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—¿Que haces Hyunjin?, tengo que ir a casa.

—Solo acompáñame allí, te dejaré ir después — salían de clase pero Hyunjin decidió arrastrar a su amigo justo a los últimos salones del instituto, llegaron a lo que parecía ser un pequeño cuarto de limpieza y sin importar Changbin lo siguió allí adentro.

—Esta por aquí.. —Buscaba al parecer en todos los rincones del estrecho lugar corriendo los implementos de aseo desde los de pequeño tamaño hasta los grandes —¿Woo podrías buscar ahí por mi?.

Asintió suspirando y dejo a su amigo detrás de él para ponerse en su lugar y buscar algo que ni siquiera sabía.
Escucho un ruido pero lo ignoro mientras buscaba.

—¿Que es lo que buscas Hyunjin? — Suspiro irritado —Hyunjin.. — regreso la vista a su amigo pero se encontró con la puerta cerrada tras él.

—Lo siento Woo, pero me lo agradecerás, te lo prometo. — Changb se acercó rápidamente he intento abrir la puerta pero no sabía si tenía seguro o Hyunjin le había puesto un candado desde la parte de afuera.

—Hyunjin no se de que hablas pero abre la puerta, no tengo tiempo para tus juegos. —Tenía enojo en su voz pero sobretodo confusión.

—Vendré en dos horas, así que espero y se haya ido para ese tiempo.

—¿De qué hablas?, ¡abre la puerta!, ¡Hyunjin!

Pero los pasos se escucharon cada vez más lejos, lo había dejado allí, encerado en ese lugar. Changbin intentó forzar la puerta pero no logró nada.

Espero y se haya ido para ese tiempo...

Penso las palabras de su amigo que al parecer se había convertido en su secuestrador y además lo había abandonado, nada tenía sentido.

Escucho unos pasos acercarse y pego su oído a la superficie gris mientras intentaba detectar algún sonido que le explicara algo de lo que pasaba o algún indicio para salir de hay.

—¿No hay nadie aquí? — Changbin pareció escuchar algo que estaba cerca pero no logro entender ese pequeño susurro.

Felix tenía en su mano una nota morada como las de siempre y lo único que decía era;

Después de clases en los salones del fondo.
Si quieres saber quien soy.

Sabía que la letra no pertenecía al chico que le escribía pero el papel era el mismo, entonces dejando aún lado su orgullo fue directo allí, tal vez encontraría a su admirador secreto y le gritara por ser un idiota sin razón ó en su defecto le pediría disculpas por las palabras fuertes que uso para alejarlo.

Notas para el imbecil que amo🍨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora