahogarme, aunque no quería que fuese Samuel. El sólo se limita a acariciarme el pelo y de vez en cuando me da un rápido beso en la frente.
Cuando mis lágrimas por fin dejaron que pudiese hablar, levanté un poco la cabeza y me di cuenta que sus ojos me estaban examinando desde hace un rato.
-Sam... Y-yo lo sien-siento d-de veras...- sólo podía decir sílabas sueltas entre cada sollozo.
-Sh, ya estoy aquí, no hace falta que digas ni hagas nada más. Tranquila.- me calmó.
Mis ojos empezaron a cerrarse, pero pude escuchar una cosa más antes de que Morfeo viniese a mi encuentro.
- He vuelto para cuidar de ti Claire. Yo soy el que siente haberte dejado aquí, cometí un error.... Te quiero Claire Williams.