Me levanté en mi cama, ¿como he acabado aquí? No lo se.
Voy al baño, me arreglo un poco y cuando salgo me fijo que la puerta del pasillo esta entreabriera y que se escucha una voz masculina. ¿Una voz masculina en mi casa? Me decido a ir hacia la cocina, ya que de ahí viene esa voz masculina. Cuando me acerco puedo oír la voz cada vez más clara. Me suena mucho esa voz, es de ¿Samuel? Me apoyo en e borde de la puerta y veo a Samuel haciendo la cena, pero el parece que no se percata de mi presencia. Me fijo que en su mano izquierda sostiene su móvil contra la oreja. Ahora entiendo por qué lo escuchaba hablar.
-Joder tío, me dijiste que podía quedarme en tu casa unos días.- Parece agobiado.- Es que no tengo donde quedarme, ya que dijiste que podía quedarme en tu casa cuando llegase de Noruega.... Me tendré que buscar un hotel, pero a estas horas no creo que haya nada.....No chaval, mis padres no están en casa y no tengo llaves, no nos hablamos, ¿recuerdas?..... Ya veré lo que hago.... Venga adiós Guille.- suspira.
En cuanto se gira se percata de mi presencia y sonríe tímidamente.
- ¿Cuanto tiempo has estado ahí en silencio?- me pregunta algo nervioso
- Lo suficiente para escuchar que no tienes donde quedarte.- se rasca la nuca.- Oye Samuel, si no tienes donde quedarte, puedes quedarte aquí hasta que consigas algo. Puedes quedarte donde sea.- ¿por qué he dicho eso? Claire, reacciona.- Digo, que puedes quedarte en la habitación de invitados o en el sofá, e incluso en el baño, donde tu prefieras.- río nerviosamente. No la he podido cagarla más en mi vida.
- No hace falta, supongo que querrás tener algo de tiempo para estar tranquila.- quiero tiempo contigo imbécil, ¿es que no lo notas?
-No es ninguna molestia, de verdad Samuel, puedes quedarte aquí el tiempo que quieras.- Una sonrisa tonta me sale de la boca.
<<Joder Claire, ni que fuese la primera vez que invitas a un chico a pasar una noche en tu casa>> Pensé. Decidí hacer caso omiso de mis pensamientos, y cuando salí de mi pequeña burbuja, noté como unos brazos me rodeaban. Añoraba esos brazos tanto como a Ana. Sólo escucho decir un '' Muchísimas gracias pequeña'', ya que me centro más en los recuerdos vividos con Anna.
Samuel se dió cuenta de eso, supongo, ya que me cogió en brazos y me llevó a mi cama. Me depositó con suavidad en la cama y me dió un dulce beso en la frente.
Pocos segundos después, Samuel aparece con una bandeja en las manos. La deja sobre la mesa y vuelve a irse, pero poco después aparece con una botella de vodka.
-Te he preparado arroz con soja, ya que es tu comida favorita.- Sonríe.- Y esto para despejarnos un poco.- Dice y señala la botella.
Yo aún con las lagrimas brotando de mis ojos, le sonrío, y el me devuelve la sonrisa. Qué adorable es, no sé cómo lo dejé ir.
Cuando ya dejé de llorar y pude estar más tranquila, me levanté y me fuí al baño, ha quitarme lo que me quedaba de maquillaje.
Cuando salí pude ver a Samuel sentado en mi cama con la espalda apoyada en la pared y mirando fijamente el móvil, seguramente estaría contestando alguno de sus millones de mensajes. Cuando me vió, rapidamente bloqueó el teléfono y me hizo un gesto con la mano para que me sentase.
Samuel cogió la bandeja y la puso entre los dos, y me entregó una cuchara. Empezamos a comer. No sabía cómo romper el silencio, así que solte la primera tontería que pensé.
-Bueeeeeeno.. ¿Sigues con Youtube?- <<Claire, dfefinitivamente eres gilipollas. Cómo le preguntas tal cosa si cada día revisas su cuenta?>>. Me dijo mi gran subconsciente.
-Pues si, me va muy bien, y me gusta hacer sonreir a la gente, aunque sólo sea por un rato.- Me dijo y se sonrojó.- Y tu, ¿Sigues en el estudio?
- Pues la verdad es que sí, pero quiero dimitir y abrir mi propia tienda de tatuajes, pero tengo que pedir un préstamo al banco y eso tarda siglos.- Suspiré.- Pero en cuanto lo tenga, montaré mi propio negocio y estaré feliz conmigo misma.- Dije algo orgullosa.
Samuel se alegró y susurró algo a lo bajo, pero pude enterarme <<Yo tambien me alegraría por ti, ahora y siempre>>.
Silencio.
- Y dime Claire, ¿algún novio por ahí?- Me entró un ataque de risa, y Samuel pudo captarlo.- Ya veo que no.- Se rió mientas le daba un sorbo a la botella de vodka.
- ¿ Y tu Samuel?- Pregunté algo curiosa. Tengo muchisimas ganas de saberlo.
- Yo, ¿qué?- preguta algo desconcertado. Parece que el alcohol empieza a hacer efecto.- ¿Que si tengo novia?- Asentí.- Pues la verdad es que no, quería volver a intentar asentar la cabeza, pero no he podido.- dijo y dió un suspiro melancólico.- Mira Claire, nuestra ruptura fue algo duro para los dos. Yo no pensé en ti, y sólo miré por mi y por mi futuro. Lo siento mucho, espero que algún día me perdones.- Da otro buche a la botella.
Y depues de soltar eso, se queda tan tranquilo. Yo no sé que decir. <<Dile que lo perdonaste el mismo día que salió de casa con las maletas. Dile que le sigues queriendo. Dile que quieres volver a estar con el. Dile algo, pero ¡ No te quedes callada!>> Me dijo mi subconsciente.
- Samuel, yo te perdoné el mismo día que te fuiste.- Sonreí timidamente.
Samuel levanto la mano libre que tenía y acarició suavemente mi mejilla. Levante mi mirada y pude ver cómo poco a poco iba sonriendo.
-Me alegro de que me perdonases tan pronto.- Se acercó tanto hasta el punto que nuestros labios estaban a milimetros, pero el apartó los suyos y me besó en el hoyuelo que tenía formado al lado izquierdo.- Siempre me ha gustado ese hoyuelo. Siempre me has gustado tu.- Sonríe.
- Siempre me has seguido gustando.- Ya está. Lo dije. Pude ver cómo una sonrisa se le formaba en su preciosa boca.
- Es bueno saberlo.- Sonrió y dió otro trago.
Yo no sabía qué hacer, así que opté por encender un cigarro. Samuel no sabe que empecé a fumar justamente cuendo el se fué. Supongo que fue por ansiedad.
Estaba preparada para encenderme el cigarro, cuando veo a Samuel despegandose la botella de los labios, y cuando me mira, su sonrisa desaparece y vuelve el Samuel serio.
- ¿Desde cuando fumas, Claire?- Preguntó cruzandose de brazos.
- Desde que te fuiste.- Encongí los hombros y encendí el cigarro. Pude ver en su rostro cierta culpabilidad, así que le di una calada y lo apagué.- Lo siento, sé que no te gusta el tabaco. Voy a lavarme los dientes.- me levanté y fui al baño, pero pude escuchar a Samuel decir una cosa. << Yo siento haberme ido y haberte convertido en esto>>.
Suspiré. No sé que hacer.
Llegué al baño y mientras me cepillaba los dientes se me apeteció darme una duchar, y eso hice. 10 minutos depues, salí con mi pijama puesto dispuesta a dormir. No sé que hora es ya, pero supongo que serán cerca de las dos.
Llego a mi cuarto y me quedo anodadada cuando me encuentro a Samuel dormido, la bandeja en el suelo y la botella en la mano. ¿Desde cuándo Samuel bebe tanto?
Me acerqué a el y le quité la botella, cogí la bandeja y la llevé a la cocina. Ya la lavaré mañana, pensé.
Llegué a mi habitación y me tumbe en el sitio que había libre. Miré a Samuel y suspiré.
- No sabes lo feliz que soy porque estés aquí.
Me di la vuelta y sentí unos brazos a mi cintura y una voz ronca.
- No sabes lo afortunado que soy por estar aquí.
Dicho esto, me pegó contra su cuerpo y me quedé dormida mientras acariciaba mi pelo.
Sí, definitivamente, necesitaba esto. Le necesitaba a EL.